Internacional
Israel bombardea un centenar de lanzadores de misiles de Hizbulá en el Líbano
Tras la oleada de explosiones de buscas y ‘walkie-talkies’, el Ejército hebreo continúa con sus ataques en el sur del Líbano con la excusa de "defender" el Estado de Israel.
El Ejército israelí confirmó a última hora del jueves ataques aéreos contra un centenar de lanzadores de misiles de la milicia chií libanesa Hizbulá, algunos de los cuales, según indica el Tzahal, estaban «listos para disparar contra Israel».
De acuerdo con un comunicado militar, publicado minutos antes de la medianoche, cazas israelíes, «bajo la dirección de inteligencia» del Ejército, bombardearon unos 100 lanzadores e infraestructura adicional que, en total, contenían unos 1.000 barriles de lanzacohetes. El ataque duró dos horas. El Ejército afirma que «seguirá operando para degradar la infraestructura y las capacidades» de Hizbulá con el fin de «defender» el Estado de Israel.
Esta nueva incursión en territorio libanés es la continuación de la ola de explosiones de buscas y walkie-talkies ejecutada durante el martes y el miércoles, unos ataques que se saldaron con 37 muertos y unos 3.000 heridos. La mayoría de ellos pertenecían a la milicia revolucionaria chií, pero también hubo población civil que se vio afectada.
El canal libanés de televisión Al Manar, perteneciente a Hizbulá, reportó anoche más de medio centenar de ataques israelíes próximos a la frontera, mientras que la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) confirmó bombardeos contra zonas situadas en la región de Jezzine, bastante alejada de la frontera común pero dentro del radio de acción abarcado anteriormente por el Estado hebreo.
Esta fue la segunda ola de bombardeos contra el sur del Líbano perpetrada ayer por Israel, después de que el Ejército atacase por la tarde otras 30 plataformas de lanzamiento e infraestructuras pertenecientes a Hizbulá.
Este territorio evoca uno de los episodios más sangrientos de la guerra civil libanesa, aquel que protagonizaron las tropas hebreas cuando procedieron a invadir el país en 1982. Su objetivo entonces era expulsar del país a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a la sazón dirigida por Yasser Arafat. Sus actuales ataques contra Hizbulá, de momento, no han implicado el despliegue de tropas sobre el terreno, pero no se puede descartar nada en un momento de tensión como el actual, azuzado por ambos bandos.
De hecho, el jefe de la milicia, Hasan Nasralá, retó a Israel a invadir el sur del país en un discurso televisado. «De verdad que deseamos que pongáis un pie en el Líbano», aseguró Nasralá con ironía. «Lo que vosotros consideráis una amenaza, para nosotros es una oportunidad. El sur del Líbano será para vosotros una trampa, un abismo y un infierno», añadió.
Tras los bombardeos de anoche, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, expresó que el Gobierno estadounidense está «asustado y preocupado» por la escalada que se está produciendo en Oriente Próximo. «No queremos ver lo que estamos viendo», aseguró Jean-Pierre, quien reiteró que desde Estados Unidos seguirán propiciando una solución basada en conversaciones diplomáticas. A la pregunta de por qué Estados Unidos no intervenía en el problema deteniendo su envío de armas a Israel –como ya ha hecho con otros países y en otros conflictos–, la portavoz se aferró a la doctrina que ha marcado la política exterior estadounidense desde la Nakba, en 1948: «Nuestra política no ha cambiado. Nuestro compromiso con la seguridad de Israel está acorazado».
No, Israel no ha bombardeado los lanzadores de misiles, ha bombardeado Líbano.