Crónicas | Sociedad
Y la televisión pública emitió ‘7.291’ (a pesar de Ayuso)
"Le han dado un documental enlatado y lo han publicado", ha afirmado el secretario general del PP en Madrid, Alfonso Serrano, en su intervención en el programa especial de RTVE sobre los cinco años de la pandemia.
«Le han dado un documental enlatado y lo han publicado». La frase, pronunciada por el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, durante el programa emitido en RTVE sobre los cinco años de la pandemia, ha resumido la postura que ha venido manteniendo el Gobierno de Díaz Ayuso sobre el documental 7.291, que es básicamente que no debería emitirse.
Respondía al presentador, Xavier Fortes, quien explicó que la cadena había rechazado «un vídeo enlatado de la presidenta» después de que ésta rechazara la invitación a participar en el programa. «No se admiten publirreportajes, ni de Moncloa ni de la Puerta del Sol, ni del Gobierno central ni del Gobierno regional«, dijo rotundo el periodista.
Y así, con el Zendal de fondo –el hospital insignia de Ayuso–, el senador y dirigente popular se centró, más que en aclarar datos, en atacar la televisión pública española y en defender la televisión pública de Madrid. Desde su punto de vista, a pesar de la magnitud de la tragedia –Madrid acumuló el mayor exceso de muertes durante la pandemia en toda España– no tiene interés informativo centrarse en la gestión de esta comunidad autónoma cinco años después.
Otra cifra de fallecidos, cinco años después
En el programa, antes de la emisión del documental, fueron entrevistadas la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, la actual ministra de Sanidad, Mónica García, la hija de una de las mujeres fallecidas en una residencia, Ángela Arreba, y el exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero. Varios periodistas participaron también en un coloquio, entre ellos, Manuel Rico, que publicó en Infolibre los datos oficiales facilitados por el gobierno de Ayuso, y que ahora, cinco años después, desmiente.
«El número real de fallecidos en residencias fue de 4.100«, ha afirmado el Ejecutivo madrileño en un comunicado. «Fue un invento del entonces consejero», ha añadido. El hoy exconsejero Alberto Reyero, de Ciudadanos, ha respondido: «Los datos que se trasladaron, vía portal de transparencia, son los que nosotros trasladábamos diariamente a la Consejería de Sanidad, en los que indicábamos los fallecidos que había en cada una de las residencias, una información que también enviábamos al Ministerio de Sanidad y que también periódicamente enviábamos a la Fiscalía, por lo que ahí no hay ningún invento de ningún de ningún número». El periodista Manuel Rico se ha remitido también a los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, prácticamente la misma cantidad de fallecidos.
Con este comunicado, el gabinete de Díaz Ayuso asegura querer dar «los datos exactos» de su gestión, aunque no recoge ni el número de contagios ni la cifra global de fallecidos en la región. Cinco años después, familiares de mayores fallecidos en 2020 en residencias madrileñas siguen acusado a la presidenta de ser la culpable de que 7.291 fallecieran «con sufrimiento, con dolor, sin asistencia, asfixiándose, ahogándose, solos, llorando, llamando a gritos a cualquiera«.
«¿Le gustaría morir así?», ha dicho Pilar López, de Marea de Residencias, Verdad y Justicia a la dirigente madrileña en declaraciones a los medios tras reunirse con la ministra Sanidad, Mónica García, quien se ha comprometido a modificar el modelo para que estos centros dejen de ser «lugares aislados» del sistema sanitario, informa Efe. Para esta mujer, lo que está haciendo Ayuso ahora es «intentar reescribir la historia de lo que sucedió«.
«Los dejaron morir como a perros», dice una de las afectadas en el documental, donde de alguna manera también, como recuerda otra de las familiares, se homenajea a una generación que «se partió el alma por sacar a sus hijos adelante y murieron solos».
ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS
MUERTES EN LAS RESIDENCIAS MADRILEÑAS POR COVID
Anoche pudimos ver el documental que el PP ha querido censurar por todos los medios, como hace con todo lo que se acerca a la verdad sobre su gestión política, desde no saber quién es M. Rajoy hasta decir que les gusta la fruta para hablar de algunos políticos españoles.
Siguen con su código particular de estar en la política, en las instituciones, así su modus operandi es como el de cualquier mafia, a saber creativo, original, pretende la exclusividad, perverso y tremendamente inmoral, al margen de cualquier mínima ética que exija responsabilidades de cualquier tipo. Son el PP, el de la corrupción institucionalizada en todos los niveles de la política española, desde el local, pasando por el regional hasta el nacional, siendo el primer y único partido político sentado como imputado y sancionado en los tribunales de justicia españoles.
Sin embargo, anoche no pudieron. Sus tretas violentas, al más puro estilo intimidatorio, chulesco, prepotente y soez, verbalizando todo tipo de falacias, a cual más fácilmente desmontable, y modales barriobajeros, no sirvieron de nada. Toda España pudimos ver el trabajo de cientos de personas madrileñas que sumaron sus testimonios, esfuerzos, dolores, pérdidas y argumentos legales para componer el documental 7.291 tras la entrevista del periodista de La 2 al representante del PP en la Comunidad de Madrid, quien exhibió con su lenguaje verbal y no verbal todos y cada uno de los atributos antes citados al máximo nivel, sin dejarse uno, orgulloso de todos.
La obra de Federico García Lorca Así que pasen cinco años ha sido representado muchas veces, una de ellas en el teatro Español de la Plaza Santa Ana cuando yo estudiaba en Madrid y pude verla desde el gallinero, como solía ver todas las funciones por aquella época de estudiante. Fue alucinante, bajo la dirección de Miguel Narros. Es clave el paso del tiempo y la imaginativa percepción de del mismo nos enseña el granadino, asesinado antes de su estreno.
La imaginación dramatúrgica como elemento imprescindible para triunfar en los escenarios no se discute ni se ha discutido nunca, por eso Lorca sigue siendo uno de los mejores dramaturgos españoles.
Hoy, tras cinco años de la pandemia, la imaginación al servicio de la corrupción política resulta deleznable, especialmente inmoral. Hoy la memoria se puede recuperar porque esos cinco años no son lorquianos sino apenas un suspiro, son todavía rabia y llanto, son pesadillas y fármacos, sobre todo porque también son olvido y desprecio por parte de las instituciones que debían haber tenido otra actitud, si no entonces al menos después.
Los protocolos que impidieron llevar a los mayores de las residencias a los hospitales, a menos que se pagara un seguro privado, en la comunidad de Madrid no tiene parangón. Ni consuela ni se puede entender. En otras comunidades, esos protocolos decidían a quién salvar y a quién dejar morir por el covid, desde los hospitales y una vez practicados los primeros cuidados. No consuela pero se puede entender.
Anoche no estaba en el gallinero del Español sino en el salón de casa pero emocioné como en el teatro, bueno un poco más, ya que lo vi no era la creatividad y la imaginación de un genio sino la cruda realidad de una pandemia en Madrid.
Gracias a RTVE por mantener el nivel informativo sobre el convid, en cada momento oportuno, con el rigor periodístico de ser servicio público. De hecho, siguen los programas con entrevistas a científicas/os y responsables del ámbito de la salud que lidiaron con el virus y lo siguen haciendo hoy para saber más y poder protegernos mejor.
PP =. – Muertxs y heridxs en
atentados de Madrid
– Muertos del Yak 42
– Muertxs del metro de
Valencia
-Muertxs en las
residencias de Madrid
El PP lleva cerca de 8000 muertxs a su activo de partido corrupto y asesino
Y le seguíra votando el borreguismo nacional
Salud y anarkia
No hurgar en el pasado. El pasado no interesa a nadie, sólo a cuatro rencorosos. Pasar página (sin haberla leído) y mirar al futuro.
Es el lema de las derechas españolas y su defensa para seguir ocultando y enterrado su pasado asesino, su bestialidad, para que no se desmonte el falso guión que escribieron y siguen escribiendo ellos.
A mendacidad, juego sucio y malas artes nunca les ha igualado nadie.
Una generación luchadora, vaya si lo fue, que no merecía semejante fin.
Qué sabrá de aquellas luchas esta ignorante, pero obediente sirvienta del capital.
Suficiente mérito para preservarla en su puesto. La ignorancia del pueblo que vota a su enemigo completa el resto.