Economía
Gobierno y sindicatos acuerdan reducir la jornada laboral a 37,5 horas con un periodo de adaptación de un año
Habrá un periodo de adaptación para la reducción de la jornada laboral hasta el 31 de diciembre de 2025, que es la fecha límite en la que los convenios colectivos vigentes deberán haberse adaptado.
Sin el apoyo de la patronal (como era de prever), la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han firmado este viernes (20 de diciembre) el acuerdo de reducción de jornada laboral a 37,5 horas semanales en 2025 sin reducción de salario.
En el pacto se refleja un proceso de adaptación, ya que los convenios colectivos vigentes tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para acomodarse a la nueva jornada semanal de 37,5 horas en cómputo anual.
En palabras de Díaz, “el acuerdo permite, por tanto, ganar tiempo de vida y saldar una deuda histórica con quienes han sido el motor de nuestra economía: las mujeres y hombres que han dedicado su esfuerzo y tiempo al desarrollo del país sin recibir a cambio una mejora proporcional en su calidad de vida y con los padres y madres que deben hacer malabares para ver a sus hijos después de trabajar”.
Registro de jornada laboral
Además, “la empresa deberá contar con un registro diario de jornada digital objetivo, fiable y accesible, que permita garantizar el cumplimiento efectivo de la jornada laboral. Éste deberá ser accesible de forma remota para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y para la representación de las personas trabajadoras”.
En el caso de incumplimiento de las obligaciones en materia de registro de jornada, “se considerará una infracción por cada persona trabajadora afectada en los supuestos de ausencia de registro o el falseamiento de los datos”, establece el acuerdo.
Para la ministra de Trabajo, la importancia de un acuerdo sobre el tiempo es una “cuestión vital: es un debate sobre la vida, sobre cómo queremos vivir en sociedad. Este acuerdo cuenta con el apoyo mayoritario de la ciudadanía y responde a una necesidad social ampliamente reconocida. Da igual lo que vote cada persona. Apoyarlo, por tanto, es estar del lado de la gente trabajadora, de sus familias y de un futuro mejor para todos. Hoy empezamos a recuperar lo más valioso que tenemos: el tiempo”.
Desconexión digital
El texto recoge el derecho irrenunciable a la desconexión digital fuera del horario laboral: “El rechazo o la no atención de la comunicación o de la petición de prestación laboral por medios digitales fuera de la jornada laboral, no podrán generar consecuencias negativas, represalias o trato menos favorable para la persona trabajadora”, reza el documento.
Y añade que, “mediante la negociación colectiva se definirán las modalidades del ejercicio, los medios y las medidas adecuadas para garantizar el derecho a la desconexión, que deberán estar orientadas a potenciar el bienestar y el derecho a la conciliación de la vida laboral, personal y familiar, así como las acciones de formación y de sensibilización sobre el uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite, especialmente, el riesgo de fatiga informática”.
Menos horas laborables semanales muy bien. La pena que son pamplinas para mantener la calle quieta de toda lucha obrera, porque nadie va a controlar las horas , porque hace casi 20 años atrás Francia pasó a 35 horas del tirón, no estas medidas reformistas .
Tanto bombo para bajar 1hora y media semanal , veremos si es como el inútil escudo social antidesahucios, o como la imv que nadie cobra, etc….
Tiempo al tiempo
Salud y anarkia
La medida está bien. Se agradece.
Pero respecto a estos sindicatos les queda mucho, pero mucho, por rectificar y mejorar. Tienen, dicen que merecida, mala fama:
….Así se trabaja en «Litera Meat» (Binéfar, Huesca):
Cientos de horas extras sin pagar, jornadas habituales de 10 horas diarias, un ritmo frenético de trabajo que hasta dobla el de otras fábricas, gente que se ha llegado a orinar encima por miedo a ir al aseo, recurrentes accidentes laborales por el mal estado de las herramientas de trabajo y una persecución por parte de la empresa hacia aquellos trabajadores que intentan mejorar sus condiciones.
Esto es lo que denuncia la plantilla de Litera Meat, el matadero más grande de Europa, que cuenta con unos 1.800 operarios. Más del 90% de los operarios son migrantes. El matadero es propiedad del clan familiar italiano Grupo Pini que antes de instalarse en Binéfar dejó un rastro delictivo por media Europa.
La semana pasada llevaron a cabo cuatro días de huelga auspiciada por la Sección Sindical de CNT que sin participar en el Comité de Empresa es la que mayor implantación real tiene entre lxs trabajadores. Se ha constatado que la lucha obrera puede ser fructífera al margen de sindicatos mayoritarios y la patronal escudada en que sólo negociaría con el comité de empresa.
Litera Meat ha servido para demostrar que el sindicalismo de implantación y de acción directa ha sido la única fórmula capaz de unir a la plantilla, animarle a defenderse y a actuar frente a la realidad de explotación y el COLABORACIONISMO entre el comité de empresa y la directiva.
El paro convocado por CNT ha levantado ciertas suspicacias en el comité de empresa compuesto mayormente por CCOO, pero también por UGT y OSTA.
«Ellos siempre están a favor de la empresa. Todo lo que firman ni siquiera nos lo trasladan a los trabajadores. Además nunca intentan defender a los empleados de las sanciones injustas que nos pone la empresa»…
(Guillermo Martínez, El Salto)
Por coherencia, necesidad, oportunidad y justicia social. Son muchos los motivos que empujan este cambio laboral, ¡¡ojalá la sociedad española esté a la altura!!