Internacional
Gaza sigue a la espera de un alto el fuego que parece inminente
Hamás ha mostrado su "satisfacción" ante el avance de las negociaciones que, según explica, ya han llegado "a su fase final"
46.600 muertos después, la Franja de Gaza sigue esperando un alto el fuego que paralice, al menos temporalmente, el genocidio que las Fuerzas Armadas israelíes está cometiendo en el enclave palestino. Se trata, después de varios boicots por parte de Israel, de la primera vez tras más de 15 meses de ataques ininterrumpidos en el que la tregua está más cerca de consumarse. De llevarse a cabo, se produciría en una fecha clave: a menos de una semana de la llegada de Donald Trump de nuevo a la Casa Blanca.
Según recoge la agencia EFE por parte de fuentes de Hamás, el grupo islamista que gobierna la Franja, la firma del acuerdo con Israel parece inminente tras las conversaciones mantenidas por los mediadores de ambas partes en Doha, la capital de Catar, y podría consumarse este mismo miércoles. El informante asegura que la tregua vendría precedida del intercambio de los 94 rehenes israelíes que todavía mantiene retenidos, si bien nadie sabe cuántos de ellos siguen vivos y cuántos de ellos estarían muertos. Israel, por su parte, tendría que comprometerse a liberar a prisioneros palestinos que actualmente mantiene encarcelados en el país.
Un pacto que, sin embargo, se llevaría a cabo en dos partes: la primera incluiría la liberación de 34 rehenes israelíes bajo el compromiso de un alto el fuego de un mes y medio y la excarcelación de unos mil palestinos. La segunda fase supondría el fin de la cautividad del resto de israelíes secuestrados a cambio de la liberación de un número no determinado de prisioneros palestinos y otra tregua de un mes y medio más. Durante este segundo alto el fuego, el Gobierno sionista y Hamás tratarían de llegar a un acuerdo para poner fin de forma permanente a los cruentos ataques en Gaza.
En un comunicado publicado este martes, Hamás mostró su «satisfacción» ante el avance de las negociaciones que, según explica, ya han llegado «a su fase final», por lo que mantienen la esperanza de que concluyan en un «acuerdo claro y exhaustivo». El portavoz del Ministerio de Exteriores de Catar, Majed al Ansari, también ha avanzado que la tregua «está próxima» y que solo quedan por cerrar «simples puntos» relativos a su implementación.
Por su parte, la agencia Associated Press aseguró por la tarde que el grupo islamista habría aceptado un borrador de acuerdo, de acuerdo con el testimonio de dos funcionarios que participan en las negociaciones. No obstante, aunque se rubricase, este no entraría en vigor de forma inminente, ya que antes debe ser aprobado por el Gabinete de Seguridad de Netanyahu y, posteriormente, por su Gabinete al completo. En la actualidad, el primer ministro israelí sigue en busca y captura por parte de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional acusado de crímenes contra la humanidad.
Israel sigue su campaña de muertes
En mitad de las negociaciones, Israel no cesa en sus ataques. Solo este martes, las Fuerzas Armadas sionistas han matado al menos a 26 personas, según recoge EFE; 12 de ellas en la localidad de Jan Yunis, en el sur de la Franja. En Al Darach, los bombardeos israelíes quitaron la vida a otras personas.
Entre las personas que han sido asesinadas se encuentra el periodista Muhamad Bashir al Talmis, editor de la agencia de noticias gazatí Safa, según ha denunciado el gobierno de Gaza en un comunicado. Desde el inicio de la última invasión israelí, el Ejército sionista ha colocado a la prensa en su objetivo y ha matado a más de 200 periodistas, reporteros e informadores.
Todo ello se suma a la sangrienta campaña de ataques que el Ejército sionista llevó a cabo durante el lunes y que, según Al Jazeera, se cobraron la vida de casi 60 personas.
«Terrorismo» y hambre
El genocidio cometido por Israel durante los últimos 15 meses no ha podido ser obviado por el Papa Francisco en su autobiografía Esperanza, publicada este martes en Italia. El Pontífice asegura en ella que matar a civiles indefensos, como ha hecho Israel en la Franja, «también es terrorismo» ya que, someter al hambre a toda una población «produce el mismo terror insensato».
La ofensiva israelí ha provocado el desplazamiento del 90% de la población en Gaza y ha abocado a la hambruna a una parte importante de la ciudadanía gazatí. La obstrucción israelí a la llegada de ayuda humanitaria al enclave ha sido denunciada de forma insistente por organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha hecho público el control sistemático que las Fuerzas Armadas ejercen sobre los productos más básicos, diseñando un sistema que impide el flujo de ayuda: «Más allá de los alimentos, también hay problemas de combustible. Hace diez días, nos vimos obligados a reducir a la mitad nuestra distribución de agua potable porque no había suficiente combustible para los camiones. MSF es actualmente uno de los mayores proveedores humanitarios de agua en Gaza, pero las necesidades son enormes y no podemos satisfacerlas todas», expresó MSF en un comunicado en diciembre.
La llegada del invierno ha acrecentado aún más el sufrimiento de la población gazatí. Tras la destrucción masiva de infraestructuras y barrios completos, la búsqueda de refugio se ha hecho más difícil para las familias: «La población está al límite», aseguran desde MSF