Sociedad

València grita en una manifestación multitudinaria: “Mazón, dimisión”

Unas 130.000 personas, según la Delegación del Gobierno, han pedido responsabilidades al presidente valenciano por la gestión de la tragedia derivada de la DANA

Manifestación por la DANA en las calles de Valencia bajo el lema "Mazón dimisión". BRAIS LORENZO

VALÈNCIA | La ola de solidaridad que ha recorrido durante los últimos once días las poblaciones de la provincia de Valencia afectadas por la DANA se dirigió la tarde-noche del sábado al centro de la ciudad de València convertida en una riada de indignación para reclamar responsabilidades políticas por el desastre. La manifestación, bajo el lema “Mazón, dimissió”, congregó a decenas de miles de personas: 130.000, según los datos que ofreció la Delegación del Gobierno, la mayor movilización ciudadana desde la convocada contra la invasión de Irak.

La protesta debía arrancar a las seis de la tarde desde la plaza del Ayuntamiento para concluir frente al Palau de la Generalitat, sede del Gobierno autonómico. Imposible. Como si se tratara de la hora de la mascletà en uno de los días grandes de las Fallas, la plaza y sus accesos estaban colapsados desde bastantes minutos antes. Rodeada de gente, la cabecera de la manifestación, integrada por víctimas de la catástrofe, no pudo avanzar hasta que, sobre las 18.20, el cordón de seguridad empezó a abrirse paso entre la multitud.

La pancarta colocada al inicio de la marcha, además del lema, mostraba una imagen del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, boca abajo, una referencia al cuadro de Felipe V que se conserva en esa posición en Xàtiva como protesta por ser el responsable de la supresión de los Fueros valencianos y del incendio de la capital de la comarca de La Costera después de su victoria en la Guerra de Sucesión. 

Aunque las críticas de los asistentes se dirigieron principalmente contra la gestión del Gobierno autonómico y de su presidente —“Mazón, dimissió”, “A [la cárcel de] Picassent, el president”, “Mazón, dimite, sal del escondite”— también hubo reproches contra Pedro Sánchez. Una mujer mostraba una pancarta que atacaba al primero en un lado y al segundo en el otro. “Has visto la otra parte, ¿no?”, interrogaba a quien se fijaba solo en una. Pequeños grupos gritaron consignas como “Sánchez/Mazón, la misma mierda son”. Un joven se quejaba contra el sentimiento mayoritario de la manifestación: “Todos aquí organizados contra Mazón y el capullo de Sánchez, nada, ¿no?”

Gabriel Murillo, vecino de Aldaia, una de las poblaciones damnificadas, aseguró que había ido a manifestarse “por la mala gestión de Mazón desde el primer día que tomó el mando”. Alejandra Rodrigues —“con ese”, aclara— acudió a la protesta desde Náquera con su hija, de nueve años, y su hermana Cintia. La niña, abrazada a su tía, estaba también con amigas de ocho y nueve años. “Quiero que, desde pequeña, aprenda a reivindicar sus derechos”, subrayó su madre. 

Muchos de los asistentes estaban manchados de barro, como Jaume Pastor, de Massamagrell. El sábado había estado ayudando en Paiporta. En el camino de vuelta a València, se encontró con un grupo que venía del Parque Alcosa, un barrio de Alfafar, y se unió a ellos: “La respuesta de la gente está siendo maravillosa. El responsable es la Generalitat. Son unos incompetentes. No puede ser que no avisaran a tiempo. Lo que toca en estos momentos es ayudar. Las casas ya están bastante limpias, ahora hay que centrarse en el pequeño comercio. Hay que reactivar la economía”. 

Cuando llevaba solo unos pocos metros recorridos, la cabecera de la manifestación quedó subsumida entre la multitud, que se puso al frente de la protesta mientras el cordón de seguridad intentaba mantener el orden. La indignación subió de tono en algunos momentos, con gritos de “Asesino” dirigidos contra Mazón, junto a otros como “Esto no es un accidente, es un crimen” o “No són morts, són assassinats”. Los lemas de algunas pancartas manejaban con habilidad el tono crítico con el humor: “Mazón, Dimítir no és un nom rus”, “Mazón, Valencia se acuerda de ‘tus’ muertos” o “El que avisa no es Mazón”. 

Sobre las 19.30, la cabecera de la marcha llegó a las puertas del Palau de la Generalitat y, después de guardar un minuto de silenció, se leyó el manifiesto, que acusa al Gobierno valenciano de “no estar al servicio de la ciudadanía” sino de “los intereses de las empresas”. El texto critica que no se lanzara la alerta hasta las 20, “cuando acababan las jornadas laborales y buena parte del país ya estaba inundado”. 

Nerea Herráiz, vecina de Alfafar, fue una de las personas ubicadas en la cabecera de la manifestación: “He perdido todo: mi casa, la casa de mi madre, de mi hermano. Con mis sobrinos de seis y ocho años saltamos con una sábana desde el tejado al balcón de la vecina”. Herráiz mostraba su agradecimiento por el apoyo recibido por la gente en la manifestación y por la ayuda de voluntarios y agricultores: “Los primeros bomberos en llegar fueron los franceses, al cuarto día. Los policías de Madrid se han metido en el barro a ayudarnos. De los de València, ninguno”. 

La ola de solidaridad que se desató de forma inmediata después de la catástrofe mostró ayer la cara de la indignación por la gestión política y señaló a Carlos Mazón como responsable. Volverá a los pueblos damnificados para continuar con su labor de ayuda, pero la manifestación ha marcado un punto de inflexión. “Esta riada no será olvidada”, clamaban ayer los asistentes a la protesta.

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Comentarios
  1. Cuidado con la gente cuando ya no tiene que perder, porque ya lo ha perdido todo.
    Espero que esta tragedia humana y ecológica ,permita que el pueblo habrá los ojos sobre cómo está montado el sistema capitalista,sobre qué la gran mayoría de los políticos se este país son unxs ineptxs al servicio del amo, y que además no les importa el más mínimo la vida de la clase obrera.
    Por otro lado tenemos que insistir sobre la especulación inmobiliaria y turística que generan estos desastres y claro el cambio climático que ya no está mostrando su fuerza y el daño en vidas humanas que genera.
    En cuanto a lo económico uno podría esperar que el coste de una catástrofe de esta envergadura,haga que viendo pérdidas el capitalismo empeze a hacer algo concreto, pero sabemos que no será así.
    Vendrán más dabas mortales acompañadas de otros fenómenos meteologicos impensables hasta ahora.
    El futuro climático asusta a cualquiera con dos dedos de frente.
    Salud y anarkia

  2. La manifestació mes multitudinària que s’ha fet a la ciutat de València en tota la seva història (a més a més el recompte és parcial perquè tots els carrers que envolten la plaça de l’Ajuntament estaven plens de gent que no podia entrar-hi i segur que no estan comptats

  3. 130.000 personas en una ciudad como Valencia, una «marea humana»? Y después de todo lo que ha pasado?.
    Con estos datos no me cabe duda de que en Valencia, la derecha, está llevando a cabo una gran manipulación. En esto son maestros. Aún siguen manipulando la historia de la guerra in-civil. Lo pueden hacer con facilidad ya que nunca dejaron el mando del cortijo «España».

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