Israel continúa los bombardeos contra el Líbano pese a las peticiones de alto el fuego

Israel continuó durante la madrugada del jueves con su campaña de bombardeos contra diferentes puntos del sur y del este del Líbano tras una jornada que el miércoles se saldó con al menos 81 muertos y en medio de las múltiples peticiones internacionales para un alto el fuego entre el Estado judío y el grupo chií Hezbulá.

La Agencia Nacional de Noticias (ANN) libanesa informó que durante la madrugada y primeras horas de la mañana de este jueves aviones de combate israelíes realizaron una serie de ataques aéreos contra una decena de localidades ubicadas en el oriental Valle de la Bekaa, uno de los bastiones de la formación armada libanesa.

También los alrededores de la ciudad de Hermel, en el noreste, fueron objeto de «varios ataques nocturnos», aunque la mayoría se concentraron en el sur del Líbano, donde «el enemigo israelí continuó día y noche su sangrienta agresión», de acuerdo con la ANN, que asegura que se han producido más desplazamientos desde esa región.

Esta nueva oleada de bombardeos se produce después de que el miércoles al menos 81 personas murieran y cientos resultaran heridas en ataques israelíes en el sur y el este del Líbano, pero también al norte de Beirut, una zona que había estado fuera del radar del Ejército israelí desde el inicio de los choques hace casi un año.

Según el Ministerio de Salud Pública libanés, la cifra incluye también a al menos nueve personas que murieron durante esta madrugada en Younine, en el noreste del país mediterráneo.

Esto se produce en un momento en el que la comunidad internacional está haciendo múltiples peticines para alcanzar una tregua en el Líbano ante la escalada de la violencia, que se ha saldado con cientos de muertos desde el inicio de la campaña de bombardeos masiva de Israel el pasado lunes.

En este contexto, Estados Unidos y países aliados como Canadá, Francia o Alemania emitieron el miércoles una declaración conjunta en la que pidieron un alto el fuego de 21 días en la frontera de Israel y Líbano, con la intención de promover las negociaciones sobre rehenes entre Israel y Hamás.

La semana pasada, el Estado israelí intensificó sus acciones con dos oleadas de explosiones en miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de Hizbulá y un bombardeo dirigido contra comandantes de la formación que dejó más de medio centenar de muertos a las afueras de Beirut, incluidos civiles.