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Es por tu seguridad: las cámaras de los Tesla lo ven todo

Los coches fabricados por la empresa de Elon Musk registran todo lo que ocurre a su alrededor y podrían vulnerar la legislación sobre protección de datos. Hoy se sabe que esas imágenes, «a veces muy invasivas», se han compartido entre trabajadores de Tesla.

Logotipo de Tesla en el capó de uno de sus coches. ÁLVARO MINGUITO

Si estás alrededor de un Tesla, es posible que estés siendo grabado. “No es legal”, asegura a La Marea el abogado y experto en privacidad, Samuel Parra. Pero da igual, lo hacen. Y suman a los coches eléctricos a esta suerte de Gran Hermano en el que se han convertido algunas ciudades. Es por “seguridad”, argumentan.

Bajo esa premisa protectora, los vehículos eléctricos de la empresa de Elon Musk (hoy principal asesor de Donald Trump y un peligro para la democracia, según varios líderes europeos) disponen de varios sistemas de cámaras para no perderse ningún detalle: interiores, exteriores para grabar mientras se conduce, exteriores cuando el coche está estacionado y la opción de ‘ver en tiempo real’. La privacidad de esas imágenes, en ocasiones, se ha visto comprometida.

Cámaras apuntando a la vía pública

Para comprender hasta qué punto las cámaras de los Tesla estarían incumpliendo la legalidad vigente, conviene repasar qué dicen las normas acerca de las cámaras que hay en las calles. Por un lado, están las que colocan los ayuntamientos para velar por la seguridad del viandante. Éstas, afirma Parra, “si han sido aprobadas por el procedimiento legal, y se indica que hay una cámara ahí, sí son legales”.

Distinto tratamiento tienen las cámaras que se instalan en las tiendas o en los portales. “No pueden apuntar a la vía pública”, deja claro el experto. “Sólo se permite si, por la estructura del local, es imprescindible coger un trozo de acera para grabar la entrada de la tienda”.

No obstante, como sucede con las cámaras de los Tesla, “es ilegal, pero se hace, y sirve para encontrar a delincuentes. Aunque esa prueba un tribunal te la anula, porque vulnera derechos fundamentales”, subraya Parra.

Modo centinela del Tesla

Sabiendo lo anterior, se entiende mejor lo siguiente. El modo centinela de Tesla graba el entorno del vehículo, cuando éste está aparcado y alguien se acerca al coche. Como aviso, se encienden los faros y aparece un mensaje en la pantalla interior. Si hay una amenaza (robo, golpe, etcétera) también suena la alarma.

Guarda todo lo que graba y se empieza a sobrescribir cuando el almacenamiento interno está lleno. El propietario tiene la posibilidad de ver esas grabaciones en el propio coche, o en otro dispositivo si extrae el pendrive que está en el vehículo.

“No es legal”, apunta sin ambages Parra, “es como si yo instalo una cámara en mi fachada y graba cuando hay movimiento”. Y que avise, aclara el abogado, “es irrelevante. Sólo basta ver las decenas de multas que hay todas las semanas, por vecinos que colocan una cámara dentro de su parcela, pero enfocando hacia la calle”.

¿Y por qué se comercializan estos coches con un dispositivo ilegal? La respuesta del abogado es tan sencilla como contundente: “Tampoco la ley permite superar los 120 km/h, pero el coche tiene capacidad para ir mucho más rápido”.

Pere Soldevila, abogado y profesor de EAE Business School, con el que también se ha puesto en contacto este medio, es igualmente contundente: “Grabar permanentemente y de manera arbitraria no es lícito”.

Únicamente se podría grabar, puntualiza el profesor, “si el interesado ha sido informado, de manera fehaciente, acerca de quién es el responsable del tratamiento, cuál es la finalidad de la grabación y la manera en la que puede ejercer sus derechos”.

Es algo, comenta Soldevila, “que los fabricantes van ajustando. Seguro que Tesla se irá adaptando”.

Ver en tiempo real

Siempre que el modo centinela esté activado, y el propietario quiera, puede ver en tiempo real lo que está sucediendo alrededor de su coche. Es como un streaming y su uso se limita a 15 minutos. Para alertar al viandante, las luces parpadean cada cierto tiempo y se muestra un mensaje en la pantalla táctil. No se graba nada, excepto si acaece una amenaza y salta el modo centinela.

En este caso, Parra pone como ejemplo el de los videoporteros, “en los que sólo se activa la cámara cuando alguien llama al telefonillo, pero no únicamente por el hecho de que la persona descuelgue”. De nuevo, el experto es claro: “No se debería poder ver todo lo que está pasando todo el rato”.

El artículo 13 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) indica que “cuando se obtengan de un interesado datos personales relativos a él, el responsable del tratamiento, en el momento en que estos se obtengan” le facilitará información acerca de, entre otros, “la identidad y los datos de contacto del responsable y, en su caso, de su representante; los datos de contacto del delegado de protección de datos, en su caso; o los fines del tratamiento a que se destinan los datos personales y la base jurídica del tratamiento”.

En referencia a las zonas videovigiladas, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) concluye que “lo previsto en el RGPD resulta de aplicación a la captación de imágenes con independencia de que éstas se graben o no”.

‘Dashcam’

Aunque no sólo están presentes en los Tesla, la dashcam en los vehículos de la marca de Musk graba los alrededores del vehículo, mientras se conduce. “Utilice la dashcam para grabar incidentes de conducción u otros eventos importantes, como lo haría con una cámara externa en otros vehículos”, reza el Manual del Propietario del Tesla Model 3.

Las grabaciones se guardan en una memoria integrada y se sobrescriben continuamente. Pero hay tres sistemas de guardado: el automático, por el que se guarda una grabación cuando se detecta un evento de seguridad crítico, como una colisión. El manual, para el que se debe tocar el icono de la dashcam con el objetivo de guardar lo grabado en los últimos 10 minutos. Y el claxon: al tocarlo se graban los últimos 10 minutos.

Es por tu seguridad: las cámaras de los Tesla lo ven todo
Concesionario de automóviles Tesla en Vizcaya. ÁLVARO MINGUITO

Soldevila indica que la AEPD ha dicho que la grabación de estas imágenes es lícita, “siempre que se cumplan una serie de garantías”. El profesor se refiere, entre otros, al apartado F, del artículo 6, del RGPD, el cual indica que el tratamiento sólo será lícito si “es necesario para la satisfacción de intereses legítimos perseguidos por el responsable del tratamiento o por un tercero, siempre que sobre dichos intereses no prevalezcan los intereses o los derechos y libertades fundamentales del interesado que requieran la protección de datos personales, en particular cuando el interesado sea un niño”.

Es decir, agrega el experto, “si la obtención de esa prueba sirve para probar una infracción de tráfico, está alegando lo establecido en el artículo 24 de la Constitución Española, que es la tutela judicial efectiva”.

Coincide con él Samuel Parra: “La AEPD dice que tú no puedes estar grabando permanentemente el exterior del vehículo. Las dashcam son correctas si llevan un sistema que active la grabación cuando hay un evento predeterminado”.

Cámara de la cabina

Por último, está la conocida como cámara de la cabina, que está situada encima del espejo retrovisor, y, “con el piloto automático activado, puede detectar la falta de atención del conductor y generar alertas acústicas para recordarle que debe mantener la vista en la carretera”, apuntan desde Tesla.

Informan también en la empresa de que, “de forma predeterminada, las imágenes y los vídeos de la cámara no salen del vehículo y no se envían a nadie, incluido Tesla, a menos que habilite el uso compartido de datos”.

Parra comenta que la grabación interna del vehículo es legal en caso de particulares, “pero no en el de los taxis”. Sobre esto, la AEPD indica que la cámara la debe instalar “una empresa de seguridad privada, que deberá de obtener la autorización del Ministerio del Interior y si la cámara graba deberá de notificarlo previamente a la Agencia Española de Protección de Datos, para su inscripción en el Registro General de la misma”.

Por regla general, tal y como apuntan en el Real Automóvil Club de España (RACE), la Dirección General de Tráfico (DGT) considera que se puede llevar una cámara en el coche “siempre que la coloques detrás del retrovisor o en otro lugar donde no afecte a la visibilidad (si no, la multa es de 80 euros) y no la toques mientras estás conduciendo (lo que supondría una falta grave que conlleva multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet)”.

Este tipo de cámaras, declara la abogada del departamento jurídico de RACE, Carmen Lázaro, “sólo pueden captar imágenes hacia el exterior del vehículo, limitándolas al frontal del mismo, y hacia el interior (excluyendo la captación de la imagen del conductor). La captación de imágenes panorámicas de las vías públicas sería desproporcionada y carente de legitimación conforme a informes de la Agencia de Protección de Datos”.

¿A dónde van las imágenes de la cámara de cabina?

En el Aviso de privacidad de clientes de Tesla se manifiesta lo siguiente: “Para que las grabaciones de la cámara para el aprendizaje de la flota se compartan con Tesla, se requiere su consentimiento de uso compartido de datos, pudiéndose controlar a través de la pantalla táctil del vehículo en cualquier momento. Incluso si decide compartir los datos, a menos que los recibamos como resultado de un evento de seguridad (una colisión del vehículo o el despliegue de airbags), las grabaciones de la cámara permanecen anónimas y no vinculadas a usted o a su vehículo”.

Pero, a tenor de lo declarado por algunos empleados de Tesla, la empresa de Elon Musk no cumple con sus propios requisitos de seguridad. En abril de 2023, la agencia Reuters publicó un reportaje con el título «Los trabajadores de Tesla compartieron imágenes sensibles grabadas por los coches de los clientes».

En dicha información, partiendo de entrevistas realizadas por Reuters a nueve exempleados de Tesla, se apunta que, entre 2019 y 2022, varios trabajadores y trabajadoras “compartieron de forma privada a través de un sistema de mensajería interna, vídeos e imágenes a veces muy invasivos grabados por las cámaras de los coches de los clientes”.

Algunas de las grabaciones “muestran situaciones embarazosas, como un hombre que se acercaba a un vehículo completamente desnudo”, relataron los extrabajadores.

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