Sociedad
Instagram y Facebook permitirán llamar “enfermos mentales” y “anormales” a las personas LGTBI
Días antes, Zuckerberg anunció que Meta eliminaba la verificación de contenidos por profesionales. Para el Foro Económico Mundial, la desinformación es el segundo gran riesgo al que se enfrenta la humanidad.
Llamar “enfermo mental” o “anormal” a las personas LGTBI ya no se considerará discurso de odio en Facebook, Instagram y Threads. Así se indica en la última versión de la ‘Política de Meta’ publicada este martes. Esto se suma a la decisión, anunciada recientemente por Mark Zuckerberg, cofundador y presidente de Meta, de eliminar la verificación de contenidos por profesionales siguiendo así el modelo implantado en X por su dueño, Elon Musk.
En clara contradicción con esta última decisión, en las primeras líneas de su apartado ‘Política’ desde Meta aseguran que “las personas se expresan y conectan entre sí con mayor libertad cuando no se sienten atacadas por ser quienes son”. “Por ello, no permitimos las conductas de odio en Facebook, Instagram ni Threads”.
Ante la deriva de Meta, La Marea y Climática dejaron de usar Facebook e Instagram para difundir sus artículos la semana pasada.
El discurso político y religioso sobre transexualidad y homosexualidad
Meta define las conductas de odio “como ataques directos contra las personas (no contra conceptos o instituciones) por razón de lo que llamamos características protegidas: raza, etnia, origen nacional, discapacidad, afiliación religiosa, casta, orientación sexual, sexo, identidad de género y enfermedad grave”.
En el Nivel 2 de los contenidos que no se pueden publicar incluyen “características mentales, como acusaciones de estupidez, capacidad intelectual y enfermedad mental, y comparaciones sin fundamentos con grupos con características protegidas en función de su capacidad intelectual inherente”.
Sin embargo, solo unas líneas más abajo, apuntan lo siguiente: “Sí permitimos las acusaciones de enfermedad mental o anormalidad cuando se basan en el género o la orientación sexual, dado el discurso político y religioso sobre transexualidad y homosexualidad, y el uso habitual no grave de palabras como ‘raro’”.
Entre los contenidos permitidos, también destacan los que aboguen “por las limitaciones de acceso a puestos de trabajo en cuerpos militares, fuerzas y cuerpos de seguridad, y el sector educativo en función del género”. “También permitimos este tipo de contenido en función de la orientación sexual, cuando este se basa en creencias religiosas”, explican.
“Es un paso monumental para permitir la propagación de la desinformación”
Días antes, se había anunciado la medida de Zuckerberg de alejarse de la comprobación de datos en sus redes sociales (Instagram, Facebook y Threads). Para Adrianus Warmenhoven, experto en ciberseguridad de la empresa NordVPN, esta decisión “es un paso monumental para permitir la propagación de la desinformación”.
“Estamos viendo granjas de bots de desinformación que se están desarrollando para distribuir información falsa a gran escala. Dar un paso atrás en la regulación de las redes sociales hace que estos motores de fake news sean imparables”, añade el experto.
La tecnología de la desinformación y sus creadores, comentan en NordVPN, “se benefician de la creación y difusión de información falsa. Este servicio, altamente personalizable y adaptable, permite segmentar con precisión los perfiles demográficos y manipular los algoritmos de las redes sociales para maximizar su impacto”.
La desinformación: el segundo riesgo mundial más grave, según el Foro Económico Mundial
En el informe Riesgos Globales 2024, publicado en febrero del año pasado por el Foro Económico Mundial, establecían, como los dos mayores riesgos para los siguientes años, “los fenómenos climatológicos extremos y la desinformación”. Seguidos de la polarización social, la ciberseguridad y los conflictos armados.
Según este informe, «la proliferación de la inteligencia artificial y la creciente facilidad con la que se puede generar información falsa y manipulada, son dos factores que, juntos, podrían contribuir a crear un terreno fértil para que la difusión de información errónea y desinformación se arraiguen y polaricen comunidades, sociedades y países».
Mucho antes de que los controles sobre los contenidos se relajarán en Instagram y Facebook, desde el Foro Económico Mundial ya advirtieron de que «la difusión de información errónea y desinformación puede llevar al refuerzo del autoritarismo digital y del uso de la tecnología para controlar a los ciudadanos. Los propios gobiernos estarán cada vez más en condiciones de determinar qué es verdad, lo que podría permitir a los partidos políticos monopolizar el discurso público y suprimir las voces disidentes, incluidos periodistas y opositores».
LA DESINFORMACION.
Washington Post, censura, servilismo, pleitesía…
Ann Telnaes, anunció el pasado viernes, 3 de enero, su renuncia a seguir en The Washington Post, sus motivos los deja en una declaración publicada en Substack…
Por qué dejo el Washington Post
La democracia no puede funcionar sin una prensa libre.
“Como caricaturista editorial, mi trabajo es hacer que las personas e instituciones poderosas rindan cuentas. Por primera vez, mi editor me impidió hacer esa tarea tan importante, por lo que he decidido dejar el Post…”
Ann Telnaes es de las mejores caricaturistas del mundo y ganadora del premio Pulitzer 2001. The Washington Post, propiedad de Jeff Bezos (fundador de Amazon), medio en el que trabajaba, le ha censurado una ilustración en la que mostraba a Jeff Bezos, al fundador de Meta, Mark Zuckerberg; a Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; a Patrick Soon-Shiong, propietario de Los Angeles Times; y a Mickey Mouse, la mascota corporativa de Walt Disney Company, rindiendo pleitesía a Donald Trump.
“La viñeta que fue eliminada critica a los multimillonarios ejecutivos de la tecnología y los medios de comunicación que han hecho todo lo posible por ganarse el favor del presidente electo Trump. Recientemente se han publicado varios artículos sobre estos hombres con lucrativos contratos gubernamentales e interés en eliminar regulaciones que se dirigen a Mar-a-lago”, ha declarado la caricaturista.
A lo largo de los años he visto a mis colegas extranjeros arriesgar sus medios de vida y, a veces, incluso sus vidas para denunciar injusticias y exigir responsabilidades a los dirigentes de sus países. Como miembro del consejo asesor de la Freedom Cartoonists Foundation, con sede en Ginebra, y ex miembro del consejo de Cartoonists Right, creo que los caricaturistas editoriales son vitales para el debate cívico y desempeñan un papel esencial en el periodismo.
Habrá gente que diga: “Oye, trabajas para una empresa y esa empresa tiene derecho a esperar que los empleados respeten lo que es bueno para la empresa”. Eso es cierto, salvo que estamos hablando de organizaciones de noticias que tienen obligaciones públicas y que están obligadas a fomentar una prensa libre en una democracia. Los propietarios de esas organizaciones de prensa son responsables de salvaguardar esa prensa libre, y tratar de ganarse la simpatía de un autócrata en ciernes sólo resultará en socavar esa prensa libre.
Como caricaturista editorial, mi trabajo es hacer que las personas e instituciones poderosas rindan cuentas. Por primera vez, mi editor me impidió hacer esa tarea tan importante, por lo que he decidido dejar el Post. Dudo que mi decisión cause mucho revuelo y que sea desestimada porque soy solo una caricaturista. Pero no dejaré de exigirle la verdad al poder a través de mis caricaturas, porque como dicen, “la democracia muere en la oscuridad”.
Gracias por leer esto.
https://loquesomos.org/washington-post-censura-servilismo-pleitesia/