Crisis climática, vivienda y militarismo: nuestros ejes informativos en 2025

«Año nuevo, vida nueva», dice la frase que recoge un sentir muy humano, el de la necesidad de cambio. El común de la ciudadanía necesita horizontes nuevos, proyectos que ilusionen, caminos que explorar… Los propósitos del nuevo año tienen siempre esa intención, aunque en la mayoría de las ocasiones se queden precisamente en eso: en propósitos.

En La Marea, sin embargo, miramos hacia 2025 como la continuación de un camino ya iniciado y del que no queremos desviarnos. Y estos son los tres temas, entre otros, a los que dedicaremos gran parte de nuestros esfuerzos porque consideramos que son prioritarios.

Crisis climática

La DANA que azotó la Comunitat Valenciana el más pasado mes de octubre ya ha sido catalogada como uno de los diez peores eventos extremos a nivel mundial del pasado año 2024 en términos económicos. Todo ello, además, sin tener en cuenta que supuso la muerte de 230 personas (220 solo en la provincia de València) en el que es ya el mayor número de víctimas en la historia de España como consecuencia de una catástrofe de estas características.

Los estudios ya indican que el cambio climático ha magnificado los efectos de este fenómeno que, aunque no es nuevo en la zona, sí se ha visto agudizado como consecuencia del calentamiento global.

Los especialistas lo tienen claro: el aumento de las temperaturas incrementa no solo la periodicidad de estos eventos sino su virulencia. Por ello, ya no basta con cumplir con los objetivos de reducción de emisiones para tratar de evitar los peores pronósticos científicos. La adaptación de la vida a las nuevas condiciones debe ser prioritaria para las diferentes administraciones públicas y por ello la información sobre estos temas será uno de los ejes de Climática, el medio hermano de La Marea dedicado a la información sobre crisis climática y de biodiversidad.

Pedir a las administraciones que rindan cuentas sobre sus actuaciones en esta materia seguirá siendo parte del camino de Climática y de La Marea en 2025.

Vivienda

Es el principal problema para los españoles, según el CIS, y tal como explicábamos en un artículo reciente, una de las mayores vergüenzas del estado del bienestar que desde hace décadas incumple el mandato constitucional que obliga a las administraciones públicas a proporcionar las condiciones óptimas para que la ciudadanía pueda acceder a una vivienda digna, evitando la especulación.

Pero los precios no paran de subir, tanto en compra como en alquiler. Unas condiciones que acaban derivando en un aumento de la concentración inmobiliaria y en la expulsión de una parte de las ciudadanía del mercado.

Las promesas se suceden: una empresa pública para promover la construcción de vivienda, Bonos de Alquiler que solo sirven para transferir fondos públicos a los bolsillos de los rentistas, créditos ICO para afrontar el pago de precios inasumibles e incrementar la deuda de las familias… Medidas paliativas que no afrontan de raíz el verdadero problema: poner límite a las ganancias de rentistas particulares, empresas y fondos de inversión que se lucran con un bien de primera necesidad.

En La Marea seguiremos señalando a los buitres que se benefician del sufrimiento de millones de personas y también a todas esas administraciones públicas que en lugar de proteger a quienes más sufren engordan la cuenta de resultados de los especuladores.

Militarismo

Solo en los últimos cuatro meses, desde el 3 de septiembre de 2024 (el primer Consejo de Ministros del actual curso político) se ha aprobado un gasto militar extra de 2.338 millones de euros. Un montante dedicado, principalmente, a la compra de armas (937 millones de euros, un 40% del total). Solo durante el Consejo del 19 de noviembre se aprobaron modificaciones presupuestarias en favor del Ministerio de Defensa por valor de 657 millones de euros.

El presupuesto real de Defensa es muy superior al que habitualmente publicitan desde el ministerio del ramo. El militarismo absorbe miles de millones de euros cada año que terminan engrosando las ganancias de unas pocas empresas del negocio de la guerra en detrimento de otros servicios públicos cada vez más depauperados. Y Occidente, la OTAN y, especialmente, Estados Unidos, piden más. La paz, dicen, requiere esfuerzos económicos. Más armas para la paz.

Durante 2024 no hemos parado de poner el foco en el gasto público dedicado a este negocio. Y este nuevo año que ahora empieza tampoco escatimaremos esfuerzos para seguir haciéndolo. Porque cada euro invertido en comprar armas es un euro que no se dedica a sanidad, a educación o, como decíamos antes, a vivienda pública.

A pesar de la opacidad que caracteriza al Ministerio de Defensa, en La Marea seguiremos buceando en la contratación pública durante 2025 para señalar a los señores de la guerra. Y para recordar que, 45.000 muertos después, España todavía no ha roto relaciones con Israel.