Otros
En ‘La Marea’ no trabajamos para robots. Hacemos periodismo para humanos
Hace ya tres meses tomamos una decisión complicada: dejamos de usar las redes de Meta, Facebook e Instagram. El 31 de diciembre de 2024, también abandonamos X/Twitter. Queríamos ser coherentes y no seguir alimentando ni dependiendo de las redes más tóxicas, controladas por señores tecnofeudales que fomentan la desinformación y los discursos de odio.
Sabemos que estas plataformas concentran millones de seguidores, y su ecosistema, definido por algoritmos y tendencias, domina el acceso a la información. Pero lo tenemos muy claro: no trabajamos para robots, hacemos periodismo para seres humanos.
De hecho, el proceso comenzó de manera inconsciente mucho antes. Hace aproximadamente un año decidimos renunciar a Google Analytics, tras publicar una investigación sobre hasta qué punto sus cookies no solo recopilan datos de los usuarios, sino que además los comparten con centenares de empresas de todo el mundo con objetivos y legislaciones muy diversas, y a menudo muy opacas.
Nos hemos quedado sin herramientas que parecen ser esenciales para llegar a más personas y, por ejemplo, lanzar campañas de suscripción. Sin embargo, para la cooperativa sin ánimo de lucro que edita La Marea, pesa mucho más la voluntad de ser coherentes.
Al principio de dejar las redes más tóxicas, recibimos muchas preguntas sobre si no temíamos las consecuencias que podríamos sufrir por esas renuncias. Queremos evaluarlo con el tiempo. O cuando tengamos más tiempo. Porque en estos meses nos hemos dedicado a hacer periodismo y a publicar, entre otras cosas, un amplio dossier sobre la industria de los vientres de alquiler, que incluye reporterismo sobre el terreno y una investigación a fondo. Dos actividades que, hasta el momento, solo pueden realizar los humanos y las humanas.
Además, en los últimos meses nos hemos encontrado con un nuevo fenómeno que altera las ‘visitas’ o lecturas de las páginas web. Cada vez hay más inteligencias artificiales ‘leyendo’ nuestros artículos. Este fenómeno, que podría parecer una rareza tecnológica, es solo una evolución lógica de lo que ya se conoce como SEO, una práctica común en el periodismo digital. Desde hace años, si quieres que los motores de búsqueda encuentren tus textos, tienes que escribir para ellos, repitiendo palabras clave, adaptando los titulares, creando encabezados que no tienen otro propósito que satisfacer la lógica de sus algoritmos. Pero, ¿a qué precio?
En La Marea nos enorgullece la riqueza de las voces que publican en nuestras páginas (tanto en papel como virtuales). Voces que no se ajustan a fórmulas rígidas ni a órdenes impersonales. ¿Cómo le decimos al escritor José Ovejero, que semanalmente publica un extracto de su diario PERSONAL, que cumpla con las exigencias de Google y se olvide de usar sinónimos? La respuesta es simple: nunca lo haremos.
El periodismo que hacemos no está diseñado para máquinas, sino para personas que buscan entender, reflexionar y sentirse acompañadas en su día a día. Siempre hemos dependido de esa comunidad para cofinanciar este medio. Pero ahora, además, necesitamos que personas como tú nos ayudéis a difundir nuestro trabajo. Queremos que sintáis que La Marea puede ser cada vez más vuestra casa, que podéis venir a visitarla cuando queráis, que podéis opinar sobre lo que os gusta, lo que mejoraríais… Sobre lo humano y lo divino, si así lo deseáis.
Por nuestra parte, vamos a hacer cambios. Los estamos pensando a raíz de los encuentros que hemos mantenido en las últimas semanas junto a lectoras, suscriptores y cooperativistas. En espacios físicos y virtuales donde hemos intercambiado ideas y propuestas.
Debemos hacerlo más a menudo. Pero necesitamos ser más. Hace cuatro años impulsamos una campaña de suscripciones cuyo lema era ‘Necesitamos más manos’. Este mes de abril, nos hemos dado cuenta de que, en realidad, ‘Necesitamos más humanos’.
Si compartes nuestras reflexiones, únete a la comunidad de La Marea. Puedes hacerlo difundiendo nuestros artículos, apoyando con una suscripción desde 30 euros al año, diciéndonos qué piensas en comunicacion@lamarea.com. Pronto te contamos más.
Qué debes saber
Buscamos: 2.000 humanos y humanas que se unan a nuestra comunidad con una suscripción.
Cuándo: Antes del 31 de mayo.
Dónde y cómo: En nuestro kiosco virtual, donde puedes obtener un descuento del 10% introduciendo el código HUMANA.
Por qué: Necesitamos reforzar nuestra comunidad para poder seguir haciendo periodismo independiente de algoritmos, con reportajes en profundidad y sin la tiranía de la última hora. También mejorar el diseño de nuestra web para que gente como tú nos lea más y mejor.
Yo creo que la IA la han creado con la peor de las intenciones.
Mantienen a la gente entretenida en la hipertecnologia y ese tiempo les impide reflexionar, encontrarse a uno mismo, ver que el Titanic hace aguas por todas partes, comprometerse, tomar partido.
Está claro que a medida que aumenta la inteligencia artificial se va atrofiado la natural.
Es de agradecer vuestra decisión.
—————–
Aquí va una propuesta para humanos que saben reflexionar. Por favor, quitense de enmedio los robots:
Presentación Campaña Apostasía Colectiva «Matilde Landa».
Un colectivo de ciudadanas y ciudadanos presenta a los medios de comunicación la campaña de apostasía colectiva que lleva el nombre de Matilde Landa.
Matilde Landa Vaz, extremeña, librepensadora y feminista no quería ser bautizada. Ochenta y tres años después, se impulsa una campaña de apostasía colectiva en su memoria que se presentará en:
Ateneo Madrid, calle del Prado, 21, el lunes 7 de abril a las 19 h.
En el acto intervendrán: Grupo promotor de la campaña; Agustín Iglesias, dramaturgo autor de «Matilde Landa no está en los cielos»; María Trapillo (Europa Laica); Asociación Laica Rivas Vaciamadrid; Pepa Zaragoza, actriz. Presenta Juan Miguel Nogues García.
La iglesia católica, en coherencia con sus intereses y consciente de la suma importancia de mantener cuantitativamente la primacía en las «creencias religiosas de la sociedad española» obstaculiza sistemáticamente el ejercicio de la apostasía, disuadiendo de hacerlo a quienes lo han pensado o intentado.
Las personas que no queremos ser rehenes de una institución que nos utiliza para mantener su poder social y económico, tenemos el derecho de apostatar.
Para contactar con la campaña:
apostasiamatildelanda@gmail.com
(LoQueSomos)