Análisis | Política

Llámalo crispación, llámalo lucha de clases

''Tratar de atajar la violencia machista, la racista, la patronal, tiene poco de estalinista o rompepatrias, y sí mucho de defensa de la vida'', reflexiona el autor.

Bancada donde se sienta VOX. Foto: Congreso de los Diputados.

Más allá de las vidas de nuestros familiares y amigos, nos definimos por la vida de quién nos preocupa. En el debate de investidura, las derechas coincidieron en sus vivas al rey, mientras que Pablo Iglesias hizo hincapié en que el gobierno que acaba de nacer defenderá las condiciones materiales de vida de personas LGTBI, migrantes y trabajadores. «No hay libertad si no se llega a fin de mes» es una verdad que solo puede tener dificultades en comprender, o ganas de etiquetar como idea comunista, alguien con unos privilegios paradójicamente desaprovechados en discutir eso en vez de estar disfrutando de ellos en un reservado.

Desfilaron por el estrado, además de la corona, Largo Caballero, Azaña y Pasionaria. Oskar Matute citó a Angela Davis, al Che, a Marcelino Camacho a Daniel Bensaïd, al zapatismo, a las Kellys, mineros, taxistas y estibadores, profesionales de la sanidad pública, becarios, «a los que sobreviven en esta trituradora que es el capitalismo». «Viven en barrios altos y traen trajes caros», le recordó Mireia Vehí a la extrema derecha. Esta última estuvo menos gritona que en jornadas anteriores, donde se empeñó en demostrar que la falacia de los malos modales de las clases bajas es eso, una falacia. Lo sabe quien ha tenido que soportar a alguien que lo ha tenido siempre todo hecho, con prisa, contrariado o encaprichado. Nadie más inaguantable.

Es una educación fruto de la costumbre. La derecha volvió a sacar la que es su mayor reivindicación -porque el resto ya las tienen cubiertas- desde hace ochenta años: hacer tabla rasa. Ganar y forzar a los arrasados a que brinden contigo. El mismo y mentiroso barco. Pablo Casado llegó a verbalizarlo pidiendo, en abstracto, una España que «no se empeñe en la lucha de clases ni en la de género». Tratará su partido de escorar toda agenda y sentido común a la derecha. Lo han conseguido en estos últimos meses: solo así se entiende que un programa de gobierno socialdemócrata sea percibido, por esta derecha y sus medios, como una amenaza a la estabilidad e integridad del Estado. Tratar de atajar la violencia machista, la racista, la patronal, tiene poco de estalinista o rompepatrias, y sí mucho de defensa de la vida.

Será duro, para los necesitados de políticas sociales que pueden ahora avanzar, porque quien niega la lucha de clases desde arriba la practica con trampas cada día. Habrá, o intentará la oposición, que haya un paso adelante y tres atrás. Y no solo por la precariedad institucional con que nace el gobierno. Lo dijo Aina Vidal en ese mismo Congreso hace poco más de un año: «no hay piquete más efectivo ni más violento que el de la patronal».

No jugará la crispación a favor de la nueva coalición. Como un equipo que va ganando, la derecha tratará de provocar y enzarzarse en trifulcas que hagan correr el reloj parando todo el rato que haga falta un juego que no les interesa. Por qué habría de hacerlo, por qué interesarles un juego que no está hecho a su medida y que permite -qué insolencia- que el voto de un apellido compuesto valga lo mismo que el de un cualquiera.

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Comentarios
  1. «Si el arzobispo quiere ‘salvar España’ puede liquidar el IBI de las propiedades de la Iglesia»
    Izquierda Unida de Oviedo se ha referido este jueves a las palabras del arzobispo, Jesús Sanz Montes, en las que pedía –un día después de la investidura de Pedro Sánchez– a la Santina de Covadonga, patrona de Asturias, que ayudase a «salvar España». «Damos por descontado que la Santina tendrá mucho trabajo redimiendo almas corrompidas, especialmente las de algunos representantes eclesiásticos con delitos de todo tipo en su currículum», afirman desde la formación.
    La formación añade además que «el señor Arzobispo no sufra, que si quiere salvar a España o mejorarla, puede ir matriculando todas y cada una de las propiedades que tiene la Iglesia, liquidar el IBI correspondiente y así se podría utilizar ese dinero para mejorar la vida de nuestros vecinos y vecinas».
    «Sabemos del dolor compasivo de la iglesia, de las socialmente responsables empresas del Ibex 35, entre otros, a pesar de lo cual, desde IU de Oviedo apoyamos la formación de este nuevo gobierno que ha paralizado las ambiciones de una derecha ultra y fascista dispuesta a poner en funcionamiento todos los tentáculos que le sirven de apoyo», exponen en último lugar.

  2. «Si hay que fusilarte lo haremos», la amenaza de una ultraderechista de Vox a un integrante de Teruel Existe.
    Estas amenazas se suman a las cientos de recibidas contra Teruel Existe. El Ministerio del Interior ha tenido que poner seguridad al diputado Tomás Guitarte, que tuvo que dormir fuera de su domicilio por seguridad la víspera de la investidura de Sánchez.
    El concejal de Espacio Municipalista, Zésar Corella, ha denunciado en su cuenta de Twitter: «Presiones, intimidaciones, amenazas, agresiones verbales, ataque en forma de pintadas a propiedades y localidades de un diputado de Teruel Existe, que ha tenido que ausentarse de su domicilio y le han asignado protección. Esto es el fascismo, no se puede permanecer de perfil».
    https://arainfo.org/si-hay-que-fusilarte-lo-haremos-la-amenaza-de-una-ultraderechista-de-vox-a-un-integrante-de-teruel-existe/

  3. muy buena reflexión el problema del fascismo-nacional -católico patrio sigue siendo una lucha por mantener privilegios a costa de pisotear al pueblo e intentar criminalizar lo que no les gusta ya sea en el campo político, social, económico o religioso. Los que tiene privilegios nunca han renunciado por las buenas, siempre hay que enfrentarse unidos y de forma contundente para obtener derechos inscritos en la declaración de los derechos humanos : lucha de clases. A los privilegiados no les importar esclavizar, encerrar, confiscar la libertad o ignorar y menospreciar a los que no son de su condición!!!
    La democracia no es compatible con esos grupúsculos que acosan, agreden y consideran normal la confrontación sistemática violenta y choricera, los tribunales europeos andan sorprendidos de la justicia hispana y sus variables poco democráticas y a dedo.

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