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Todo lo personal es político
"Sorprende la capacidad de Fallarás de vestirse con almas ajenas, hablar como aquellos que ya han muerto, sentir como ellos, a pesar de no poder pedirles declaraciones".
Cristina Fallarás explora en una novela autobiográfica e histórica las raíces de su propia familia. A través de un camino solitario y libre de prejuicios, la escritora y periodista maña nos sumerge de lleno tanto en anécdotas personales y familiares como globales y nacionales, llevando a su máxima expresión aquello de «todo lo personal es político». “Buena gente es el diablo cuando truena, incauta”, le dice la abuela Victoria a Presentación, la bisabuela de Fallarás. La abuela podría ser de nuestra propia familia. Con la retórica de apariencia mágica, llena de presagios, que mantienen nuestros mayores.
Sorprende la capacidad de Fallarás de vestirse con almas ajenas, hablar como aquellos que ya han muerto, sentir como ellos, a pesar de no poder pedirles declaraciones. El trabajo de la periodista en Honrarás a tu padre y a tu madre (Anagrama) parece venir de las mismas tripas. De la capacidad para hurgar en las heridas sin dejarse llevar por el asco, la vergüenza o la impotencia que ya vencieron a tantos otros -casi cuatro generaciones desde la Guerra Civil- impidiendo la cicatrización sana de la podredumbre, tanto emocional como política.
Todo lo personal es político. En esto podría resumirse la hipótesis que mantiene la autora a lo largo de un texto que, más que novela, bien podría resumirse como sucesión de relatos, flashes, recuerdos. Un hilo mental que surge de un camino auto-exploratorio, de descubrimiento personal. Realizado, en este caso, bajo los efectos de la corrupción que nos corroe a los adultos. No en vano, la Fallarás empezó escribiendo novela negra.
Para un niño, el pájaro quieto y enjaulado bien puede estar vivo o muerto. Las dos posibilidades conviven en su mente sin demasiado esfuerzo. Para el adulto, el pájaro ha muerto y ve su esqueleto sin inmutarse, vive con él, hace sus tareas con el esqueleto delante. Para un niño, matar está mal. Para un adulto, matar a alguien que ha matado a un niño puede llegar a ser una buena opción. La corrupción que nos otorga la sabiduría corre por las venas de la familia de Fallarás, de nuestras propias familias, de toda España.
Desde privilegios, obligaciones y concepciones del tiempo, el sentimiento y el espacio que ya no existen -como el amor de Presentación por su Félix- se han desarrollado otras maneras de pertenecer, otros discursos, otras inteligencias. En la novela de Fallarás, ambos mundos conviven con esa excesiva facilidad con la que nosotros obviamos a los indigentes pidiendo en la calle. Con la seguridad de que los brotes verdes nacen del abono, de la mierda, de la corrupción. Pero también de la constancia de saber que las raíces corruptas desde la base no permiten que crezca más que mala hierba. Esa de la que está construida el Estado español. Y nuestras conciencias.
Hace falta más que una novela para limpiar una herida que, de tan grande, casi resulta universal. También hace falta esperanza y valentía para encontrar un punto de partida, para ver otra realidad que (quién sabe) puede que algún día sea posible. Esta novela de Fallarás es solo un pequeño ladrillo. Leerlo es añadir el cemento.
Los hermanos Lapeña continúan en el Valle de los Caídos pese a la sentencia de 2016 que exige su exhumación.
Ambos hermanos fueron víctimas de un asesinato ideológico. Afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo en la localidad de Villaroya de la Sierra, Manuel era técnico veterinario, mientras que su hermano Antonio Ramiro ejercía como herrero.
Manuel y Antonio Ramiro Lapeña debían haber sido los primeros asesinados por el franquismo que fueran desenterrados del Valle de los Caídos, así lo exigía un auto dictado en marzo de 2016 por el Juzgado de Primera Instancia nº 2 de San Lorenzo del Escorial que reconocía “el derecho a la digna sepultura”, y determinaba el inicio de las actuaciones pertinentes para llevar “a cabo la entrega de los restos cadavéricos de los hemanos Lapeña Altabás a su familiar María Purificación Lapeña Garrido tras la identificación positiva de los mismos, con el fin de darles digna sepultura”.
Pese a tener una sentencia que avala la exhumación de sus cuerpos del Valle de los Caídos, todavía no se ha llevado a cabo, debido fundamentalmente al entorpecimiento del Prior Administrador de la Abadía Benedictina, Santiago Cantera, que negó el paso a varios técnicos del Estado e impidió la instalación de una microcámara para iniciar los trabajo previos de identificación de los restos.
http://arainfo.org/hermanos-lapena-continuan-valle-caidos-pese-sentencia-2016-exige-exhumacion/
LA «DEMOCRACIA» ESPAÑOLA ESTA CIMENTADA EN CIENTOS DE MILES DE CALAVERAS QUE PIDEN JUSTICIA, VERDAD Y REPARACION EN LAS CUNETAS.
Así que en la España de la monarquía francofascista sigue creciendo la mala hierba.
El caso de Boro LH en los mass-media: entre el ninguneamiento, el absoluto silencio y la estigmatización
Quienes hoy están deliberadamente ocultando este caso deberían ser conscientes de que están ayudando a poner la mordaza que tarde o temprano también callará a much@s de ell@s.
La cuenta atrás está a punto de acabar, el 16 de abril juzgan a nuestro compañero así como a nuestro proyecto de desobediencia informativa. El 16 de abril juzgan al periodismo crítico y consciente.
La cuenta atrás está a punto de acabar, el 16 de abril juzgan a nuestro compañero así como a nuestro proyecto de desobediencia informativa. El 16 de abril juzgan al periodismo crítico y consciente.
Colectivo Editorial de La Haine.
Hoy no vamos a hablar de medios “alternativos”, vamos a centrarnos en los medios que podríamos llamar “mass-media” y en la (escasa o nula) cobertura que han hecho sobre el caso durante estos casi 4 años, a pesar de la gravedad del asunto y de la elevada condena solicitada.
En un momento en el que la persecución a miles de personas por motivos políticos e ideológicos es total y descarada. Cuando compañeros como Alfredo Remírez, Julen Ibarrola están en prisión por simples opiniones, y cuando artistas antifascistas como Pablo Hasel, Valtonyc o La Insurgencia están en peligro inminente de entrar en prisión… o tant@s otr@s imputad@s y condenad@s, como las personas encausadas en las Operaciones Araña, o por “delitos de odio”, de “injurias a la corona”, etc… creemos que es primordial airear este caso, ante el férreo silenciamiento que están haciendo los mass-media.
La cuenta atrás está a punto de acabar, el 16 de abril juzgan a nuestro compañero así como a nuestro proyecto de desobediencia informativa. El 16 de abril juzgan al periodismo crítico y consciente.
http://insurgente.org/el-caso-de-boro-lh-en-los-mass-media-entre-el-ninguneamiento-el-absoluto-silencio-y-la-estigmatizacion/