Opinión
Mazón se ha rebosado: de la “inmigración ilegal” al “pacto verde extremista”
El presidente valenciano ha realizado una declaración institucional en la que ha anunciado lo poco que le quedaba por tocar en su huida hacia adelante: un acuerdo con Vox.
La Comunitat Valenciana «ha rebosado su capacidad y no admitirá más repartos de inmigración ilegal«. Es la última de Mazón. Asediado por las críticas por su gestión de la dana, que sí rebosó y desbordó, según denuncian las personas afectadas, toda su capacidad de previsión, el presidente valenciano ha realizado una declaración institucional desde Les Corts en la que ha anunciado lo poco que le quedaba por tocar en su huida hacia adelante: un acuerdo con Vox.
Mazón no habla ahora de minutos, ni de hectómetros, ni de unidades de medida que tienen que ver con el agua que inundó las calles valencianas. O sí, pero de otra forma. De esta forma, en concreto: «No podemos permitir que haya personas que han perdido todo a causa de la riada y que encima vean cómo salen impunes los autores de los saqueos y los actos de pillaje en sus propias casas y negocios durante los días posteriores al 29 de octubre«. En el circo, a este tipo de acrobacias, lo llaman el «más difícil todavía».
Y así, con un acuerdo con la ultraderecha para aprobar los presupuestos, Mazón ha sacado este lunes 17 de marzo una resolución adoptada el pasado verano por Les Corts, en la que se pedía la inclusión en las estadísticas judiciales de la nacionalidad de las personas condenadas. «Es inadmisible que el mismo Gobierno central que se niega a atender a las comunidades autónomas que llevamos meses denunciando la saturación de los centros de menores y de menores no acompañados tarde segundos en trocear el control de fronteras y la política migratoria», ha dicho.
Por supuesto, por si alguien piensa cosas raras, no ha faltado tampoco su dosis de orgullo de los «legales». «En esta tierra nos sentimos muy orgullosos de los inmigrantes legales que contribuyen con su esfuerzo y sacrificio a sacar adelante a la Comunitat Valenciana. Sería injusto compararles con el problema que sí representa la inmigración ilegal, especialmente la provocada por mafias que aprovechan para hacer negocio a costa de generar una evidente inquietud social», ha añadido.
Y sí, ha hablado de desbordamiento, pero también de planificación el presidente que está en el centro de todas las miradas –incluso dentro su propio partido, el PP– por el aviso a la población: «No puede ser que mientras en algunos territorios se establecen criterios de excepción, aquí se nos imponga una carga sin apoyo, sin recursos y sin ninguna planificación».
«No flaquearemos ante ningún chantaje; de hecho buscaremos las fórmulas legales para que los menores no acompañados que han llegado a nuestro territorio puedan volver con sus padres y familias. Es momento de mirar al Gobierno central y a Bruselas, porque es evidente que la inmigración ilegal masiva necesita ser abordada con una nueva política migratoria a nivel nacional y europea. Necesitamos agilizar con urgencia las expulsiones de los inmigrantes ilegales», ha subrayado, informa Efe.
Es momento, parece decir, de mirar a cualquier lado menos hacia él, que ha hablado de desbordamiento, de planificación y –esta también es buena– de postulados climáticos extremistas a escasos minutos de pactar con los extremistas de Vox: «La protección del medio ambiente, que también es objetivo de este Consell, no puede traducirse en que las infraestructuras necesarias para proteger a la población se frenen por los postulados climáticos más extremistas, como lamentablemente ha ocurrido. Las lluvias que provocó la dana no las podíamos evitar, pero la riada sí, y tenemos que ir a la raíz de qué tipo de políticas han impedido que se lleven a cabo las actuaciones preventivas necesarias para que el Barranco del Poyo no se hubiera convertido en una trampa letal».
Además, ha anunciado una iniciativa en el Comité de las Regiones de la Unión Europea que «genere nuevos apoyos para exigir que las inversiones en infraestructuras hidráulicas que salvan vidas no estén condicionadas por criterios medioambientales obligatorios extremos derivados de la aplicación literal del Pacto Verde». Pacto Verde que, por cierto, el PP europeo aprobó y respaldó muy explícitamente. Y hasta aquí por hoy.