Internacional
Un informe de Oxfam denuncia la explotación laboral de las mujeres palestinas en los asentamientos israelíes
Empobrecidas por la ocupación ilegal de sus tierras, miles de mujeres se ven obligadas a trabajar para los colonos en situaciones de abuso sistemático que incluyen salarios ínfimos, largas jornadas, robo de salarios y hasta acoso sexual.
Un número creciente de mujeres palestinas se ven obligadas a buscar empleo en asentamientos israelíes ilegales debido a las severas restricciones económicas impuestas por la ocupación israelí. Así lo constata un informe publicado por Oxfam Intermón con el título Mujeres palestinas que trabajan en asentamientos ilegales israelíes: Dependencias, explotación y costos de oportunidad.
La mujeres que han sido objeto de este estudio tienen muy limitadas sus oportunidades laborales en la economía palestina, por lo que se ven obligadas a trabajar para las fuerzas ocupantes en condiciones precarias y de explotación, con larguísimas jornadas, salarios ínfimos y sin protección laboral (ni contractual ni física).
Las personas entrevistadas para elaborar este informe hablaron, por ejemplo, de trabajos peligrosos (como realizar labores agrícolas expuestas a pesticidas sin regulaciones de seguridad ni equipos de protección) y, en algunos casos, de situaciones de acoso. Habitualmente, se dan casos de robo de salarios, retención de beneficios prometidos, discriminación racial, así como agresiones sexuales y violencia física.
Más de 6.500 mujeres palestinas trabajan actualmente en asentamientos israelíes, principalmente en agricultura (65,5%) y labores de manufactura (33,3%), y esta cifra ha ido en aumento en los últimos años. Esta servidumbre ha crecido en paralelo a la ocupación ilegal de sus tierras por parte de Israel: si en el año 2000 había unos 200.000 colonos judíos en Cisjordania, hoy hay aproximadamente 700.000.
Esta dependencia económica de los asentamientos no es casual: es el resultado de décadas de políticas que han erosionado la economía palestina, dejando a los trabajadores, especialmente a las mujeres, sin alternativas viables. Aproximadamente 29.000 palestinos trabajan en asentamientos israelíes, la gran mayoría de los cuales son hombres. En total, más de 193.000 hombres y mujeres palestinos trabajan en Israel y en asentamientos israelíes.
«La expansión de los asentamientos israelíes, la confiscación de tierras y las restricciones al comercio, movimiento y desarrollo palestinos han creado sistemáticamente condiciones de pobreza y desempleo que empujan a más palestinos a trabajar en circunstancias de explotación», afirma el estudio de Oxfam.
«Mientras que los hombres palestinos llevan mucho tiempo empleados en los asentamientos israelíes, las mujeres enfrentan vulnerabilidades distintas en estos lugares de trabajo», explican. «Hay un número creciente de mujeres obligadas a trabajar en los asentamientos. Sin embargo, este empleo no representa una oportunidad económica, sino un reflejo de la coerción económica impuesta por la expansión ilegal de los asentamientos». Los sectores en los que trabajan estas mujeres (agricultura y fábricas de procesado de alimentos) ofrecen salarios aún más bajos que los que perciben los hombres (dedicados mayormente a la construcción) y las exponen a mayores riesgos de explotación, de robo por parte de los patrones y de acoso.
«Instamos a la comunidad internacional a poner fin a la explotación laboral de las mujeres palestinas en estos asentamientos y a garantizar sus derechos y protecciones», ha declarado Bushra Khalidi, responsable de políticas de Oxfam en los territorios ocupados. «Las instituciones internacionales deben actuar para desmantelar estas injusticias y garantizar que las mujeres palestinas tengan acceso a un empleo digno y legal dentro de su propia economía».
Este «acceso» incluye, lógicamente, el fin de la política de colonización realizada por los sucesivos gobiernos de Israel desde 1967. El informe exige garantías para el acceso de la población palestina a la tierra y los recursos, el fin de la explotación laboral y la posibilidad de construir economías locales resilientes.
A la gravedad de esta explotación laboral hay que sumar los ataques que está realizando el Ejército sobre Cisjordania. Desde los atentados perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023, al menos 261 palestinos han muerto en allí debido a los bombardeos israelíes. Esta cifra incluye a 41 menores y ha sido reportada por B’Tselem. Por ello, esta organización israelí pro derechos humanos habla ya de la «gazaficación» de Cisjordania.