Internacional
Principio de acuerdo para el alto el fuego en Gaza tras 46.700 muertos
La tregua durará aproximadamente un mes y medio durante su primera fase, en la cual Hamás liberará a una treintena de rehenes israelíes mientras Israel hará lo propio con hasta un millar de ciudadanos palestinos.
Las diferentes fuentes apuntaban en las últimas horas a un alto el fuego inminente en la Franja de Gaza y así ha sido. Los negociadores del Gobierno de Israel y de Hamás, reunidos durante semanas en Catar, han alcanzado una acuerdo para dar inicio a una tregua en el enclave tras más de 15 meses de genocidio por parte de las Fuerzas Armadas israelíes que han dejado un reguero de más de 46.700 muertos, según las cifras –conservadoras– del Ministerio de Salud gazatí.
El pacto, que debe ser ratificado por el gabinete de Benjamin Netanyahu –de él se espera que no lo boicotee, como ha hecho en anteriores ocasiones— durará aproximadamente un mes y medio durante su primera fase, en la cual Hamás liberará a una treintena de rehenes israelíes mientras Israel hará lo propio con hasta un millar de ciudadanos palestinos. En dos semanas se comenzará a negociar la segunda fase, que tendría una duración similar y también incluiría intercambio de prisioneros, según las diversas filtraciones que se han ido produciendo en los últimos días.
El acuerdo definitivo se produce horas después de que el grupo islamista entregase su respuesta positiva a los mediadores que se encuentran en Doha: «El movimiento abordó el asunto con plena responsabilidad y positividad, en consonancia con su deber hacia nuestro firme pueblo en la orgullosa Franja de Gaza, con el objetivo de poner fin a la agresión sionista, a las masacres y al genocidio al que está siendo sometido», ha anunciado la organización palestina en un comunicado.
Si se llegara a un fin definitivo de la ocupación tras las dos primeras fases temporales, el Ejecutivo de Netanyahu no habría conseguido su objetivo prioritario: acabar con Hamás. El grupo islamista sigue controlando la Franja aunque el propósito de Estados Unidos, de acuerdo con la hoja de ruta que la Administración Biden trasladará a Donald Trump, es que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) asuma el gobierno del enclave tras el fin de los ataques.
El acuerdo es prácticamente idéntico al propuesto por Estados Unidos en mayo y que fue rechazado por el primer ministro israelí. Ahora, sin embargo, a pocos días de la llegada de Trump a la Casa Blanca parece hacerse realidad tras los avisos del líder republicano, que alertaba de que pararía el conflicto en cuanto recobrase el mando estadounidense. El descontento de la población israelí, que primaba la vuelta de los rehenes, también ha sido un catalizador para alcanzar el acuerdo.
Uno de los principales escollos para la firma definitiva del pacto era la petición, por parte de Hamás, de mapas y fechas concretas de abandono de las diferentes zonas de Gaza por parte de el Ejército hebreo: «Los israelíes y los estadounidenses quieren que aceptemos la idea general de la ‘retirada de las zonas pobladas’ y pedimos mapas específicos y plazos para esta retirada», ha explicado hoy a EFE una fuente del grupo islamista. «Queremos garantías de que, después de la fase tres, el Ejército [israelí] se habrá retirado de toda la Franja de Gaza», añadió.
Según un comunicado emitido por la oficina del presidente de Israel, Isaac Herzog, el Estado israelí ya prepara el intercambio de rehenes con la ayuda de la presidenta de Cruz Roja Internacional, Mirjana Spoljaric. Para el ministro de Exteriores de Isreal, Gideon Saar, el acuerdo con Hamás es «doloroso» ya que, según sus palabras, implicará soltar «a terroristas y asesinos peligrosos», si bien ha reconocido la importancia del pacto: «Es muy importante para nosotros que nuestros hombres, nuestra gente, sea liberada del cautiverio».