Sociedad
La justicia italiana ordena a Juana Rivas que devuelva su hijo al padre
El fallo dice que "el único" de los dos progenitores que mejor puede asegurar el desarrollo de la personalidad del niño es el padre.
La justicia italiana ha vuelto a otorgar la custodia del hijo de Juana Rivas al padre, Francesco Arcuri, en un fallo que ha ordenado a la vecina de Maracena (Granada) que devuelva al menor a Italia, una decisión que además limita su derecho a ver al niño a estancias en Cerdeña.
El fallo de la Corte de Apelación de Cagliari, de 88 páginas y al que ha tenido acceso EFE, ha destacado que la custodia del menor recae en el padre, Francesco Arcuri, quien la ejercerá «en exclusiva» y con quien debe vivir el menor.
También ha ordenado a la madre que «de inmediato» lo restituya en su lugar de residencia, en Carloforte, aunque el equipo jurídico de Juana Rivas ha insistido en que esta decisión no afecta a la medida cautelar aprobada por un juzgado en funciones de guardia y que frenó la vuelta del niño con su padre.
Este fallo se produce después de que el equipo de Aránguez Abogados que representa a la española forzase la revisión de la sentencia que concedió a Arcuri la custodia de sus hijos.
El nuevo pronunciamiento judicial repasa la relación de la expareja y desde marzo de 2019 analiza las continuas denuncias de Rivas al italiano por maltratarla a ella y a sus hijos.
Incluye en ese relato que de los informes de Servicios Sociales italianos sobre los niños «no emergen datos preocupantes ni significativos» respecto a la figura paterna, lo que motivó el archivo de numerosas denuncias de la madre y permitió que el italiano mantuviese la «custodia exclusiva».
Señala además que Rivas demostró «grandes habilidades de manipulación hacia los menores».
El fallo también refleja que, en la audiencia celebrada el pasado 15 de noviembre de 2024, el Fiscal General anunció el archivo de las investigaciones abiertas en 2022 contra Arcuri por malos tratos a sus dos hijos y por los delitos de lesiones.
A este archivo suma que Arcuri no se opuso al viaje del menor de los dos hijos a España para pasar la Navidad con su madre y su hermano.
El niño partió el 22 de diciembre y estaba previsto que regresara a Italia el 2 de enero, pero ese regreso no se ha producido.
Según el fallo, el equipo de Juana Rivas anunció que el niño no iba a volver y que la decisión no buscaba «violar las disposiciones» de la justicia italiana sino «proteger temporalmente al menor en su domicilio de cualquier daño resultante de la convivencia paterna».
Atendiendo a los informes, la sentencia recoge que los malos tratos que ha relatado Rivas o el peligro para los hijos de estar con su padre es el resultado de «su deseo de oscurecer la figura paterna frente a sus hijos».
También apunta a que el menor de los hijos declaró el pasado 6 de diciembre su «sincero y fuerte apego» a la vida que ha tenido hasta el 22 de diciembre con su padre en Carloforte.
Con estos argumentos, la sentencia vuelve a otorgar la custodia del menor «exclusivamente» al padre y afirma que es «el único» de los dos progenitores que ha demostrado capacidad de «relación afectiva» y de educación y el que mejor puede asegurar el desarrollo de la personalidad del niño.
Recuerda que Rivas ya fue juzgada y condenada por un delito de sustracción de menores en 2016 y añade que «parece más que probable» que pudiera repetir su comportamiento y exponer a su hijo «a un grave riesgo de daño psicológico» por separarlos de manera prolongada del padre y de su entorno socioemocional.
Por eso, limita las visitas de la madre a Cerdeña y en momentos reglados, como los fines de semana cada dos semanas, en las vacaciones de Navidad y verano.
También acuerda mantener un seguimiento al menor y realizar una nueva evaluación del niño, que recibirá apoyo psicológico si lo necesita.
Quequé, imputado por delito de odio por sus palabras sobre el Valle de los Caídos y los curas pedófilos.
El titular del Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid, Carlos del Valle, ha dictado un auto de procesamiento contra el humorista Héctor de Miguel, conocido como Quequé, por un presunto delito de odio que habría cometido al afirmar en el programa de radio Hora Veintipico de la Cadena SER en junio de 2024 que había que “llenar de dinamita el Valle de los Caídos” y utilizar las piedras para “tirárselas a los curas que se hayan follado a algún niño, o sea, a todos”.
En el auto, adelantado por eldiario.es, Del Valle considera que tales manifestaciones no suponen una mera exageración o hipérbole, tampoco un ejemplo de humor sarcástico, sino que implican “la imputación de un delito sumamente grave a todo un colectivo llamando por ello a agredirles mediante el lanzamiento de piedras”.
Las palabras de De Miguel entrañan, según el magistrado, “una imputación gratuita, mendaz y directamente ofensiva que, llevada a cabo con la publicidad propia del programa en el que se vierte, puede resultar idónea para generar en parte de la audiencia, aun indirectamente, sentimientos de odio u hostilidad contra el colectivo concreto al que se refieren, por motivos relativos a su religión o creencias”.
De Miguel declaró por este hecho ante el juez Valle el 23 de enero, tras una denuncia de Abogados Cristianos. El humorista afirmó que estaba bromeando “exclusivamente con su público” cuando pronunció estas palabras.
Con este auto, el magistrado acuerda seguir el trámite de procedimiento abreviado, previo a la apertura de juicio oral en el que el humorista se sentaría en el banquillo. La defensa de De Miguel ha recurrido el auto, un recurso que ha sido impugnado por Abogados Cristianos.
La justicia italiana en este caso «huele» de lejos a desacertada e injusta.
Ánimo Juana, sigue luchando hasta que prevalezca lo que consideres justo y beneficioso para tus hijos.