Opinión

Déficit democrático en la información

En Francia, no es el Gobierno quien tiene las competencias para otorgar o retirar las licencias de emisión, sino un organismo independiente

Instalación alusiva a los medios de comunicación en el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur. SOLEDAD AMARILLA / MINISTERIO DE CULTURA DE LA NACIÓN / Licencia CC BY-SA 2.0

Este artículo se ha publicado originalmente en Catalunya Plural. Puedes leerlo en catalán aquí.

CARLES BLANCO | El pasado mes de julio, al canal de televisión francés C8 se le retiró la licencia de emisión de TDT de la que disfrutaba. Canal 8 pertenece a Canal +, que a su vez está integrado en el grupo Vivendi, propiedad del multimillonario Vincent Bolloré. La emisora, a través de su programa estrella Touchez pas mon poste, emitido diariamente en horario de máxima audiencia, con un promedio de 1,7 millones de espectadores, promovía abiertamente el populismo más reaccionario, el desprecio a las mujeres, la vejación a los homosexuales y el apoyo descarado a los políticos más próximos a la extrema derecha.

Es sabido que Bolloré interviene directamente en la dirección editorial de sus empresas, desde las que apoyó la ascensión del político de extrema derecha Enric Zemmour y, tras su fracaso en las urnas, impulsó la alianza de Los Republicanos y la Agrupación Nacional de Le Pen en las elecciones legislativas francesas de este año para intentar frenar al Frente Popular. El empresario extiende sus tentáculos a la industria de los videojuegos, a la radio y a la prensa gratuita e invierte en empresas de telecomunicaciones y grupos de comunicación como Mediaset. También es propietario del grupo español Endemol, que ha producido programas de éxito como Gran Hermano. Cuenta, asimismo, con otros canales de televisión en Francia, entre ellos el canal de noticias más visto del país: Cnews

No ha sido el gobierno francés quien ha decidido retirar la licencia de emisión a C8. Al contrario, Macron, debilitando los medios públicos y dificultando su financiación, ha favorecido la concentración de los medios privados y la penetración de la extrema derecha en ellos. Bolloré ya tiene en sus manos la tercera parte de la oferta informativa en Francia. En el país vecino, no es el Gobierno quien tiene las competencias para otorgar o retirar las licencias de emisión, sino un organismo independiente del que se dota el estado francés para la regulación de la comunicación en el campo del audiovisual: ARCOM, cuyos miembros son, mayoritariamente, elegidos por las cámaras legislativas de la República, a través de procedimientos que requieren de mayorías políticas reforzadas.

“Spain is different”

Esta autoridad reguladora de la comunicación audiovisual separada de los gobiernos no es una particularidad francesa. Más de dos docenas de estados europeos cuentan con autoridades reguladoras surgidas de procesos electivos dentro del poder legislativo, mejor o peor formulados, pero basados en mayorías parlamentarias cualificadas.

España es la gran excepción. A pesar de que existen Consejos Audiovisuales de ámbito autonómico en Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, elegidos en sus respectivos parlamentos por mayorías reforzadas, la autoridad reguladora en el estado español es el Ministerio de Economía, a través de un organismo: la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), cuyos miembros son designados directamente por el ministerio.

La Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA), aprobada en el 2010 por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, contemplaba la creación de un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales similar a los existentes en los países de nuestro entorno, pero al llegar el Partido Popular a La Moncloa lo suprimió antes de que se pusiera en marcha. Pedro Sánchez promovió, en 2022, desde el gobierno de coalición, una nueva LGCA que dejaba las competencias en manos del Ministerio de Economía, dirigido entonces por Nadia Calviño. Podemos se abstuvo en la votación en el Congreso.

La ley incluye una detallada relación de infracciones y sanciones aplicables que pueden llegar, en algunos supuestos, a obligar a la retirada de los contenidos en difusión. Considera faltas muy graves, para las que contempla multas que pueden llegar a los 1.500.000 euros en el caso de la televisión y de 750.000 euros en el de la radio “la emisión de contenidos audiovisuales que de forma manifiesta inciten a la violencia, a la comisión de un delito de terrorismo o de pornografía infantil o de carácter racista y xenófobo, al odio o a la discriminación contra un grupo de personas o un miembro de un grupo por razón de edad, sexo, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, expresión de género, raza, color, origen étnico o social, características sexuales o genéticas, lengua, religión o creencias, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, nacionalidad, patrimonio o nacimiento. La emisión de contenidos audiovisuales que de forma manifiesta favorezcan situaciones de desigualdad de las mujeres o que inciten a la violencia sexual o de género”. 

Sin embargo, nunca se ha sancionado a nadie por infringir alguno de estos supuestos. Sin ir más lejos, Federico Jimenez Losantos, el 20 de marzo pasado, dijo en antena, refiriéndose a los periodistas de El País que buscaban información sobre las irregularidades urbanísticas en la vivienda de Isabel Díaz Ayuso, en el vecindario donde ésta se ubica: “¡Hombre! Alberto (González Amador, pareja de la presidenta madrileña) que es un bigarro bien plantao, además de familia militar, tendrá dos amigos. Y si no, Desokupa. Y al primero que aparezca por ahí metiéndose y tal pues tiene un accidente que se rompe tres huesos”

Rastreando un poco y sin mucho esfuerzo encontraríamos, entre los voceros habituales de la derecha y no solo en medios marginales sino también en los principales, decenas de ejemplos de mala praxis periodística como los descritos, sin que jamás la CNMC haya tomado medida alguna a pesar de lo establecido en la ley.

La orientación europea

El nuevo Reglamento sobre la Libertad de los Medios de Comunicación, aprobado recientemente por el Parlamento Europeo, dedica seis artículos y una sección entera a detallar las funciones de un nuevo organismo: el Comité Europeo de Servicios de medios de Comunicación, formado por representantes de las diferentes autoridades reguladoras independientes de los estados  miembros de la Unión. A pesar de ello y de que España no dispone de un órgano de estas características, en el debate sobre la regeneración democrática en el campo de la información, celebrado el mes de julio en el Congreso de los Diputados, no hubo ni una sola mención al tema, ni siquiera por parte de la portavocía de Sumar, quien sí ha presentado una Proposición no de Ley a la mesa del Congreso reclamando la creación de un Consejo Estatal de Medios de Comunicación.

A pesar de la directriz europea (que aporta otra trascendente novedad: su ámbito de aplicación incluye, por primera vez, a la prensa escrita en cualquier soporte), parece que el PSOE prefiere mantener en sus manos las competencias reguladoras de la comunicación. Tampoco el PP muestra interés en modificar la actual ley. Unos y otros piensan que mientras tengan el Gobierno tendrán la manija y podrán obtener un mejor trato de los medios a los que favorezcan.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. ¿Por qué tanta atención mediática a Venezuela?
    La manipulación de los medios de comunicación no consiste solo en lo que se dice, sino también en aquello de lo que se informa y aquello que se calla. Los recientes acontecimientos en Venezuela son un buen ejemplo de ello.
    Estimado lector o lectora, ¿conoce usted al presidente de Perú? ¿O al de Ecuador?
    Empecemos por Dina Boluarte. Es la presidenta no electa de Perú y llegó al poder mediante un golpe de Estado contra el presidente izquierdista Castillo. El golpe ocurrió tras un periodo de inestabilidad prolongada que dejó decenas de muertos.
    Y luego está Daniel Noboa, el presidente de Ecuador. Bajo su mandato, ya se han cometido casi 500 asesinatos violentos este año. Al expresidente se le ha prohibido participar en las elecciones.
    Cuando se habla de campos de desradicalización en Xinjiang, la provincia occidental china, la prensa se hace eco por extenso de ello, pero cuando en el norte de la India se construyen campos para detener y deportar hasta dos millones de «inmigrantes ilegales», ni una palabra al respecto, salvo en la prensa especializada .
    Cuando estallaron las protestas en Irán en 2022 a raíz de la sospechosa muerte de una joven, se podían leer reportajes enteros sobre ello en los principales medios de comunicación. Pero sobre Libia, que se hunde en el caos más absoluto tras la invasión militar occidental de 2011 y donde se están creando campos de esclavos, no se oye casi nada en esa misma prensa.
    En Cuba, si un día salen unos cientos de personas a la calle para protestar es noticia mundial. Pero cuando decenas de miles de personas se manifiestan en Argentina semana tras semana no se oye hablar de eso, salvo quizás en una de las últimas páginas, en un pequeño artículo abajo.
    De vuelta a Venezuela. Las noticias de hoy informan de que el líder de la oposición Edmundo González ha huido a España tras una orden de detención. Se calla mucho de todo este proceso.
    Por ejemplo, que el ultraderechista -este detalle también se está silenciando- González fue el único de los nueve candidatos de la oposición que se negó de antemano a reconocer los resultados de las elecciones, como lo hizo Trump en EEUU en 2020. Los grandes medios tampoco informan de que estas elecciones siguieron un estricto guion con la intención de provocar un levantamiento popular violento y un cambio de régimen si perdía la extrema derecha.
    Al no reconocer los resultados y publicar resultados falsos, González provocó disturbios al día siguiente de las elecciones. Los medios tampoco mencionan que estos disturbios fueron extremadamente violentos y, siguiendo un guion similar en 2014 y 2017, causaron decenas de muertos.
    Los medios de comunicación tampoco mencionan que Edmundo González participó en su momento en la formación de escuadrones de la muerte en El Salvador que masacraron a miles de civiles, ni que en 2002 firmó un decreto autorizando el golpe de Estado contra el presidente democráticamente elegido Hugo Chávez. Es muy probable que alguien con esos antecedentes estuviera entre rejas en un país occidental…..
    Marc Vandepitte (miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH) y fue observador durante las elecciones presidenciales en Venezuela).
    https://rebelion.org/por-que-tanta-atencion-mediatica-a-venezuela/

  2. Pablo González: la entrevista completa subtitulada en castellano. (vídeo 9 m.)
    “Me acusaron de cooperación con los servicios de inteligencia rusos. Pero en ese momento no me lo dijeron de inmediato, solo me lo anunciaron, después de un tiempo […] a mi abogado español, alguien en quien confío, solo pude verle nueve meses después de mi detención […] el abogado de oficio polaco le aconsejó que se declarara culpable y de inmediato recibiría la conmutación de la pena”
    Lo que no vimos de la entrevista del 9 de agosto
    Solo habíamos podido ver unos breves extractos. Presentamos hoy la entrevista completa que Pablo González concedió al primer canal de la televisión rusa el día 9 de agosto, a pocos días de ser liberado de la prisión de Radom, el “Guantánamo” europeo.
    Pablo relata las presiones constantes de Polonia, a lo largo de los dos años y medio de encarcelamiento sin cargos formales, para que se declarase culpable. Desde los malos tratos físicos y psicológicos a los consejos malintencionados del abogado polaco de oficio, y hasta el último momento, cuando las autoridades polacas, ya sabiendo que iba a formar parte del canje pero ocultándoselo, le dicen que si firma una confesión completa lo mandan a Rusia, a lo que él se niega. Y se niega sin tener noticia de que va a ser liberado, se niega sabiendo que puede permanecer años en esa situación de detención ilegal, se niega porque Pablo ha defendido su inocencia hasta el final del “infierno” polaco al que ha sido sometido durante 886 días.
    “La decisión de su intercambio no fue tomada por el lado polaco, si no por Washington […] Pablo fue incluido finalmente en la lista del intercambio […] En un momento dado, entran representantes de Rusia y piden a todos los extranjeros que salgan. Entonces entraron los militares. En ese momento, quedó claro que no eran nuestros carceleros, sino nuestros defensores […] Después de su recuperación quiere seguir trabajando para los medios de información”
    Traducción y subtítulos realizados por el colectivo de redacción de LoQueSomos…
    https://loquesomos.org/pablo-gonzalez-la-entrevista-completa-subtitulada-en-castellano/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.