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Domingo Valencia

Domingo Valencia.

TUS ARTÍCULOS* // Domingo Valencia murió el 27 de noviembre de 2019. Nació el 5 de noviembre de 1920 en Tinoca (Canarias). Era el segundo de los cuatro hijos del matrimonio compuesto por Alfredo Santana y Encarnación Armas (familia humilde, albañil y trabajadora agrícola). La muerte temprana de su madre por tuberculosis, llevó a Domingo con siete años a casa de su abuela paterna, Lolita, en el populoso barrio capitalino de La Isleta. Esa época la recordaba Domingo como “de mucha necesidad, como época de miserias”.

Con 14 años abandonó La Isleta para volver a Tinoca, a trabajar. Muy pronto adquirió conciencia obrera e ingresó en las juventudes comunistas en 1934. Conoció a Eduardo Suárez, el primer diputado comunista de Canarias; los discursos de Eduardo Suárez producían admiración en Domingo, quien elogiaba sus extraordinarias cualidades humanas y políticas: “Cuando hablaba hasta las piedras corrían detrás de él”, decía.

El auge del Frente Popular y las duras condiciones económicas y sociales, en que el caciquismo de la época tenía a la clase obrera, facilitó que el joven Domingo Valencia adquiriera conciencia obrera y compromiso de clase. Conciencia y compromiso que nunca le faltó al camarada Domingo Valencia a lo largo de sus 97 años de vida. Ha actuado siempre como lo que fue, un miembro de la clase obrera, un comunista.

Nunca se resignó ante las injusticias, la opresión y la miseria. Su actitud ante la infamia y los fascistas le llevaron a tomar partido por la dignidad humana, y con ello puso en riesgo su vida y su libertad en diversas ocasiones. Su estimable ejemplo, de resistencia y lucha contra el fascismo y contra las injusticias, ha dignificado su vida y la causa comunista.

Su talante y compromiso le llevó a ignorar los bandos fascistas emitidos el 18 de julio de 1936, al participar junto a otros comunistas y republicanos en una concentración a las puertas del Ayuntamiento de San Lorenzo, como repudio a la rebelión fascista. Su actitud en defensa de la legalidad republicana le supuso la detención en los cuartelillos de Tamaraceite, para luego pasar por diversas secciones, por la prisión de Barranco Seco, el Campo de Concentración de La Isleta y el Lazareto de Gando (donde había más de mil prisioneros). En el peregrinar por los centros de detención pasó un calvario de torturas, humillaciones, trabajos forzados, miserias (chinches, piojos, desnutrición, enfermedades, etc.). Un consejo de guerra lo había condenado a 16 años y un día de prisión mayor, por rebelión militar (Causa nº 33/36). Gracias a la presión de sus familiares, la condena se quedó en seis años.

Durante su presidio conoció a muchos dirigentes republicanos, como a Luis Fajardo (último alcalde republicano de Las Palmas de Gran Canaria), a Boix Roig (gobernador civil de Canarias), a Pancho García (presidente del Cabildo de Gran Canaria), a Felo Monzón, a Juan Rodríguez Doreste, del que decía “era un carca recalcitrante” y que se arrimó a los golpistas. 

El presidio también lo llevó a tomar conciencia de la inhumanidad del fascismo, de sus brutalidades, los asesinatos, los fusilamientos, las arbitrariedades y monstruosidades de las que fue testigo directo y que él no pudo olvidar y por ello se encargaba de recordarlo siempre. 

El 19 de julio de 1939 fue amnistiado. Tres días después fue reclutado para ingresar en el ejército, donde lo tuvieron cinco años más. El 30 de febrero de 1944 se casó con Encarnación Montesdeoca Miranda y tuvieron cuatro hijos: Alfredo, Domingo, Encarnación y Juan José.

En las Juventudes Comunistas con 14 años

Domingo ingresó en las Juventudes Comunistas con 14 años. Defendió y asumió de forma inquebrantable los principios comunistas, poniendo en riesgo su libertad y su vida por ello. Estando en presidio, ingresa y se organiza en el PCE. Sus camaradas le enseñan a leer y escribir en prisión. Fue su camarada Juan Santana Hernández, en prisión, quien le da la primera afeitada y le deja el bigote “con cuatro pelos”, y en memoria de él, que fue fusilado pocos meses después, ha llevado siempre el bigote característico que nunca se ha afeitado. Este bigote simboliza no solo la memoria, sino el compromiso inquebrantable de Domingo Valencia con la causa obrera y con la República.

Tras el cautiverio, cuando ingresa en el ejército, lleva consigo los contactos para organizarse con los comunistas que hacen la milicia. Una vez fuera del ejército, vuelve a ponerse al servicio del PCE, que le encarga dar cobijo en su domicilio al legendario Juan García El Corredera (quien a la postre fue ejecutado a garrote vil el 19 de octubre de 1959). A finales de la década de los 50 y por mandato de la dirección del partido, acoge durante más de dos años a Germán Pírez (secretario general del PCE en Canarias). Esto contaba de Germán: “… Puso en riesgo varias veces a mi familia porque era un fumador empedernido y por el humo del tabaco los vecinos se dieron cuenta que allí había alguien, estuvieron a punto de delatarlo”, pero Domingo Valencia lo sacó a tiempo a casa de su tía Lola, hasta que dejó de estar perseguido”.

Domingo Valencia recibía, guardaba y distribuía propaganda del PCE; participaba en frecuentes recogidas solidarias de dinero para afrontar necesidades de los compañeros. Domingo Valencia ha sido un camarada fiel al PCE y disciplinado, llevando con acierto todas las encomiendas mandadas por el Partido Comunista de España.  

En la transición y periodo democrático participó en las principales luchas obreras, apoyando al movimiento de parados, la Coordinadora Popular por las Viviendas Públicas, las primeras huelgas generales en contra de las sucesivas reformas laborales, etc. etc.

Domingo ha sido invitado a dar charlas en la Universidad y en distintos lugares como testimonio vivo de lo que fue el golpe militar, las bestialidades y crímenes fascistas, la represión franquista y de cómo se organizaba la resistencia de los comunistas. El solía decir: “NO SOY UN INTELECTUAL, SOY UN SIMPLE TRABAJADOR”, pero la frescura de su intelecto fue notoria y memoria viva e incuestionable, porque llevaba las cicatrices marcadas en la piel y en su conciencia.

Ha estado presente en múltiples ocasiones en los homenajes por la memoria histórica en reconocimiento a los republicanos desaparecidos que dieron su vida por la República, siendo testimonio vivo del sufrimiento infligido por los fascistas y combatiendo el olvido y la negación de los crímenes del régimen dictatorial. Como él mismo ha dicho y ha quedado escrito: “Nunca dejé de ser un comunista, no he sido un hombre muy inteligente, pero sí un luchador firme, nunca he dejado de luchar por nuestra causa…”. En relación con la primera parte de su afirmación quizá quería decir que no es ilustrado, pero quien bien le conocía afirma que, inteligente, consciente y consecuente lo fue y mucho. Respecto de su ejemplo combativo, es incuestionable.

El calvario del presidio, las torturas, humillaciones, etc. etc. le sirvieron como experiencia vital que marcó su carácter, impregnó su ideología y le hizo descubrir la flaqueza de algunos dirigentes que ante la adversidad fueron timoratos y hasta traidores de la causa republicana, y Domingo no dudó en señalarlos y tildarlos de lo que fueron.

El PCE quiere mostrar su gratitud a Domingo Valencia, por su ejemplo de lucha incesante por los derechos de los trabajadores, por su defensa de la dignidad humana y de la causa comunista.

Gracias Domingo Valencia por tu resistencia, por tu compromiso inquebrantable, por tu honestidad, por tu humildad y por tu ejemplo. 

*Partido Comunista de España, en Canarias.

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Comentarios
  1. Domingo era más que intelectual, Domingo aprendió en el libro de la vida. Por si fuera poco tenía valores y altos ideales. Domingo era sabio.
    La energía de Domingo seguirá batallando allí dónde vaya.
    Gracias Domingo por tu lucha y tu ejemplo.
    ——————————————–
    Fracturas craneales, expedientes y multas tras el fusilamiento: así mató el franquismo a 45 cargos electos y funcionarios del Ayuntamiento de Zaragoza
    Su historia se recupera en un estudio promovido por el anterior equipo de gobierno (Zaragoza en Común) y la Universidad de Zaragoza. Son las ominosas huellas de un franquismo todavía muy presente en las calles zaragozanas por gracia de PP, Ciudadanos y Vox.
    https://arainfo.org/fracturas-craneales-expedientes-y-multas-tras-el-fusilamiento-asi-mato-el-franquismo-a-45-cargos-electos-y-funcionarios-del-ayuntamiento-de-zaragoza/

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