Cultura | Economía social | Preguntas Humanas
Mónica Rivero, cofundadora de Espacio Late, la redacción abierta donde periodistas y vecinos comparten cafés, problemas y lecturas
Espacio Late es una casa para la no ficción en el corazón de Madrid, donde periodistas de distintos países impulsan un proyecto cooperativo que combina café, libros y crónicas. Desde allí, buscan hacer sostenible el periodismo lento a través de talleres, encuentros culturales y una redacción abierta a la comunidad.
Existe en Madrid una esquina que, desde hace medio año, está repleta de vida. «La casa de la no ficción”, como se presenta a sí misma, se ubica en el número 5 de la calle de San Hermenegildo. El maridaje que se produce en su interior no se constriñe a conjugar cafés, libros y vinos, sino que alberga también todo un proyecto que busca hacer sostenible ese periodismo lento que tanto se ha perdido. En Espacio Late, seis socios y socias llegados de diferentes países intentan hacer posible su sueño.
Entre sus paredes ya han pasado plumas de oro del periodismo narrativo como las de Leila Guerriero, Martín Caparrós y Juan Villoro. Además, Jorge Carrión ha curado la librería. Mónica Rivero (La Habana, 1989), una de las fundadoras de la cooperativa, desgrana los entresijos de esta iniciativa, que ya forma parte del barrio de Malasaña a través de las diversas actividades que organiza.
¿Cómo surgió la revista Late?
Fue en 2017, ante el llamado de Daniel Wizenberg. Creamos una pequeña red de seis periodistas, cada uno de un país diferente, y decidimos empezar a trabajar en remoto, aunque nos encontramos en Bogotá para lanzar la revista online. El enfoque era tener una revista de periodismo narrativo con una agenda internacional pero con fuerte perspectiva latinoamericana. La idea era relatar lo que sucedía en el mundo contado por latinoamericanos y, a la vez, homenajear la tradición del periodismo narrativo de Latinoamérica, especialmente el formato crónica.
El proyecto vino acompañado de una amplia labor de formación.
Creamos también una escuela de reporteros en la que cada uno de nosotros seis se ocupaba de un módulo. Cada año, al menos, lanzábamos una edición que duraba varios meses. Lo hacíamos online, pero también intentábamos encontrarnos siempre que podíamos. Las últimas veces lo hicimos en Madrid.
Era una forma de financiar la revista mientras hacíamos crecer la red de periodistas, que se expandió muy rápido. Nuestro objetivo es que todo el mundo que pasara por Late después pudiera compartir con la comunidad lo que desde su parcela profesional conociera.
Además de esta escuela de reporteros, empezamos a realizar talleres de política internacional, de periodismo gastronómico, musical, de crónica y poesía… Ahora mismo, en Espacio Late tenemos un club de lectura y continuamos con los talleres que imparten colegas de la red. Al final, a lo largo de todos estos años, por Late han pasado un centenar de personas gracias a la creación de esta comunidad profesional internacional que hemos impulsado en torno al periodismo.
¿Qué es Espacio Late?
En 2023 hicimos un taller en Madrid y otro en Barcelona. Luego se dio la circunstancia de que varios precursores de la red estábamos en Madrid, viviendo o pasando largas temporadas. Vimos que la ciudad se estaba convirtiendo en una especie de epicentro de lo latinoamericano, cierta movida en ese sentido, y decidimos tener un espacio físico.
Siempre habíamos teletrabajado, incluso desde mucho antes de la pandemia. Éramos una redacción flotante [se ríe]. Nosotros hemos ido a contramano de esta tendencia de limitar las redacciones físicas. Además, ya que íbamos a tener cuatro paredes y un techo, decidimos hacer otras cosas que nos dieran ganas de estar aquí. Así surgieron las otras partes que componen Espacio Late, que permiten diversificar las vías de financiación para nuestro trabajo periodístico: la librería y el café. Desde 2024, tenemos en Madrid la casa de la revista Late, y nuestro sueño es que se pueda replicar en todo el mundo, que haya Espacios Late en Buenos Aires o Bogotá.
Os habéis instituido como una cooperativa. ¿Por qué elegisteis esta figura?
Siempre hemos trabajado con modelos muy horizontales. Cuando fundamos la revista, siempre nos preguntaban quién la dirigía, pero decíamos que no existía una única persona a los mandos. Éramos como seis cabezas de un mismo cuerpo. A la hora de registrar oficialmente Espacio Late, nos decantamos por una cooperativa, con todos los deberes y posibilidades que eso supone. Ahora mismo, en ella estamos Wizenberg, argentino; Rocío Periago, de Murcia; Cush Rodríguez, argentino-estadounidense; Sofía Caruncho, sevillana; Marta Montojo, madrileña; y yo, que soy cubana.
¿Cómo conseguisteis la financiación para iniciar el proyecto en Madrid?
Los socios realizamos una inversión y siempre hemos intentado que sea un proyecto sustentable, no solo que se recupere la inversión, sino que se mantenga en el tiempo. También hemos solicitado fondos. Al final, todos hemos aprendido mucho del proceso, porque ninguno se había dedicado a administrar un negocio, ni una librería, ni un café, ni tampoco sabíamos mucho sobre vinos más allá de los gustos de cada uno.
No queremos ser periodistas para sustentar un café-librería, sino todo lo contrario: que este dispositivo nos permita poder hacer el periodismo lento, el que queremos hacer, y financiarlo de alguna forma. Además, hemos solicitado becas con recursos económicos que ya nos han concedido.
Habla del periodismo que les gusta hacer. ¿Sigue habiendo espacio para ese periodismo lento?
Vivimos un momento en el que el trabajo periodístico está muy precarizado. Mientras ahora se paga mucho menos por una pieza que antes, los precios de los bienes más esenciales se han elevado muchísimo. Frente a este escenario, queremos poder crear un modelo de negocio que nos permita cierta dignidad como profesionales del periodismo sin tener que dedicarnos a otra cosa.
Apostamos mucho por el periodismo presencial. Todos nuestros trabajos, las piezas que escribimos, están realizadas por periodistas que fueron al lugar de los hechos, que hablaron con los protagonistas. Yo creo que sí hay espacio para ese periodismo de profundidad.
Sin embargo, investigar sobre un tema durante unos meses, viajar, tratar con profesionalidad un tema —en definitiva, hacer un periodismo cocinado a fuego lento, como el que nos gustaría realizar— supone recursos. Ahí entra en juego el Espacio Late como ese dispositivo que nos permita tener un sustento asegurado.
Por otra parte, Espacio Late se ha convertido en una suerte de punto de reunión de la comunidad latinoamericana.
En Madrid vive muchísima gente llegada desde diversos puntos del planeta, y también de otras ciudades españolas. Poco a poco, hemos llegado a ser una especie de lugar de encuentro del relato latino, y no solo me refiero a la narración escrita, sino a la identidad latina.
Más allá de eso, decenas de periodistas y curiosos acuden a los eventos que organizáis.
Así como en el periodismo apostamos por un estilo de oficio que mantiene mucho lo tradicional, a la vez pensamos que la información y la narración tienen que estallar y salir de esos formatos. Enfocamos nuestras actividades en la no ficción, como los pases de teatro que tenemos, ciclos de obras de corta duración inspiradas en hechos reales. Por ejemplo, también organizamos escuchas colectivas de pódcasts sobre temas periodísticos. Intentamos explorar nuevos formatos.
Queréis convertir Espacio Late en lo que llamáis una Redacción Abierta. ¿De qué se trata?
Normalmente, tenemos a periodistas trabajando de forma aislada que buscan fuentes, y fuentes buscando a alguien que cuente su historia. Nuestra idea es servir de espacio de encuentro para esta comunidad que permita a un periodista escuchar la problemática de un vecino. Ya hemos organizado nuestra primera Redacción Abierta —que será una actividad que se repita periódicamente— en la que se abordó el tema de los alquileres y la imposibilidad de vivir con autonomía y unas condiciones dignas en Madrid.
En general, ¿qué se puede encontrar una persona que acuda a Espacio Late?
Una de nuestras actividades favoritas es el lecturoke, un karaoke de lectura. Cualquier persona que haya leído algo que le haya impactado de alguna forma y quiera compartirlo, puede hacerlo aquí, y también escuchar a otras personas hacerlo. Es algo performático, porque esto ocurre un poco de pronto, sin esperarlo. La gente puede estar tomándose un café o mirando la librería y, de pronto, comenzar una lectura o una presentación de un libro. Hay otros eventos que son con convocatoria cerrada y venta previa de entrada, pero nos gusta que haya lugar también para la improvisación.
Por último, ¿qué retos inesperados os habéis encontrado?
Ya he comentado que ninguno de nosotros tenía experiencia previa administrando un proyecto así, y ese ha sido uno de los primeros retos. Después, la cooperativa supone ciertos desafíos, como la consulta de las decisiones y el respeto a la participación de los socios. Eso exige un trabajo extra que en otros modelos de organización no tienen. De todas formas, lo hemos pasado muy bien y no hemos sufrido nada traumático [se ríe].
El principal objetivo es convertir Espacio Late en algo sostenible. Solo llevamos seis meses abiertos y, aunque conocemos algunas cosas que nos han dado resultados, seguimos en fase de experimentación, probando nuevas formas de hacer las cosas.
Felicidades, hombres y mujeres de ideas republicanas. Recuerdo imborrable a los que dieron su vida (muchos aún en las cunetas) por la republica, sinónimo de libertad.
14 DE ABRIL. LA REPUBLICA, ESA GRAN DEUDA CON LA DEMOCRACIA.
La dictadura franquista dejó de herencia una monarquía borbónica que, por su propia naturaleza, es contraria a la democracia. El Jefe de Estado será, lo dice la sacro santa Constitución, el Rey y su designación es por herencia. Un viaje al medievo que el sistema (incluido el PSOE y el PCE) forjó con la complicidad necesaria de los poderes fácticos (militares, iglesia, banca…) en contra del gobierno democrático. No olvidemos el golpe de estado franquista de 1936 que provocó una guerra y la llegada del fascismo.
Viva la República. Himno de Riego.
https://insurgente.org/14-de-abril-la-republica-esa-gran-deuda-con-la-democracia/