Internacional
Las claves de la tregua entre Israel y Hamás: “Lo sucedido hace pensar que estos acuerdos también se van a vulnerar”
Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la UCM, y Pol Barqués, del CIDOB, comparan la tregua acordada entre Israel y Hamás con otras del pasado reciente.
Tras 15 meses de genocidio, y con casi 47.000 personas asesinadas en Gaza, Israel y Hamás han acordado una tregua para el domingo 19 de enero, a las 7:30 horas. Es un alto el fuego con muchos interrogantes, entre ellos, si Israel cumplirá lo pactado. Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), no es optimista: “Israel ha demostrado en el pasado que vulnera sistemáticamente todo lo acordado, porque es la parte fuerte de la ecuación. Si no hay una presión intensa por parte de la comunidad internacional, es muy posible que esta tregua acabe fracasando”, barrunta.
De una manera muy similar lo ve el investigador senior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) Pol Bargués. Éste afirma que “en la guerra hay normas y no se han cumplido. Ha habido ataques a Naciones Unidas, a hospitales, se ha usado el hambre como arma de guerra… Todo esto son crímenes que vulneran el derecho internacional, y hacen pensar que los acuerdos a los que se llegue también se van a vulnerar, como se vulneró el alto el fuego en el Líbano”.
Una de las razones para sospechar que el armisticio puede naufragar, subraya Álvarez-Ossorio, es que se trata de un proceso muy difícil de implementar, puesto que tiene tres fases, y hay aspectos de la segunda y de la tercera que aún no se han concretado. Además, “habrá mucha resistencia por algunos integrantes del Gobierno de coalición de Netanyahu, que son de partidos nacionalistas y supremacistas y están abiertamente a favor de una limpieza étnica. Será harto difícil que Israel respete la tregua, porque va a ser un campo de minas diario en las próximas semanas. Ya lo está siendo”, asume el catedrático.
¿El fin de la guerra?
La principal diferencia de esta tregua entre Israel y Hamás con las anteriores, es que “podemos estar cerca del fin de esta guerra”, comenta Bargués. “De la guerra que comenzó en 2023 –aclara–, lo que no significa el fin del conflicto ni que se pueda hablar de paz”.
La violencia, destaca el investigador del CIDOB, “continúa en muchas formas, primero porque se tienen que cumplir los acuerdos y no dificultar, por ejemplo, la entrada de ayuda humanitaria. Pero la violencia también sigue porque no se está hablando de las causas, que en este caso es la imposibilidad de construir un Estado palestino. La vulneración sistemática de Israel a este propósito, en Cisjordania, en Jerusalén este… Y todo esto no se está planteando. No podemos hablar de paz”.
Álvarez-Ossorio también señala esa posibilidad de que sea el fin como la principal desemejanza con otros altos el fuego. “Los demás eran intercambios de rehenes a cambio de la entrada de ayuda humanitaria. Con este buscan cerrar la guerra, que se reconstruya y que se establezca una nueva autoridad sobre ese territorio, que es otro punto discordante”, comenta.
Cabe preguntarse si, habida cuenta de las objetivas opciones de que esto no sea un final definitivo del genocidio, merece la pena iniciar una reconstrucción a fondo de Gaza. Bargués no lo duda: “Claro, y hacer todo lo posible, no solo para que no se destruya, sino para hacer que Gaza sea vivible. Que Palestina vuelva a ser una tierra digna. La idea de ‘no lo reconstruimos, porque lo van a volver a destrozar’ no es una idea válida. Todas las partes tienen que apostar por la reconstrucción. Y lo más rápido posible”.
Matar hasta el final
Aunque el alto el fuego no es definitivo, el Ejército israelí ha intensificado su ofensiva en los últimos días, mientras los palestinos celebraban el pacto. Aprovechar para atacar hasta el último minuto tiene una cruel lógica. Como apunta Pol Bargués, “todo lo que se gane durante la guerra, será mucho más difícil de recuperar en tiempos de paz”. Cuando se anuncia una paz, continúa el experto, “siempre hay ofensivas”.
“Es una constante”, manifiesta Álvarez-Ossorio, “cada vez que Israel ha firmado un acuerdo, ha aprovechado los días finales para intensificar de manera notable su ofensiva y provocar un elevado número de víctimas. Probablemente la intensifique en las últimas horas”.
El papel de Donald Trump
Tanto el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, como el entrante, Donald Trump, llevan días arrogándose el mérito de esta tregua. La realidad para los dos expertos consultados es que la tregua la ha ideado la Administración Biden, pero no hubiera salido sin la Administración Trump.
El catedrático de la UCM destaca que este alto el fuego casi calca la resolución 2735, del 10 de junio de 2024, del Consejo de Seguridad de la ONU. Y en aquel momento estaba Biden. Por lo tanto, distingue Álvarez-Ossorio, el presidente que se marcha “ha tenido un papel destacado, pero no ha sido capaz de presionar lo suficiente a Netanyahu, pese a que le ha dado una importante ayuda en términos militares: 28.000 millones de dólares en los últimos 15 meses”.
“Ha sido la presión de Trump a Netanyahu la que ha forzado que acepten la tregua. Ha tenido un papel determinante para que dejaran de poner pegas a un acuerdo que ya estaba prácticamente cerrado”, sostiene.
Bargués introduce otro elemento clave para que se haya llegado a un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás. “Los aliados de Hamás han ido perdiendo fuerza: con Hezbolá hay una tregua, el gobierno de Siria se acabó, e Irán está mucho más cauto, porque Israel bombardeó sus defensas aéreas. Esto deja a Hamás muy debilitado y forzado a negociar. Es una tregua desigual. Como todo este conflicto”, asevera.