Internacional
Primer día de Damasco sin Al Asad: celebraciones hasta el toque de queda
En la capital siria se mezcla el caos y la anarquía con un intento de organización, lo que ha llevado a los rebeldes a imponer un toque de queda
Celebraciones entre los combatientes con algunos tiros al aire y grupos de ciudadanos caracterizaron el primer día en Damasco sin la familia Al Asad en el poder tras 53 años de mano de hierro. El silencio, no obstante, reinaba en la capital siria tras el toque de queda impuesto por la noche por los insurgentes islamistas. A mediodía, las calles estaban llenas de gente y de combatientes insurgentes que disparaban al aire celebrando la caída de Bachar al Asad. También en la famosa Plaza de los Omeyas había mucha presencia de combatientes, además de muchos ciudadanos que salieron para celebrar, según constató EFE.
Pero la caída del sol coincidía con la entrada del toque de queda impuesto desde hoy mismo —y sin fecha de duración— por el Mando de Operaciones Militares, liderado por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (heredera de la exfilial siria de Al Qaeda), que inició la ofensiva hace doce días y que ha terminado derrocando a Al Asad.
¿Qué pasará ahora?
Esta madrugada, la alianza, que también está integrada por rebeldes, anunció que Damasco era «libre» del «tirano» Al Asad. Desde entonces, se ha impuesto una mezcla atípica de caos, anarquía e intento de organización en la capital, lo que obligó a la alianza a imponer este toque de queda y a advertir a los ciudadanos de no disparar al aire y de preservar las instituciones.
«Aseguramos la importancia de preservar las propiedades públicas y privadas en la capital de Damasco y la importancia de protegerlas y no asaltarlas o sabotearlas. Quien viole estas ordenes, sea militar o civil, será expuesto a grandes castigos que pueden llegar a multas y prisión», dijo.
De hecho, con el inicio del toque de queda de hoy, que comenzó a las 16:00h (13.00 GMT) y dura hasta las 5:00 hora local (2.00 GMT), se veía aun bastante gente en las calles, pero cuando estas empezaron a oscurecerse, aumentó la presencia de los combatientes. De hecho, muchos hoteles y tiendas estaban entrecerradas por la falta de empleados que o bien no fueron al trabajo por lo sucedido hoy o por los cortes de luz en la capital, que en algunas zonas se suceden desde el mediodía.
Hadi Al Bahra, presidente del máximo órgano político de la oposición siria en el exilio, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), afirmó a EFE este domingo tras la toma de Damasco por parte de los rebeldes que la capital siria «estará asegurada en dos o tres días», cuando la situación se estabilice en la ciudad.
«El Gobierno actual se quedará y continuará con su trabajo hasta que tengamos una transición adecuada. Todos los empleados estatales permanecerán en sus puestos, continuarán con sus funciones», dijo el político en los márgenes del Foro de Doha.
Al Jolani y su baño de masas
En Damasco, el líder insurgente Ahmed al Charaa, con el nombre de guerra de Abu Mohamed al Jolani, visitó este domingo la histórica Mezquita de los Omeyas en Damasco, donde aseguró que el derrocamiento de Al Asad supone «una nueva historia para toda la región».
«Hoy se ha limpiado Siria, gracias a Dios y a los muyahidines (combatientes)», agregó en su alocución mientras sus seguidores le interrumpían con gritos de «Dios es grande, Dios es grande». Al Jolani, escoltado por hombres armados, fue recibido por decenas de fieles en un ambiente de euforia. La visita es un acto simbólico que recalca la victoria de la alianza insurgente en un de los templos más sagrados de Siria.
El líder rebelde tenía su base en la provincia de Idlib, en el noroeste del país, donde estableció el autodenominado Gobierno de Salvación, una suerte de rama política del grupo. Al llegar a Damasco, bajó de su coche para cumplir un rezo de agradecimiento a Dios.
Siria es el último episodio de una estrategia iniciada el 11 de septiembre de 2001, con el espectacular auto-atentado – hoy se puede calificar así con todo rigor – de las Torres Gemelas en Nueva York, y del Pentágono, con el que se iniciaba la «guerra contra el terrorismo».
Pero como el «terrorismo» estaba por todas partes y, de hecho, aparecía oportunamente en París, Bruselas, Madrid o Barcelona, se pusieron en marcha en los países de la OTAN y sus satélites Estrategias de Seguridad Nacional dirigidas fundamentalmente contra «enemigos internos», junto a un considerable endurecimiento de la legislación represiva «antiterrorista».
En el exterior, la diana estaba puesta claramente en países árabes y musulmanes. El enemigo declarado era Al Qaeda, pero sorprendentemente organizaciones similares con diferentes nombres reaparecían en diferentes países, siempre atacando a gobiernos u organizaciones opuestas al imperialismo. El disfraz de yihadistas no cubría del todo las vergüenzas: su alianza con Israel y la ausencia de apoyo a la liberación de Palestina era incompatible con el ideario mínimo de cualquier organización árabe o musulmana.
El general Wesley Clark lo explicó con toda claridad en una intervención pública en 2007. El mismo 11S de 2001 recibió la orden: EE.UU debía invadir siete países (Iraq, Libia, Siria, Líbano, Somalia, Sudán e Irán) en cinco años. Cuando preguntó a sus jefes por qué se debía empezar por Iraq, si es que había alguna relación entre Sadam Husein y Al Qaeda, la respuesta fue que no, que se trataba del petróleo.
Más vale que quienes confían en la democracia burguesa y en el derecho internacional vayan aterrizando. No hay otra ley que la del más fuerte, y la impunidad de Israel y de los gobiernos de EE.UU y la UE que le apoyan, es total. Catorce meses de matanza masiva y deliberada de la población civil palestina, la inmensa mayoría mujeres y niños, lo atestiguan. Las sentencias de los tribunales internacionales son papel mojado porque los gobiernos no las cumplen.
Unidades del ejército de EE.UU que, vulnerando la legalidad internacional han estado ocupando desde hace más de una década instalaciones petrolíferas sirias y robando su petróleo, han apoyado ahora con su fuerza aérea a los yihadistas – a quienes cínicamente considera terroristas – y bombardeado al ejército sirio….
La lección de Siria: en la guerra rige la ley del más fuerte:
https://canarias-semanal.org/art/34800/la-leccion-de-siria-en-la-guerra-rige-la-ley-del-mas-fuerte
La anarquía bien entendida es orden y eterna combatiente contra el caos, es decir, contra el capital.
Pero el sistema capitalista ha logrado, a base de su incesante manipulación y tergiversación, que la gente la entienda como el caos, el desorden, la barbarie.
Jesús de Nazareth, si existió, y por lo que cuentan de él, fue un gran anarco-comunista.
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SIRIA: el efecto dominó de una guerra que no supimos interpretar.
(Pablo Martí, Insurgente.org)
Occidente creo Alkaheda y los talibanes para expulsar a los rusos de Afganistan, y la realidad no se sabe porque se convirtieron en terroristas para los creadores, y la historia se repite, ahora pasa igual en Siria, los usaron para expulsar a los rusos de este pais con la colaboracion dd Turkia miembro de la OTAN.