Internacional
La difícil tarea de documentar los abusos y la expansión ilegal de los colonos en Cisjordania
Acompañamos a los israelíes Yaniv y Jordan, activistas contra la ocupación de territorios palestinos, hasta un 'checkpoint' ilegal, situado entre Jericó y Ramala.
(AL MURRAJAT / CISJORDANIA) Se cumple un año de los ataques perpetrados por Hamás, y desde aquel 7 de octubre la vida del pueblo palestino se ha sumido en el horror. A la destrucción total de la Franja de Gaza (donde el Ejército israelí ha matado a 41.870 personas, según el Ministerio de Sanidad gazatí), se suma el aumento de ataques violentos en Cisjordania. En este último territorio, la población local apenas puede desplazarse de un pueblo a otro mientras ve cómo los colonos judíos invaden nuevas tierras.
Aunque la oposición al avance de los asentimientos ilegales es escaso entre los israelíes, hay judíos como Yaniv y Jordan, padre e hijo, que son un buen ejemplo de lucha en defensa de los derechos humanos. Ambos son activistas que tratan de detener el avance de los asentamientos y, para ello, documentan la ocupación ilegal de Cisjordania y los ataques que sufren los palestinos a diario.
Lo hacen a través del proyecto Looking the Occupation in the Eye (‘Mirando la ocupación a los ojos’), que opera al amparo del Centro para el Avance las Iniciativas de Paz (CAPI, por sus siglas en inglés). De ese modo, se intenta ayudar a los palestinos a demostrar su derecho legal sobre las tierras ocupadas.
El día en que les acompaña este fotoperiodista, Yaniv y Jordan han recibido una llamada de auxilio de palestinos que les informan de que el grupo de colonos comandado por Gabriel Kalisk, coordinador de seguridad militar del asentamiento ilegal Mevo’ot Yeriho, les está molestando en las inmediaciones de Al Muarrajat, una pequeña población palestina entre Jericó y Ramala.
Kalisk es el civil responsable de la protección de los colonos y el encargado de las comunicaciones con el Ejército israelí. Su grupo han instalado un checkpoint ilegal para saber quién entra y quién sale de la zona. Yaniv y Jordan hablan con Kalisk, quien pide que no grabemos la conversación. «Somos seres humanos. Somos judíos y colonos, pero somos seres humanos Tenemos sentimientos», dice en tono amistoso. «No tengas miedo, no sufras», añade. Sus acompañantes portan grandes ametralladoras y están grabando toda la escena mediante un dron.
Cuando dejan el lugar, Yaniv y Jordan reciben otra llamada. Son palestinos que dicen que tienen que ir a buscar agua al río y les preguntan si pueden ir a protegerles de los colonos. Ese lugar el único donde cogen el agua necesaria para sus cultivos, la ganadería y su uso personal. Desgraciadamente, los colonos del asentamiento siempre se dirigen allí con sus armas y con una manada de ovejas para impedirles el paso, explican. Una muestra más del apartheid que sufre la población palestina en Cisjordania.
Es sólo un ejemplo de los métodos utilizados para ocupar Cisjordania y Jerusalén Este, que no se limitan a la intimidación. El Ejército israelí atacó la semana pasada un campo de refugiados en Tulkarem, asesinando al menos a 18 personas. Se estima que la cifra de muertos en Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023 alcanza las 701 víctimas (725 según otras organizaciones palestinas).
Durante los últimos meses, hemos visto con horror cómo Israel bombardea hospitales, hogares y guarderías en Gaza, matando a más de 27.000 palestinos y enterrando a muchos más bajo los escombros. Los supervivientes mueren lentamente, mientras Israel corta el acceso a alimentos, agua potable y gas a 2,2 millones de personas.
Mientras tanto, las grandes petroleras se benefician de este genocidio. La corporación Chevron suministra luz y energía a los genocidas de Israel mediante la explotación y copropiedad de yacimientos de gas frente a las costas de tierras palestinas ocupadas. Tanto Chevron como Israel se enriquecen con estos proyectos, continuando un patrón de 75 años de extracción y ocupación. El régimen de apartheid de Israel depende de Chevron. Chevron es la principal empresa que extrae el gas que proporciona el 70% de la electricidad de Israel y alimenta las masacres en curso de palestinos.
Exigimos un alto el fuego permanente y duradero y el fin del genocidio en Gaza y la ocupación de Palestina.
Mientras nuestros representantes electos no cumplen con el 68% de los estadounidenses que apoyan un alto el fuego, hacemos un llamado a nuestras comunidades para que pongan su dinero detrás de nuestros valores de justicia y paz. Nos solidarizamos con las comunidades y los trabajadores de todo el mundo que han sido perjudicados y explotados por Chevron.
Únase a la campaña #BoycottChevron y envíe una carta al director ejecutivo Mike Wirth ahora. ¡No podemos rendirnos hasta que haya un alto el fuego permanente y el fin de la ocupación de Palestina! Haga clic aquí: https://actionnetwork.org/letters/boycottchevron?source=email&