Internacional
Israel proscribe a la UNRWA y prohíbe sus actividades bajo la acusación de apoyar el terrorismo
El Estado hebreo aprueba dos leyes en el Parlamento con las que rompe su acuerdo con la ONU sobre la agencia para los refugiados palestinos, que data de 1967.
La ONU recibió una notificación por parte del Estado de Israel en la que le informaba de la cancelación de su acuerdo con la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), firmado en 1967. Esta ruptura unilateral se produjo tras la aprobación por parte del Parlamento israelí de dos leyes con las que prohíbe las actividades de este organismo en Israel y en los territorios ocupados palestinos.
La legislación israelí así cierra la principal vía de acceso a la ayuda humanitaria de la población palestina. Unicef, la agencia de la ONU dedicada a la infancia, se hizo eco de una decisión que consideran letal si se ejecuta a rajatabla: «Los niños de Gaza ya se enfrentan a una de las crisis humanitarias más graves de la historia reciente; si se aplica en su totalidad, esta decisión será mortal».
Las razones que alega Israel para adoptar esta postura recogen punto por punto el argumentario que ha enarbolado su Gobierno desde el inicio de esta crisis: la UNRWA está infiltrada por terroristas y les da cobijo. «A pesar de las pruebas abrumadoras que presentamos a la ONU y que corroboran la infiltración de Hamás en la UNRWA, la ONU no hizo nada para rectificar la situación», explicaba Danny Danon, embajador de Israel en las Naciones Unidas, a través de un mensaje en X. «El Estado de Israel continuará cooperando con organizaciones humanitarias, pero no con aquellas que promueven el terrorismo contra nosotros», añadía.
Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, advirtió hace unos días que desmantelar esta agencia de la ONU será fatal para los niños y las niñas palestinas, ya que es su única opción de recibir alimento y educación. «Toda una generación de niños será sacrificada, con riesgos a largo plazo de marginación y extremismo», expresó. Lazzarini elogió el trabajo que están haciendo los miembros de su organización sobre el terreno. «Los profesores están gestionando refugios para decenas de miles de personas. El personal de atención primaria realiza intervenciones quirúrgicas. Los conductores arriesgan sus vidas cada día para salvar a la gente de la inanición. Los directivos están tomando decisiones imposibles a vida o muerte», afirmaba en una carta dirigida al presidente de la Asamblea General de la ONU, Philémon Yang.
La supuesta infiltración de Hamás en la UNRWA fue investigada por Naciones Unidas hace meses. Las conclusiones de esas pesquisas determinaron que nueve de sus trabajadores «pudieron» estar implicados en los atentados del 7 de octubre de 2023, aunque no tenían pruebas sólidas que apoyaran estas sospechas. Antes de eso ya había despedido a 12 trabajadores tras otra investigación interna. Israel, por su parte, asegura que hay más de 2.000 terroristas en las filas de la UNRWA. Israel Katz, ministro de Asuntos Exteriores israelí, afirma que en julio le pasó una lista a la ONU con 100 miembros de Hamás empleados por esta organización. Dado que toda Gaza es una zona de guerra, la agencia ha pedido una investigación independiente. Israel siempre se ha negado, de la misma forma que ha impedido que los investigadores de la ONU hablen con las víctimas del 7 de octubre.
La legislación que prohíbe las actividades de la UNRWA llega tras un año de «intensas campañas diplomáticas por parte del Gobierno de Israel dirigidas a los donantes» de esta agencia «con desinformación para socavar su financiación», denuncia Lazzarini.
«Toda una generación de niños será sacrificada»
Eso es ni más ni menos lo que quiere Israel.
Aquellos que se cuestionan la existencia del diablo: ahí lo tenéis. Si hay diablos de distintos niveles de malignidad, este debe ser el máximo exponente de la monstruosidad. Ni Hitler les iguala. Y encima estos perfidos diablos van de víctimas.
Tienen poderosos aliados de la misma condición diabólica que ellos: los EEUU de América.