Memoria histórica | Sociedad
El largo viaje de 90 años para recuperar los restos de Eloísa
Entregan el cuerpo de una de las ’12 costureras’ de Granada. Su hermano pequeño ha vivido lo suficiente para recibir los restos. Se trata de la primera mujer identificada en las fosas del Barranco de Víznar, cerca de donde fue asesinado Federico García Lorca.
Cuando asesinaron a Eloísa, en octubre de 1936, su hermano pequeño, Mario, tenía apenas tres años. No la recuerda y ha sabido muy poco sobre su vida, casi todo ya de adulto y reconstruyendo lo poco que se comentaba de ella en casa: “Era mucho sufrimiento y a mí no me contaban nada directamente”. El pasado 4 de enero, en un acto solemne e íntimo en el Ayuntamiento de Víznar, Granada, recibió sus restos y los pocos efectos personales encontrados junto al cuerpo.
Eloísa Martín Cantal es la primera mujer, y la tercera víctima en total, identificada en la fosa común del Barranco de Víznar, donde se calcula que fueron ejecutadas entre 200 y 400 personas en los primeros meses de la Guerra Civil tras triunfar el golpe de Estado en la ciudad nazarí.
“Estoy feliz porque, aunque sea poco tiempo, la voy a poder tener conmigo. La van a incinerar y estará con nosotros, con la familia, mientras yo viva”, explicó Mario a los periodistas tras la entrega solemne. “Le doy gracias a Dios porque han podido encontrarla. Aunque la mataran en nombre de Dios, yo le doy gracias a Dios”.
La identificación de la joven granadina, de apenas 19 años en el momento de su asesinato –por lo que han podido reconstruir los investigadores, murió de un tiro en la cabeza disparado a muy corta distancia–, es importante porque permite seguir arrojando luz sobre los represaliados en la zona de Víznar. Allí, el trabajo de un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha identificado desde 2021 hasta 17 fosas y rescatado los restos 132 personas, entre ellas 31 mujeres.
Gracias a estos trabajos se está reconstruyendo la historia de otras víctimas como Eloísa, ejecutadas en los primeros compases del golpe pero cuyo destino final se ignoraba. Formaban parte de las conocidas como “12 costureras” de Granada. En algunos casos, estas mujeres eran militantes sindicales. En otros, eran familiares de líderes destacados: por ejemplo, el hermano mayor de Eloísa y Mario, Nicolás, fue un dirigente de la UGT local que participó en la huelga general de 1934. Sea como fuere, se trataba de personas relacionadas con movimientos de izquierdas y de entre 20 y 40 años. Por el momento, la única identificada ha sido la más joven, de nuevo Eloísa, quien trabajaba desde que era una niña para ayudar a la economía familiar.
Estos hallazgos (junto a los de otros como Juan de Dios Adarve y Antonio Rosales, los dos primeros cuerpos identificados y entregados a las familias, en junio de 2024) están permitiendo ampliar y corregir lo que hasta ahora se sabía de la represión en la zona. Hasta esta investigación de 2021, la lista de represaliados y los lugares de los asesinatos dependieron de los trabajos del periodista falangista Eduardo Molina Fajardo, quien en los años setenta, y mientras investigaba los detalles de la muerte de Federico García Lorca (supuestamente asesinado en la misma carretera de Víznar, aunque en otro sector), ofreció un primer recopilatorio de nombres.
“Descubrimos el expediente de Eloísa en una investigación en los archivos de la Real Chancillería de Granada en 2018”, explica Silvia González, la investigadora que hizo posible saber que el cuerpo se encontraba en Víznar y los detalles para identificarlo. “El padre de Eloísa, Francisco Martín, intenta inscribir a la hija como fallecida durante la guerra para evitar que el hermano pequeño tenga que hacer el servicio militar, y dice que la pudieron fusilar por casualidad. Solo que ese documento contiene errores, se apuntó mal la fecha de nacimiento, y al principio creímos que tenía solo 15 años”.
Las compañeras de Eloísa
Confirmar la edad real, 19, fue uno de los datos que ayudaron a identificar el cuerpo. Eloísa fue detenida en la casa familiar (es posible que lo hicieran cuando los golpistas buscaban a su hermano Nicolás), en el municipio de La Malahá, y la tuvieron retenida junto al resto de modistas. Su cuerpo se ha recuperado de una fosa junto a otras 11 mujeres, pero no se ha podido confirmar la identidad de ninguna de ellas. “Hay que tener en cuenta que, en algunos casos, mataron tanto al marido como a la mujer”, nos aclara González. “Y del resto de modistas, solo de una tenemos familiares localizados para cotejar la prueba de ADN, como la de Mario, que ha permitido identificarla al 100%”.
El acto de entrega de los restos a Mario Martín estuvo presidido por el alcalde de Víznar, David Espigares (IU), y la concejala de Cultura, María Ortega (IU), con la presencia de la familia de Mario, el equipo de la UGR dirigido por Francisco Carrión y representantes de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH). En este caso se celebró también lo poco habitual de poder entregar los restos ya identificados a un familiar directo de primera generación; en los casos de Adarve y Rosales se tuvo que contar con los nietos, algo mucho más frecuente. “Empezamos todo esto muy tarde”, declaró un miembro de la UGR durante la ceremonia.
Aunque Eloísa ahora se quedará con su hermano y su familia tras ser incinerada, los restos de otros represaliados irán a parar a un futuro mausoleo en el cementerio de Víznar. Los restos de las víctimas que no puedan ser identificadas permanecerán allí, también los de algunas que sí cuyos familiares elijan esta opción, acompañados de una placa con su nombre. El compromiso del ayuntamiento del municipio garantiza que será un monumento que explique la represión en el lugar y quiénes fueron quienes allí descansan. Como explicó Francisco Carrión, “han estado mucho tiempo silenciados y se trata de que ahora tengan visibilidad. No contra nadie, sino por su memoria”.
Los trabajos en el Barranco de Víznar arrancaron en 2021 con el propósito explícito de localizar a las cerca de 400 personas que se estima que fueron asesinadas en la zona, relativamente cerca del lugar donde las investigaciones apuntaban que pudo ser ejecutado García Lorca. Por contraste, se trataba de rescatar a los anónimos y recomponer sus historias desde cero. Hasta ahora se siguen pudiendo encontrar placas en el parque que hoy ocupa el lugar. Es el homenaje precario de las familias a sus desaparecidos. Acudieron allí bien por los indicios conocidos en vida o por investigaciones como la de Molina Fajardo, u otras más modernas, como las de González. El futuro mausoleo completará ese trabajo, dándoles la dignidad que se les intentó negar durante décadas.
Párrafos extraídos de una entrevista en El Viejo Topo a Enrique Javier Díez Gutiérrez, doctor en Ciencias de la Educación. «Cuando la historia oculta el pasado»:
…se sigue evitando las alusiones a las fosas comunes, a los miles de desaparecidos sin identificar en España o a los movimientos de Recuperación de la Memoria Histórica.
…La Transición se edificó sobre una «amnesia inducida» con el resultado de una desmemoria que establecía una falsa equidistancia de responsabilidades entre vencedores y vencidos.
…Está transición sin ruptura que hizo surgir la «legalidad democrática» directamente del aparato legal franquista, no permitía una condena de éste sin poner en cuestión los cimientos de la actual monarquía parlamentaria.
…No se puede equiparar a las víctimas y a los victimarios, no se puede defender una visión equidistante entre el torturador y el torturado. Es indefendible la teoría de «olvidar el pasado y no repetir la barbarie».
Como nos recuerda Juan Gelman, escritor y víctima de la dictadura argentina: «desaparecen los dictadores y aparecen inmediatamente los organizadores del olvido», «no pocos de quienes preconizan el olvido del pasado en realidad quieren el olvido de su pasado en particular».
…las dictaduras utilizan el olvido para imponer su visión de la historia.
…el derecho a saber debe ser desarrollado por todos los centros educativos y todos los libros de texto escolares.
…la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado.
No se puede construir un futuro con un pasado basado en la impunidad
Para ser demócrata hay que ser antifascista.