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‘La Marea’ ya investigó la tesis de Pedro Sánchez en 2015

"Se afirma lo que puede probarse, lo que se constató y contrastó. Sin prisas, con la calma y el tiempo que requiere una investigación de calado. En 2015, con agenda propia, 'La Marea' realizó el trabajo que algunos se han evitado hacer durante años"

La tesis de Pedro Sánchez se ha convertido en noticia al toque de corneta de Albert Rivera en el Congreso. Los medios afines han salido corriendo al quite de Pablo Casado para ocultar la responsabilidad política por su máster y, de repente, en un día, han conseguido probar que una tesis ha sido plagiada. Lo único cierto que cuentan ya lo publicó La Marea en 2015 en una investigación de varios meses de Sebastiaan Faber y un colaborador anónimo que no quiso firmar para evitarse problemas profesionales y académicos. Cualquiera que quiera saber la verdad sobre la tesis de Pedro Sánchez tiene que leer ese artículo. Las dudas y certezas que plantea su trabajo, sin sensacionalismo, sin palabras grandilocuentes y titulares falsarios.

Se afirma lo que puede probarse, lo que se constató y contrastó. Sin prisas, con la calma y el tiempo que requiere una investigación de calado. En 2015, con agenda propia, La Marea realizó el trabajo que algunos se han evitado hacer durante años para ahora, por cuestiones espurias, utilizar tergiversando y sacando conclusiones falsas para enfangar el terreno político. Han cambiado algunas cosas desde la publicación del trabajo de investigación de Sebastiaan Faber, ahora cualquiera puede consultar la tesis en la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela sin permiso expreso de Pedro Sánchez.

El trabajo doctoral del presidente plantea muchas dudas, por eso en 2015 La Marea publicó un exhaustivo reportaje que planteaba cuáles eran los puntos oscuros. Pero el trabajo de un periodista es afirmar lo que puede probar, ceñirse a los hechos y no adaptarlos a tu interés personal. No tenemos nada nuevo que aportar. Porque investigar y publicar noticias de este tipo lleva un tiempo y unos recursos que no siempre tenemos. Así que para conocer de forma detallada y sin trampas interesadas todo lo que hay que saber sobre la tesis de Pedro Sánchez no hay más que leer aquella investigación que publicamos en 2015.

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Comentarios
  1. «El porcentaje nunca a va ser un criterio irrefutable para determinar si hay o no plagio en una tesis» Docentes y desarrolladores de software antiplagio admiten que el programa por sí solo no es capaz de determinar si un trabajo es original
    Es una barbaridad aseverar que el hecho de citar una publicación en la bibliografía de una tesis da carta libre al doctorando para apropiarse de ella y usarla como si fuera propia
    Sánchez puso una cita y referenció a dos publicaciones por si los miembros del tribunal querían «un análisis más detallado», dando a entender que ahí se podía ampliar «su» texto. Ni siquiera los citó como fuente. Pero esa página no era suya, sino que la había copiado del artículo de Marcela Iglesias y David Molina, limitándose a cambiar la primera palabra de cada punto.
    Aquí utilizamos la normativa sobre el plagio la de Harvard, que establece que para evitarlo hay que «poner entre comillas la frase o texto copiado literalmente y citar la fuente de la que procede». La otra opción es «parafrasear el texto e indicar de forma clara la fuente de la que se ha extraído». El señor Sánchez olvida este detalle repetidamente.
    Nadie tendrá problemas legales por reutilizar sus propios textos, pero sí éticos. Sánchez volcó en su tesis dos artículos ya publicados y no avisó, no los citó. No habría objeción si se hubiera limitado a alertar de que ese abundante material, un capítulo entero de la tesis, no era inédito, pero habría restado fuerza al texto. El Cum laude hubiera volado.
    Sánchez copió y pegó informes oficiales sin entrecomillarlos, pese a que eran literales. Entre las muchas normativas que lo censuran, está la de la Universidad de Murcia: «No importa si la fuente es un artículo académico publicado, otro estudiante, una página web sin autoría definida, una web de artículos académicos o cualquier otra. Apropiarse del trabajo de alguien más es robo, y no debe ser aceptado en ninguna situación académica, tanto si se hace intencionadamente o por accidente».
    Si corta y pega debería entrecomillar, como se hace en cualquier texto cuando se cita, por ejemplo, artículos de la Constitución. Si siempre lo hubiera hecho, su tesis se habría llenado de comillas, desvelando que se limitaba a contar lo que hacen los demás, y ese no es el objetivo de una tesis doctoral. Esta práctica de Sánchez convirtió su tesis en una mera recopilación de normativas, en la que escasean las reflexiones del doctorando, la aportación de su investigación.¿Señor Maestre hablamos algún día de su paso por RTVE y las coincidencias con ciertas amistades peligrosas, tipo Contreras, Caffarel, Luis Fernández?

  2. El reportaje de 2015, en efecto, dejaba a las claras muchas de las dudas que ahora se exteriorizan desde otros intereses. No obstante, la novedad de lo publicado hoy por ABC es que ellos afirman haber conseguido una copia de la tesis original.

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