Política
Decenas de miles de personas reclaman por tercera vez la dimisión de Mazón al cumplirse dos meses de la DANA
La marcha estuvo encabezada por varios tractores, un gesto con el que se quiso rendir homenaje a la ayuda prestada por los agricultores
Cuando las alarmas de los teléfonos sonaron a las 20:11h del 29 de diciembre, Carlos Mazón continuaba siendo presidente de la Comunitat Valenciana. La manifestación celebrada el domingo por la tarde en València para reclamar por tercera vez su renuncia se cerró con una peculiar petición a los asistentes: que activaran las alarmas de sus móviles a la misma hora a la que, justo dos meses antes, les llegó —muy tarde— el aviso para que evitaran desplazamientos por las fuertes lluvias. Mazón tenía el teléfono en silencio.
Decenas de miles de personas —80.000, según los cálculos de la Delegación del Gobierno— volvieron a inundar las calles de la ciudad del Turia para exigir responsabilidades por la gestión política de una DANA que provocó cuantiosos daños en más de 70 municipios valencianos, especialmente en la comarca de l’Horta Sud. La marcha estuvo encabezada por varios tractores, un gesto con el que se quiso rendir homenaje a la ayuda prestada por los agricultores. No faltó el toque navideño. La lectura final del manifiesto se acompañó de un villancico compuesto para la ocasión que los asistentes cantaron a coro.
La protesta del domingo incidió en las trabas y la tardanza con la que están llegando las ayudas. «Seguimos denunciando que las personas afectadas viven inmersas en una vorágine burocrática y de colas interminables que impiden el acceso real a los recursos», subraya el comunicado que se leyó al final de la manifestación. En la marcha, carteles con leyendas como “Les ajudes no arriben [las ayudas no llegan]” se mezclaban con conversaciones en las que se relataban la impotencia y los lloros a la salida de un concesionario después de comprobar que las promesas políticas para adquirir un vehículo distaban de la realidad.
Dos meses después de la tragedia, un recorrido por los pueblos afectados de l’Horta Sud permite comprobar lo que se ha avanzado y lo mucho que, todavía, queda por hacer. La sensación de estar atravesando una zona de guerra ha desaparecido —salvo por la presencia de vehículos militares—, pero los daños siguen siendo muy visibles: semáforos que no funcionan, coches amontonados en las afueras de los municipios, cultivos llenos de basura… La mayoría de los negocios de las localidades afectadas ubicados en los bajos continúan cerrados y los abundantes polígonos industriales de la zona muestran todavía un aspecto desolador. Y un temor resulta palpable entre la población: que la catástrofe se vaya olvidando sin haberse producido una plena recuperación.
El rebautizado como Pont de la Solidaritat [Puente de la Solidaridad], la pasarela ciclopeatonal que sirvió durante semanas como principal acceso a los voluntarios que se desplazaban desde València a las zonas afectadas situadas al otro lado del nuevo cauce del río Turia, ha vuelto a su tranquilidad habitual, solo rota por actos como el que se celebró la mañana del domingo. La Asociación de Vecinos y Vecinas de La Torre homenajeó a las víctimas y a las personas que ofrecieron su ayuda de manera desinteresada. La parte central del puente se ha transformado en un memorial con diversas pancartas y carteles y un cuadro que recuerda la tragedia utilizando el Guernica, de Picasso, como referencia.
Dos meses después de la tragedia, la manifestación del domingo y homenajes como el organizado por la Asociación de Vecinos y Vecinas de La Torre demuestran que la ciudadanía sigue movilizada. En vísperas de la celebración de la festividad de los Reyes Magos, algunos cánticos lanzados durante la marcha de la tarde aventuraron el regalo que recibirá Mazón: carbón. Eso sí, todo apunta a que lo recogerá en su calidad de presidente de la Generalitat. Como el dinosaurio de Monterroso, todavía estará allí.
Es lo que trae la inconsciencia de votar a políticos servidores de poderes económicos especulativos, de los que ni aman ni miran por el País Valencia, de votar a representantes de gobiernos centralistas y capitalistas que de lo único que entienden es de hacer negocios en beneficio de unos cuantos codiciosos.
No volváis a votar a representantes/servidores del capital, pueblo valenciano.
Seguro que hay partidos del propio País Valencia más preparados y que aman a su tierra y la defienden. No volváis a tropezar en la misma piedra.