Un momento para respirar

Asesinos en serie de guante blanco

«Los ejecutivos de los seguros privados de salud en Estados Unidos son conscientes de que el sistema provoca decenas de miles de muertes al año y lleva a la ruina a cientos de miles», anota José Ovejero en su diario. «¿Merece Luigi Mangione un castigo mayor que dichos directivos?».

Luigi Mangione, acusado de haber asesinado al CEO de UnitedHealthcare, en el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York. CURTIS MEANS / EFE

21 de diciembre

Un hombre que mata a otro hombre de forma premeditada es un asesino. Se le juzga, se le condena a las penas más duras. Un hombre que, a sabiendas, colabora activamente con un sistema que provoca miles e incluso millones de muertes, puede ser recibido y adulado por presidentes y ministros, se le halaga en la prensa, se le pone de ejemplo.

Lo pienso leyendo sobre Luigi Mangione, el estadounidense que asesinó al consejero delegado de United Healthcare. Los ejecutivos de los seguros privados de salud en Estados Unidos son conscientes de que el sistema provoca decenas de miles de muertes al año y lleva a la ruina a cientos de miles. Su complicidad no se manifiesta solo por su aceptación tácita, sino que ejercen presión sobre los gobiernos y el senado para que el sistema no cambie. Gastan muchos millones en esa labor de cabildeo. También los ejecutivos de las empresas del tabaco ocultaron durante años las informaciones sobre las muertes provocadas por el producto que vendían y sabemos de casos en los que las empresas farmacéuticas silencian los efectos secundarios –a veces mortales– de sus medicamentos, y financian contraestudios que los desmienten.

Independientemente de que en alguno de estos casos, tras larguísimos juicios y el gasto de millones del erario público para llevar a los responsables ante el juez, la sociedad no tiende a considerarlos asesinos –aunque hubiera premeditación y el resultado fuese la muerte de personas– y pudieron mantener su estatus social.

¿Merece Luigi Mangione un castigo mayor que los dichos directivos?


22 de diciembre

En las redes sociales, las opiniones, la ideología y las relaciones humanas se han convertido en espectáculo a un nuevo nivel. No se suele tratar de una representación consciente como la de un mítin político o una entrevista o en un programa de cotilleo; se trata más bien de la absorción de lo íntimo y cotidiano hacia su representación pública, falsificándolo y convirtiéndonos en marionetas de nosotros mismos.


Hemos visto tantas películas en las que los Estados Unidos salvan a Europa del nazismo y resulta que ahora podrían devolvernos a él. La deuda que teníamos con ellos parece que va ser tristemente saldada.


24 de diciembre

Edurne se ha ido a casa de sus padres por Navidad. Me quedo solo con Goxo. Es el segundo año que lo hago –el pasado iba a ser así, pero Edurne se quedó por lo de mi operación–. He soñado, por cierto, que me tenían que operar y cortar una parte considerable del cuerpo, creo que un costado. He dormido fatal y, los pocos ratos que he dormido, acosado por pesadillas igual de desagradables.


Desde una cuenta de Twitter del PP ridiculizan a quienes decimos «felices fiestas» y no «feliz navidad». La batalla cultural lleva a niveles absurdos. Verdaderamente no tienen nada que ofrecer. Pero les funciona envenenar el ambiente con idioteces, así que seguirán haciéndolo.

Además, qué van a ofrecer a los votantes, cuando un gobierno de centro izquierda está creando empleo, subiendo salarios mínimos, logrando crecimiento económico. No es que sea un gran defensor del PSOE y cada vez menos de Sumar, pero está claro que la derecha no puede plantear la batalla en el terreno económico. Y tampoco puede decir abiertamente sus pretensiones: bajar impuestos a los más ricos, sustituir lo público por lo privado, hacerse con el control de todas las instituciones. Entonces, sí, batallas culturales. Provocar enfrentamiento generando una y otra vez temas irrelevantes pero con potencial conflictivo.

Felices fiestas, cabrones.


He decidido no leer ninguna lista de los mejores libros del año. Me parecen más honestas las listas de los más vendidos: objetivas, banales, pero claras en su reflejo no del valor literario sino del valor de mercado. Las listas de los mejores, aparte de la tarea imposible de selección que suponen, reflejan también el mercado pero de forma oculta. Con los miles de libros que se publican al año, es llamativa la repetición masiva de algunos títulos a través de las listas, en parte debido a que unos pocos libros son muy leídos y por eso tienen más posibilidades de ser votados.

Aparte de que la influencia de las listas también es parte del mercado: cuanto más popular sean el medio o/y quien hace la selección, mayor peso tendrán en las decisiones de compra. Lo minoritario se vuelve marginal o inexistente en la valoración. Como en cualquier otro producto del capitalismo, solo lo que se multiplica es realmente valioso.


27 de diciembre

Tres días enfermo. Fiebre de 39 y pico. La cena de Nochebuena: una manzana, un plátano y un yogur.

He pensado poco y escrito aún menos, lo que se refleja en el diario. Quizá no sea correcto decir que he pensado poco: se me han pasado muchísimas ideas por la cabeza, pero todas fugaces, ninguna controlada.


En las últimas semanas he leído una introducción a la física cuántica. Algo muy básico. Pero hace tiempo que me reconcome tener una visión del universo y de las explicaciones de los fenómenos tan cercana a la de Newton. Creo que nos pasa a la mayoría de la gente, que nuestra relación con la realidad es tan anacrónica como la de alguien que en el siglo XVIII siguiese creyendo que la Tierra es el centro fijo del universo.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. USA no es país para clemencias.

    MUMIA ABU JAMAL, antiguo miembro del partido de Los Panteras Negras, sigue luchando tras 43 años encarcelado injustamente. Desde 1981 se le viene negando el derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión a este galardonado periodista. Varias asociaciones de juristas y grupos de activistas (Amnistía Internacional, Nelson Mandela, Tony Morrison, Desmond Tutú) han criticado durante décadas por ser corruptos desde el punto de vista constitucional tanto el juicio de Abu Jamal en 1982 como su consiguiente condena por asesinato en primer grado.
    LEONARD PELTIER, líder del movimiento indio estadounidense, languidece en cárceles federales desde que el gobierno estadounidense lo extradito ilegalmente de Canadá en 1976. Fue condenado por el asesinato de dos agentes del FBI en la reserva india de Pine Ridge, Dakota del Sur, en 1975 en un controvertido juicio celebrado en 1977. Lleva 47 años en la cárcel.
    Durante décadas EEUU ha negado a los pueblos originarios sus derechos fundamentales, sus derechos civiles y su derecho a la autodeterminación.
    Desde finales de la década de 1960 en EEUU cientos de personas activistas han sido encarceladas y calificadas de presos políticos por delitos que no habían cometido. El trato que sufren las personas activistas es una clara muestra del carácter social del sistema político estadounidense que mantiene en condiciones de represión y explotación a los pueblos oprimidos…
    (Mumia Abu Jamal sigue luchando tras 43 años encarcelado injustamente. Rebelión.org)

  2. En nombre de la verdad tengo que decir que EEUU de América no salvó a Europa del nazismo; pero este país, igual que ha hecho el fascismo español desde el golpe de estado del 36, se adueña de la historia y la tergiversa y demasiada gente se la cree.
    ——————-
    …Más de 26 millones de muertos le costó a la Unión Soviética la victoria sobre el nazismo. El colosal esfuerzo del ejército rojo hizo que el territorio de la URSS se convirtiera en la tumba del nazismo.
    Alrededor del 80% de las bajas alemanas ocurrieron en territorio soviético, incluyendo la emblemática batalla de
    Stalingrado y la ofensiva final sobre Berlín.
    En comparación EEUU de América, cuya participación en la narrativa occidental suele ser elevada por ellos a la enésima potencia, perdieron alrededor de cuatrocientos mil soldados.
    La estrategia de Occidente para subestimar la contribución soviética buscaba consolidar una narrativa que les permitiera posicionarse como «salvadores del mundo libre».
    La insistencia de esta Unión Europea en igualar al régimen nazi con la URSS ignorando el sacrificio soviético y su papel decisivo en la liberación de Europa constituye una afrenta a la memoria de millones de personas que dieron su vida en la lucha contra el fascismo.
    Esta narrativa no es casual sino una manifestación de interés de las élites occidentales para desacreditar cualquier forma de resistencia al imperialismo capitalista….
    (Ver: Manuel Medina, «Como Hollywood y la UE convirtieron la II Guerra mundial en una guerra que nunca existió», Canarias Semanal)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.