365 días de ataques diarios en Gaza. Los asesinatos de Hamás en Israel acabaron con la vida de 1.205 personas en Israel el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, los bombardeos indiscriminados de las Fuerzas Armadas israelíes han convertido la Franja en un absoluto infierno, dejando cifras atroces y a una población maltratada que, desde hace un año, ha visto su vida paralizada mientras, a su alrededor, ya no queda casi nada.
42.000 personas asesinadas
Es el dato más doloroso. Los ataques instigados por el gobierno de Benjamin Netanyahu han acabado con la vida de casi 42.000 personas, una media de 115 muertos cada día: es decir, Israel comete una matanza como la del 7 de octubre cada once días en Gaza. Casi cinco palestinos muertos cada hora.
Aunque el dato, proporcionado por el Ministerio de Salud gazatí, ha sido cuestionado por Israel en su estrategia de propaganda, la ONU considera que incluso podría a ser inferior a la realidad: «Dada la gran y alarmante cantidad de personas que siguen desaparecidas, que pueden estar atrapadas o muertas bajo los escombros, esta cifra puede, en todo caso, ser inferior a la real», dijo el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, el pasado mes de agosto.
Tanto es así que, en julio, cuando Israel ya había terminado con la vida de 38.000 personas en la Franja, la revista científica The Lancet multiplicaba por cuatro esa cifra y estimaba que los bombardeos del Estado hebreo podrían haber matado a más de 186.000 personas. El estudio se basaba en patrones observados en conflictos recientes, donde las muertes indirectas suelen multiplicar por entre tres y quince las directas. Tres meses después de la publiación del análisis, esas cifras también habrán aumentado.
Sin embargo, tomando los datos oficiales del Gobierno gazatí, el resultado sigue siendo más que doloroso. De acuerdo con la ONU, Israel ha matado a más niños y niñas que a hombres y mujeres. Según el informe publicado el pasado 19 de septiembre, los ataques “indiscriminados y desproporcionados” han causado la muerte a más de 16.756 menores. Asimismo, 21.000 están dados por desaparecidos, 20.000 han perdido a uno o ambos progenitores y 17.000 se encuentran solos o separados de sus familias. En esos momentos, otros 3.500 niños y niñas estaban en riesgo de muerte por desnutrición.
A todo ello habría que sumar los más de 2.000 muertos que Israel ha causado en el Líbano desde que el conflictó escaló al país vecino.
97.000 heridos
Amputaciones, lesiones incapacitantes de por vida, traumatismos… 97.000 personas han sufrido heridas durante el último año en Gaza. En total, un 6% de la población gazatí ha sido asesinada o ha resultado herida como consecuencia de los bombardeos israelíes, según el balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todo ello en un contexto de falta de material y de infraestructuras sanitarias ya que los hospitales y centros de salud han sido un objetivo prioritario de los ataques sionistas.
Desde el 7 de octubre, Israel ha atacado 31 de los 36 hospitales con los que contaba la Franja y, en la actualidad, solo 17 permanecen abiertos. Sin embargo, el bloqueo al que el gobierno de Netanyahu somete a Gaza, así como los continuos cortes de electricidad, dificultan la posibilidad de llevar a cabo intervenciones de urgencia en ellos. Paulo Milanesio, excoordinador de emergencias de MSF en Gaza entrevistado por lamarea.com, define la situación como «apocalíptica»: «La situación empeora todos los días. Más muertos, más heridos, más desplazamientos, más relatos cargados de dolor. Y una ayuda humanitaria cada vez más limitada, lo que restringe nuestra capacidad de apoyo. No hay una zona de toda Gaza que se pueda considerar segura. Los ataques son repentinos, sin capacidad alguna para, por ejemplo, poder evacuar un hospital o un centro de salud».
Un 90% de la población desplazada
Como dice Milanesio, no hay zonas seguras en Gaza para la población. A pesar de que Israel ha delimitado determinados territorios y ha pedido a los ciudadanos de la Franja que acudiesen a esos lugares, los bombardeos posteriores contra esas mismas zonas han demostrado que no existen reservas humanitarias.
Según las estimaciones, casi dos millones de personas se han tenido que desplazar internamente como consecuencia de los bombardeos en Gaza, es decir, un 90% de la población que residía en la Franja antes del inicio de los ataques. En total, las Fuerzas Armadas hebreas han destruido un 66% de los edificios, lo que dificulta aún más la posibilidad de que los gazatíes puedan volver a sus hogares en el futuro.
En el Líbano, aunque la invasión israelí acaba de empezar, los primeros bombardeos ya han provocado el desplazamiento de más de un millón de libaneses.