Un análisis de Oxfam señala que nadie ha matado más mujeres y niños que Israel en ningún conflicto reciente

La organización Oxfam Intermón ha publicado un análisis revelando que los ataques del Ejército israelí han causado más muertes de mujeres, niñas y niños en Gaza durante el último año que las que se han registrado en cualquier otro conflicto en las últimas dos décadas.

La ONG destaca la urgente necesidad de un alto el fuego permanente, en medio de la escalada regional del conflicto y el aumento de hostilidades en el Líbano, Cisjordania y Yemen. Desde el comienzo de la ofensiva militar israelí, lanzada en octubre de 2023 tras los ataques de Hamás, las cifras de víctimas han alcanzado niveles sin precedentes: más de 6.000 mujeres y 11.000 niñas y niños han muerto a manos del Ejército hebreo en Gaza.

Los informes comparativos de organizaciones como Small Arms Survey señalan que el mayor número de mujeres asesinadas en un año tuvo lugar en Irak en 2016, cuando se contabilizaron más de 2.600 muertes. En cuanto a los niños y niñas, la organización Every Casualty Counts subraya que en Siria, durante los tres primeros años del conflicto (2011, 2012 y 2013), se asesinó a 11.420 menores de 17 años. La media durante esos 30 meses de guerra fue de 4.700 muertes anuales, una cifra significativamente inferior a la de Gaza hoy.

Naciones Unidas, en sucesivos informes sobre la infancia y los conflictos armados, también hace hincapié en el número de niñas y niños palestinos fallecidos en Gaza y Cisjordania. En el último año, el número de niñas y niños asesinados en la Franja es cinco veces mayor que el total de muertes de esa franja de edad entre 2005 y 2022.

Y esos son los niños y niñas que mueren; los que aún sobreviven lo hacen con terribles traumas físicos y psicológicos. «Más de 25.000 niños han perdido a uno de sus progenitores o se han quedado huérfanos, lo que los ha dejado sumidos en un profundo trastorno emocional. La mayoría de las niñas y niños sufren ansiedad y graves lesiones a nivel físico, y muchos han perdido alguna extremidad», explica el doctor Umaiyeh Khammash, director de Juzoor, una organización socia de Oxfam presente en más de 90 refugios y puntos de atención médica en todo el territorio de Gaza.

Oxfam denuncia a los «cómplices»

«Estas cifras tan impactantes son terribles y desgarradoras», declara Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón. «Los actores influyentes de la comunidad internacional no sólo no han exigido responsabilidades a Israel, sino que se han convertido en cómplices de las atrocidades cometidas al seguir suministrando armas sin condicionantes».

La ONG Action on Armed Violence, según recoge el análisis de Oxfam, ha estudiado la frecuencia de los bombardeos israelíes y, a tenor de sus cifras, el Ejército hebreo lanza ataques cada tres horas sobre infraestructuras civiles en Gaza. Ha desglosado esas ofensivas y, aunque los datos son parciales, esta organización concluye que las bombas israelíes alcanzan un hogar cada cuatro horas, una tienda o refugio temporal cada 17 horas, una escuela u hospital cada cuatro días y un punto de distribución de ayuda o almacén cada 15 días.

El nivel de destrucción que se observa en Gaza podría constituir crímenes contra la humanidad, según apunta Oxfam Intermón. La ONG denuncia que las fuerzas israelíes han destruido infraestructuras claves, desplazando a miles de familias a zonas supuestamente «seguras», que han resultado igualmente bombardeadas.

En Cisjordania, la violencia también ha alcanzado niveles inauditos , con más de 680 palestinos muertos en el último año. Las agresiones, en su mayoría dirigidas a zonas agrícolas, han destruido cultivos y sistemas de riego, lo que ha afectado gravemente a la población local.

«Debemos poner fin a la carta blanca que le proporciona impunidad y exención del derecho internacional humanitario a Israel: no podemos permitir que continúen el horror y el sufrimiento sin descanso», ha concluido Franc Cortada.

Oxfam Intermón exige el cese inmediato de las hostilidades, la liberación de los rehenes en Gaza y la garantía de acceso de ayuda humanitaria para la población civil.