Opinión | OTRAS NOTICIAS | Política

Respeto o pérdida

"Para mí, la aspiración siempre ha sido sustituir esa España Una por una España Plural que reconozca y disfrute de todas sus regiones, sus lenguas, sus naciones", reflexiona el escritor.

Puedes comprar #LaMarea53 en kioscos y en nuestra tienda online. Suscripciones anuales desde 22,50 euros.

“Había empezado a considerar la ignorancia como un crimen”, dice un personaje cosecha del formidable escritor George Turner. Y por ignorancia no se refiere a la falta de estudios o información, sino a la voluntad de no interpretar los hechos, limitándose a asumir o replicar las ideas que proyectan otros sobre ellos. Así es como se propagan un sinfín de etiquetas falsas. ¿Por ejemplo? “España va bien”. ¿Otra? “Como vienes de un barrio de periferia barcelonesa y escribes en español no puedes querer el referéndum, ese delirio impulsado por la burguesía”.

Hace quince años, cuando la primera etiqueta triunfaba sin demasiada oposición, me descubrí conversando a diario con la tele diciéndole que no podía ser natural que el país batiera cinco récords económicos semanales, además de percibir en un sinfín de actitudes y declaraciones que España no había cambiado tanto desde el esperpento de Valle-Inclán. Como las noticias narraban un país que desde luego no era el que yo encontraba en la calle, me sentí imprecisa pero profundamente engañado, y para que la sensación no derivara en impotencia, fui en busca de España, a la que dediqué un libro de más de 600 páginas.

Uno de los textos apuntaba cómo, incluso cuando la cosa “iba bien”, los superdotados y demasiada gente con facultades intelectuales especiales hallaba obstáculos tan enormes para expandir sus capacidades, que muchos se deprimían o emigraban a otros países.

La llegada de la crisis hizo que millones de personas repensaran España. Las diferencias ideológicas se enconaron, la mayoría de medios de comunicación se alinearon sin tapujos con uno u otro partido, y por el camino se esfumó una palabra: librepensador –el “francotirador” de los 90–, esa figura que describía a los escritores, periodistas, filósofos, pensadores independientes en general que emitían opiniones no sometidas al escrutinio de ningún director o redactor jefe. ¿Qué palabra define ahora a ese tipo de personas? Si los tertulianos son el relevo… Las palabras dicen mucho de la sociedad que las emplea, tanto como su ausencia.

La fuga de cerebros y la “desaparición” del librepensador son dos botones de los derroteros que ha seguido el país. Ambas pérdidas evidencian cuánto se trabaja en nuestra sociedad por neutralizar el talento, la autocrítica y el libre albedrío. Por cultivar la ignorancia. Por eso, puestos a querer, pediría una educación que impulse a cuestionar los lugares comunes y denunciar las etiquetas falsas, a concienciarnos de que la cultura es un poder, las Constituciones no son eternas y de que el mundo líquido que habitamos exige sociedades dinámicas porque el inmovilismo bloquea y anquilosa.

La educación pasa por informarse al menos un poco y de forma contrastada antes de hablar, lo que da por resultado entender, por ejemplo, que la (vieja) burguesía catalana no ha “abducido” a millones de personas sino que supo jugar sus agónicas últimas bazas para intentar capitalizar un movimiento que ya estaba en marcha y, como la Historia sabe, responde a la demanda de un pueblo que basa su poder en el tejido asociativo. Sí, hay un puñado de burgueses tramposos camuflados entre la masa, pero no confundamos a esa micro parte de cobardes corruptos con el todo que reivindica cambios desde antes de la crisis económica.

El conflicto actual entre España y Cataluña señala el fin de una Transición que todavía no había llegado. Para mí, como para muchísimos catalanes, la aspiración siempre ha sido sustituir esa España Una –que recuerda al American First de Donald Trump– por una España Plural que reconozca y disfrute de todas sus regiones, sus lenguas, sus naciones. Pero si el Gobierno español se niega a evolucionar y es necesaria una ruptura, que así sea.

Es cierto que el Parlament ha actuado de forma arbitraria y saltándose normas establecidas. A veces, para modificar situaciones no basta con perpetuarse en una equidistancia presuntamente bienintencionada y políticamente supercorrecta, aún más cuando sabemos que entre equidistar e ignorar a menudo hay un salto muy (muy) pequeño. Es cierto que las cosas podrían haberse conducido de otra forma, que se tendría que haber dialogado, que no deberíamos haber llegado a este punto. Pero en este punto estamos. La desobediencia inminente de millones de catalanes.

Entre otras cosas, por haber creído durante mucho tiempo en un equilibrio y una justicia que constantemente decepcionaba a unos ciudadanos a quienes no solo se desoía sino a los que se faltaba el respeto, como ocurrió con la intrigante derogación del Estatut en 2006. La caída hasta la casi desintegración del socialismo catalán se debió a una equidistancia insostenible. Si alguien pretende una España federal, o como sea, ¿por qué no lo expresa sin miedo? Mi opción es defender ideas de forma pacífica pero firme, y responder a las agresiones con más firmeza pacífica. El miedo y las estrategias “equidistantes” del café para todos y las putas i ramonetas no solo no han dado resultado sino que nos han traído hasta aquí. “Tú eres aquí la única parte inocente y la única que no me inspira ni pizca de respeto”, escribió George Turner también. Es decir, llegados a cierto punto, hay que moverse. Hay que apostar.

Escritor

mm

Donación a La Marea

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. Gabi tu dices «Para mí, como para muchísimos catalanes, la aspiración siempre ha sido sustituir esa España Una –que recuerda al American First de Donald Trump– por una España Plural que reconozca y disfrute de todas sus regiones, sus lenguas, sus naciones. Pero si el Gobierno español se niega a evolucionar y es necesaria una ruptura, que así sea.»
    Yo no se en que país vives tu Gabi pero desde luego no parece ser España donde el catalán y otras lenguas son cooficiales se pueden usar perfectamente y para comunicarse con la administración (incluso la del estado), en España nadie te impide disfrutar de tu cultura regional y precisamente España es un país de variados sabores, viajas de punta a punta de España y no ves culturas iguales.
    Si esta España de ahora no te parece plural algunos te han lavado muy bien el cerebro, date una vuelta por toda España para airearlo.

    • Gonzalico, y seguro que eres un güen crío, pero tas dejau manipular un poqued, ninón.
      Mientras nos «ilustremos» por l’Heraldo y otros apaecius, ya te digo, en esta Tierra d’Aragón no saldremos de la cazurrería y lo caciquismo.
      Ya veyo que no t’informas por prensa independiente como cal fer.

    • Gonzalo, con todo respeto, discrepo. Aún hoy en día tenemos problemas con la justicia a la hora de utilizar nuestro idioma materno, si este no es el castellano. El problema de raíz es que España nunca ha asumido su diversidad, el hecho de que está formada por varias naciones, con su historia, instituciones, cultura, lengua y bandera. Si esto se hubiera incluido en la Constitución, tal vez ahora no nos veríamos así. En la Constitución solo se habla de una sola nación, sin absolutamente ninguna referencia a las demás que la conforman. España ¿Una, Grande y Libre? Una no, y tú lo sabes. Grande sí, de momento, porque sin Portugal y pronto sin Catalunya….y Libre ni te cuento, parece un chiste. Es tan patético que este país esté gobernado por partidos y personas tan corruptas, hijos de una forma u otra del franquismo, y que mientras se saltan las leyes y la Constitución varías veces cada día, con medios de comunicación comprados, con fiscales y jueces nombrados por ellos (viva la separación de poderes), se permiten la desfachatez de decirnos a los ciudadanos que hagamos lo que ellos no hacen, cumplir la legalidad vigente, aunque sea la suya. Tengo 59 años, crecí con el franquismo, me «adoctrinaron» con la asignatura de Formación del Espíritu Nacional (no sé si tú la llegaste a sufrir), y ahora, después de la falta de respeto continuo hacia mi comunidad, culminada con la denuncia de Mariano Rajoy contra nuestro Estatut (que era casi idéntico al andaluz, pero claro, el nuestro era el de los catalanes), soy declaradamente independentista. Un saludo.

  2. Gracias Gabi Martínez.
    Es una tontada decir que uno está de acuerdo con todo lo que alguien dice en un determinado momento, pero es que es así como me ha ocurrido en este caso.
    Es una suerte retornar a lamarea y poder leer con ilusión.
    Gracias

  3. ¿Quien puede sostener que no nos han devuelto al franquismo?
    Esto es Zaragoza, España. (La Zaragoza manipulada e inculta, la Zaragoza del «chufla, chufla»… que no sabe amar a su propia tierra). Asco y tristeza convivir con semejantes «cazurros». (en el sentido peyorativo de la palabra). Menos mal que también hay una Zaragoza resistente.
    Los 10 de Zaragoza: Alejandro es unos de los ocho jóvenes antifascistas que serán juzgados esta próxima semana. Cada uno se enfrenta a una petición de Fiscalía de ocho años de prisión
    «Me da entre asco y pena que Falange pueda convocar a cientos de personas en Zaragoza». «Tenemos un estado que trata al pueblo a golpes. Mientras eso siga así, no veo ninguna solución fácil. Pienso que la situación se está calentando hasta que estalle de alguna forma que no soy capaz de adivinar».
    http://www.eldiario.es/aragon/sociedad/Falange-convocar-cientos-personas-Zaragoza_0_697130420.html

  4. Chapeau, Gabi Martínez.
    Chapeau Cataluña que no acata la legalidad del régimen francofascista.
    Para mí eres una esperanza y un ejemplo.

    La Transición a la democracia se hizo con todos los aparatos de la dictadura. Y siguen a día de hoy. Una «democracia» que se asienta sobre miles de defensores de la legítima democracia que esperan justicia en las cunetas, un país dónde todavía hay miedo, un país profundamente manipulado, en un país así no puede crecer la democracia, en un país así sólo crece la mugre.
    No podrá haber reconciliación ni democracia sin limpiar nuestro pasado, sin reconocer los hechos, sin conocer la historia real para que no vuelva a ocurrir.
    No hay muchas esperanzas de que así sea pues el gobierno español no sólo se niega a evolucionar sino que asistimos a una clara involución precisamente porque no se hizo justicia y ante la impunidad los malhechores reinciden.
    LA AMNESIA DE LOS COMLICES, de Gerardo Iglesias, vídeo.
    https://www.youtube.com/watch?v=tnjeZOiDjGc
    Este momento no sólo es un mal trago para los catalanes. También para los que compartimos tu punto de vista y vivimos en medio de un gran rebaño manipulado en la España que ha de helarte el corazón. No son tiempos de callar puesto que nos arrastran al matadero, si hablas eres el blanco de su sinrazón y de sus iras; pero mejor hablar, de todos modos el rebaño nos arrastra a todxs al matadero, mejor vayamos protestando…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.