Cultura
Bad Bunny: esto es música de Puerto Rico
El disco ‘DeBÍ TiRAR MáS FOToS’, de Bad Bunny, es «una obra tremendamente generosa, coherente y compacta en su contenido, que nos ha dejado noqueados», escribe Fran G. Matute.
Dando por agotado, aunque seguro que no por concluido, el debate sobre las bondades-maldades del reguetón en tanto que actual estilo de música hegemónico, nos acercamos a escuchar sin prejuicios, como mandaba George Michael, el último álbum de Bad Bunny (Bayamón, 1994), que esconde, bajo el título de DeBÍ TiRAR MáS FOToS (Rimas Entertainment, 2025), una obra tremendamente generosa (17 cortes, 62 minutos), coherente y compacta en su contenido, que nos ha dejado noqueados.
Admitamos que la parte más estrictamente reguetonera del disco se hace cansina por repetitiva y hortera (ojo, como lo puede terminar siendo el rockabilly, el reggae, el punk y, en realidad, cualquier sonido bastardo nacido de la calle y paquetizado en serie por el pop), pero por suerte el grueso de la grabación descansa en otros sonidos más orgánicos, también más atrevidos, así como en otras líricas, lo que lo convierte en una suerte de disco de madurez, de proyecto cuasi revolucionario, en tanto que con él Bad Bunny se adentra en territorios más complejos (desde la composición hasta la producción), menos frívolos (con letras más hondas, incluso de crítica social), homenajeando de paso el rico legado musical de su Puerto Rico natal.
Prueba de ello son composiciones como «Nuevayol», «Baile inolvidable», «Turista», «Café con ron», «El club», «Pitorro de coco», «Lo que le pasó a Hawaii» o «La mudanza», en las que encontramos fusionadas a la perfección las nuevas ondas sonoras con los ritmos folclóricos de siempre (desde el jíbaro a la salsa), gracias a una producción tan impecable como imaginativa, llena de ideas sampleadas y para samplear. No experimentábamos una relectura tan viva y enérgica del latin desde los tiempos electrónicos del Nuyorican Soul de los Masters at Work, y en el resultado final percibimos un juego similar al que jugaran los Tropicalistas allá por los años 60-70.
Bad Bunny se reinventa así en su nueva entrega deparando un reguetón con pathos, con vocación de transición, esto es, de querer parecer otra cosa, y por lo tanto de trascender. Y vaya si lo consigue. Si Camarón consiguió con La leyenda del tiempo que los jóvenes roqueros se interesaran por el flamenco, DeBÍ TiRAR MáS FOToS recorre el camino opuesto, permitiendo a los viejos del lugar adentrarse en los más vilipendiados ritmos urbanos. Su estatus de estrella mainstream hará que este título cope todas las listas de ventas, recoja numerosos premios de la industria, alcance los puestos más altos entre lo más granado del año, pero serán las canciones destacadas las que lo confirmen como lo que probablemente sea: una grabación clave para entender la música popular de nuestro tiempo. «Esto es música de Puerto Rico», afirma Bad Bunny en un momento dado. Y qué duda cabe.
El artículo ‘Bad Bunny: esto es música de Puerto Rico’ se ha publicado originalmente en El Periscopio, el suplemento cultural de La Marea. Puedes conseguir la revista aquí o suscribirte para apoyar el periodismo independiente.
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