Sociedad

La Marea deja de publicar en Facebook e Instagram

La Marea no difundirá sus artículos en las redes sociales de Mark Zuckerberg hasta concluir el análisis de nuevas herramientas digitales en el que llevamos varios meses trabajando y que nos han llevado a abandonar X/Twitter y a usar solo 'cookies' imprescindibles.

El presidente de EEUU, Donald Trump, dando la bienvenida al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, al Despacho Oval de la Casa Blanca durante su primer mandato. JOYCE N. BOGHOSIAN / THE WHITE HOUSE

La Marea y Climática, medios editados por la cooperativa MásPúblico, dejarán de usar las redes sociales de Meta (Facebook e Instagram) hasta concluir el debate interno iniciado hace unos meses por su redacción con el objetivo de usar herramientas digitales más democráticas y menos tóxicas. 

Adoptamos esta decisión después de que Mark Zuckerberg, cofundador y presidente de Meta, anunciara el martes que este gigante tecnológico elimina la verificación de contenidos por profesionales. Sigue así el modelo implantado en X por su dueño, Elon Musk. La mano derecha de Donald Trump, presidente electo de EE. UU., lleva meses promoviendo bulos y fomentando la manipulación informativa. Su apoyo a partidos de corte fascista y las acciones para interferir en procesos electorales han hecho que varios líderes europeos lo definan como un peligro para la democracia.

El pasado 31 de diciembre, desde La Marea y Climática anunciamos que abandonábamos X. Una decisión difícil ya que las audiencias en esta red social de ambos medios sumaban una comunidad de más de 290.000 seguidores. Una publicación como La Marea ya se enfrenta a demasiadas dificultades para difundir su trabajo, pero desde nuestros inicios, en diciembre de 2012, hemos intentado construir un medio de comunicación lo más coherente posible con su línea editorial.

Nuestra empresa, una cooperativa sin ánimo de lucro, rechaza los publirreportajes y se rige por un estricto código para anunciantes aprobado en asamblea. Por ello, nunca hemos aceptado la publicidad ni el patrocinio de ninguna empresa del IBEX 35. 

Sin embargo, hasta ahora no habíamos podido priorizar la reflexión sobre cómo afectan las redes sociales al periodismo y, en concreto, a nuestro trabajo. Hemos abierto cuentas en espacios que han cambiado normas, algoritmos y propietarios sin que pudiéramos decidir apenas nada. Y nos hemos ido convirtiendo en aparceros de terratenientes cada vez más despóticos y fanáticos, pero ¿quién se atreve a renunciar al trocito de huerta que ha estado sembrando durante años?

En el debate de la redacción sobre prescindir de las redes sociales de Meta ha habido quien, con buenos argumentos, ha señalado una obviedad: ser coherentes al 100% es imposible. El simple hecho de intentar aparecer en los motores de búsqueda implica colaborar con ellos. Además, cada vez que emprendemos una nueva acción para intentar ser coherentes lo pagamos más o menos caro, con un precio que la mayoría ignora. Entre otros problemas, tener menos difusión hace aún más difícil darse a conocer entre nuevos posibles suscriptores.

Sin Google Analytics

Todos los artículos de lamarea.com y climatica.coop se publican en abierto. Nadie debe aceptar cookies para poder leerlos. Aun así, en junio de 2024 renunciamos a usar Google Analytics, una herramienta gratuita de medición de audiencias exigida por muchas empresas y administraciones para anunciarse o conceder una ayuda económica. Lo hicimos tras publicar un reportaje de investigación en el que tomamos conciencia de la cantidad de datos de los lectores y lectoras que recopila dicha herramienta, datos personales que son cedidos a sus empresas asociadas y que viajan por países de todo el mundo. 

Sabemos que a la mayoría de la población no le importa regalar sus datos a cambio de poder leer un artículo. Sin embargo, para nuestra cooperativa es importante protegerlos. Por ello, decidimos no participar de ese opaco negocio sobre el cual han alertado organizaciones en defensa de los derechos humanos.

En el número 100 de nuestra revista bimestral, Pat de Brún, de Amnistía Internacional, explicaba que «ya hay pruebas contundentes de que entidades estatales y empresariales recurren a este sistema para manipular a la opinión pública, demonizar y atacar a grupos minoritarios vulnerables e influir en los resultados electorales». En el fondo, a nadie nos debería sorprender.

Encontrar una herramienta de analítica que respete la privacidad de nuestra audiencia fue más complicado. Finalmente, el pasado noviembre, después de consultar a diferentes especialistas, decidimos contratar los servicios de Overtracking para analizar datos básicos de visitas y lecturas sin recabar datos personales. 

Por ello, cuando lanzamos una campaña de crowdfunding de Climática el pasado septiembre, decidimos no poner anuncios en redes sociales dirigidos a la audiencia potencialmente interesada en nuestro medio especializado en cambio climático. Necesitábamos esa promoción para evitar sufrir tanto como lo hicimos para alcanzar el objetivo mínimo, pero no queríamos caer en el cinismo: si habíamos decidido proteger a nuestros lectores y no regalar sus datos personales a terceras empresas, tampoco podíamos usar los que recopilan otras.

Lo más probable es que en los próximos meses sigamos tomando decisiones empresariales poco recomendables para quien considere que la información es un negocio, y los lectores y lectoras, usuarios o clientes. Pero no es nuestro caso. 

Mientras seguimos avanzando en este proceso, nos comunicaremos a través de nuestras páginas web y nuestras cuentas en Bluesky, Linkedin, Telegram y Mastodon. También seguiremos difundiendo nuestro trabajo en la newsletter semanal de La Marea y la de de Climática. Y, por supuesto, seguiremos publicando a diario y en abierto desde nuestras páginas webs. Cada vez son más las personas que las visitan sin intermediarios, sin esperar a encontrar en una red social el enlace a un artículo. Vienen directamente a la home de lamarea.com y de climatica.coop porque no necesitan que nadie las invite a su casa.

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Comentarios
  1. Gracias, amigas.

    Me alegra saber que tenéis coraje para marchar con la frente alta.

    Y lamento no disponer de un cierto desahogo económico para subir el importe de mi suscripción.

    Pero, con el fin de incitar a otros, haré una pequeña donación siendo plenamente consciente de que no es para vosotras, sino para mí y quienes queremos un mundo algo menos indecente y comercializado.

    Aclaro que no voy a salirme de ninguna red social porque creo que no estoy en ninguna (salvo que VhatsApp lo sea)

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