Internacional | Política

La política multimillonaria: un peligro para la democracia

La “entrevista” de Elon Musk a Donald Trump provocó una denuncia ante la Comisión de Elecciones Federales. Los multimillonarios, como Musk, juegan un papel importante en la campaña de las elecciones de los Estados Unidos.

Donald Trump (de espaldas) y Elon Musk, en 2020, después del lanzamiento de un cohete de SpaceX. REUTERS.

Este artículo se ha publicado originalmente en Democracy Now.

Donald Trump fue entrevistado esta semana en la red social X, anteriormente conocida como Twitter. El entrevistador fue el propio Elon Musk, propietario de la plataforma. Las preguntas de Musk a Trump fueron tan serviles que End Citizens United, una organización que aboga por una reforma de las leyes relativas al financiamiento de las campañas electorales, presentó rápidamente una denuncia ante la Comisión de Elecciones Federales.

En la denuncia, la organización describe a la transmisión en vivo, de más de dos horas de duración, como “una flagrante contribución corporativa en especie que infringió las leyes relativas al financiamiento de campañas”. Este acontecimiento representa apenas un momento de unas elecciones presidenciales sumamente tensas y pone de relieve el creciente poder de los multimillonarios, que intentan manipular el proceso político en beneficio propio.

La actividad política de Elon Musk

Elon Musk es la persona más rica del planeta. El periódico The Wall Street Journal ha publicado algunos de los artículos más reveladores sobre la intensificación de la actividad política de Musk, especialmente su compromiso, recientemente revelado, de ayudar a Trump a ganar las elecciones presidenciales de noviembre.

La periodista Dana Mattioli y otros colegas del periódico escribieron un artículo, publicado a mediados de julio, en el que exponen los planes de Musk de donar la friolera de 45 millones de dólares por mes para la campaña de Trump, es decir, 180 millones de dólares en total. Un fragmento del informe indica: “[El comité de acción política a favor de Trump] America PAC, establecido en junio, tiene como objetivo promover el registro de votantes en los estados clave y persuadirlos para que vayan a votar de manera anticipada o soliciten los formularios para emitir el voto por correo”.

El artículo más reciente de Mattioli, titulado La intervención activa de Elon Musk para obtener 800.000 votantes para Trump, detalla la participación directa de Musk en las actividades del súper comité de acción política. El artículo comienza así: “A partir del mes de abril, Elon Musk reservó discretamente una hora de los viernes para una nueva actividad: la política nacional”.

Movilizar el voto hacia Trump

En conversación con Democracy Now!, Dana Mattioli expresó: “Hace apenas unos meses, Elon Musk dijo que no aportaría dinero a ninguno de los candidatos presidenciales. Lo que hemos visto es un giro completo de 180 grados. No solo lanzó este súper comité de acción política con el objetivo de aportar ingentes sumas de dinero para que Donald Trump gane las elecciones, sino que también está participando directamente en la campaña para movilizar el voto hacia Trump.

También manifestó de manera contundente su respaldo a Donald Trump después del intento de asesinato. Así que Musk se ha convertido en un actor político muy importante en este ciclo electoral presidencial. El comité busca conseguir que 800.000 ciudadanos con baja probabilidad de participación electoral acudan a las urnas, en estados claves, para apoyar a Donald Trump. Musk también quiere que los trabajadores de sus empresas asentadas en esos estados registren a nuevos votantes para que acudan a votar”.

Sin embargo, como sugiere el último informe de Mattioli, la implicación personal de Musk ha desatado el caos en el súper comité de acción política. A pocos meses de las elecciones, se produjo el despido repentino de empleados y proveedores de servicios fundamentales, quienes fueron sustituidos en su mayoría por miembros de la fallida campaña presidencial del gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis.

Los multimillonarios y su importancia en las elecciones de Estados Unidos

Como el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos se decide en un reducido número de estados disputados, la inyección de grandes sumas de dinero para movilizar a los votantes en esos estados podría tener un impacto decisivo. Los esfuerzos del America PAC se enfrentan a un renovado entusiasmo en el Partido Demócrata y en la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris y su compañero de fórmula, el gobernador del estado de Minnesota, Tim Walz.

Por su parte, los demócratas también cuentan con varios multimillonarios que aportan a los comités de acción política que abogan por sus candidatos. Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn y actual miembro de la junta directiva de Microsoft, ya ha donado diez millones de dólares para apoyar la candidatura de Harris. Hoffman también ha declarado que confía en que Harris, si gana las elecciones, destituya a la presidenta de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, Lina Khan, una funcionaria designada por Biden que ha llevado adelante con firmeza las medidas antimonopolio impulsadas por el Gobierno estadounidense. Como informa el medio The Lever, las medidas antimonopolio podrían impedir que Microsoft adquiera una empresa de inteligencia artificial en la que Hoffman ha realizado importantes inversiones.

Harris-Walz

Independientemente de las sumas de dinero que los multimillonarios y millonarios vuelquen en la campaña, ya sea de forma transparente o a través de formas de financiamiento ilícitas, la ciudadanía estadounidense será quien tenga la última palabra en las elecciones de noviembre. La campaña de Harris-Walz confía en que una base revitalizada, con un importante apoyo de las organizaciones sindicales, los impulse a la victoria en noviembre.

El sindicato United Auto Workers, uno de los más grandes y poderosos de Estados Unidos, ha manifestado públicamente su respaldo a Harris y está movilizando activamente a sus miembros para garantizar la victoria electoral de la vicepresidenta.

Tras la conversación entre Trump y Musk transmitida en vivo en la red social X, el sindicato United Auto Workers presentó una denuncia ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales en la que acusa a Trump y a Musk de intentar “amenazar e intimidar a los trabajadores”. Musk se rio cuando Trump elogió su habilidad para recortar puestos de trabajo.

Así fue esa parte de la conversación:

  • Donald Trump: “Usted es el mejor en eso de recortar [personal]. Yo veo lo que usted hace. Usted entra y simplemente dice: ‘¿Quieren abandonar el trabajo?’”.
  • Elon Musk: “Sí”.
  • Donald Trump: “Los trabajadores se declaran en huelga –no voy a mencionar el nombre de la empresa, pero se declaran en huelga– y usted dice: ‘Está bien. Están todos despedidos. Están todos despedidos. Se van todos’. Usted es el mejor en eso”.

United Auto Workers alegó que la amenaza de despedir a trabajadores en huelga estaba dirigida a la plantilla no sindicalizada de Musk en la empresa Tesla. El sindicato tiene más de un millón de afiliados en todo el país, muchos de ellos en Michigan, un estado clave. En noviembre, quizás sean los trabajadores, y no los multimillonarios, quienes rían los últimos.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

¿Sabes lo que cuesta este artículo?

Publicar esta pieza ha requerido la participación de varias personas. Un artículo es siempre un trabajo de equipo en el que participan periodistas, responsables de edición de texto e imágenes, programación, redes sociales… Según la complejidad del tema, sobre todo si es un reportaje de investigación, el coste será más o menos elevado. La principal fuente de financiación de lamarea.com son las suscripciones. Si crees en el periodismo independiente, colabora.

Comentarios
  1. ¿Poder popular o democracia? (Observatorio Crisis)
    Llamar ‘democracia’ a los procesos electorales que se basan enteramente en el ‘marketing’, la manipulación y la ignorancia es no querer aceptar el significado ni el espíritu de esta palabra. Tampoco nadie explica que el modelo occidental de democracia no es el único ni que está lejos de ser el mejor.
    Sabemos que la principal amenaza para los pueblos de América Latina y del mundo no proviene de «un contrincante político ciudadano» que gane o pierda elecciones, ni por las «decisiones erróneas» del Departamento de Estado.
    Hablamos de la democracia participativa. La participación ciudadana es algo diametralmente contrario a lo que conocemos como ir a votar y en dos horas olvidarlo durante los próximos 4 o 6 años.
    Igual que en la Grecia antigua, la democracia era el privilegio siempre de unos pocos, mientras que los demás, la mayoría, los plebeyos y esclavos hacían funcionar la sociedad con elevadas ideas democráticas para los de arriba. ¿Habrá una gran diferencia entre esa democracia y la actual que se practica? ¿Realmente la mayoría participa en la toma de decisiones políticas?
    ¿Qué tenía que suceder en estas últimas décadas para que una idea tan atractiva y simple, como la de la democracia, se convirtiera en el concepto más profanado y pervertido de estos tiempos? ¿Por qué para la mayoría de las personas que no han olvidado cómo pensar esta palabra no hace más que causar irritación y sarcasmo?
    Seguramente, varios votantes habituales se sorprenderán mucho cuando se enteren de que la democracia no es un fin en sí mismo, sino uno de los métodos para mejorar nuestra sociedad. Que no es un sistema político, sino una herramienta para gestionarlo. O que la celebración periódica de elecciones no es el único indicador de democracia ni mucho menos el principal. Que lo único realmente democrático que debería suceder en nuestras sociedades es, como lo soñaban los grandes revolucionarios, la participación activa cotidiana de los ciudadanos comunes y corrientes en la política y su organización para eso.
    La democracia actual, que nos está siendo impuesta por los dueños del poder de los medios de comunicación, sin ética, sin educación, sin cultura y sin el acceso libre a diferentes fuentes de información, se parece a unas clases de natación en una piscina sin agua.
    En el envoltorio de las «votaciones democráticas» periódicas por diferentes matices de lo mismo, al mundo se le impone la tiranía de la vulgaridad, la ignorancia y la idiotez.
    La sociedad de consumo ha alimentado a un individualista colectivo vulgar y autocomplaciente, acostumbrado a hacer valer solo sus propios derechos de acuerdo a la comodidad y a su placer, aquí y ahora, a cualquier precio y con nula capacidad de reflexión, autocrítica o empatía. Esta civilización es, en sí misma, una enfermedad autoinmune de la humanidad.
    La hipocresía se ha vuelto tan cotidiana y necesaria como el aire. Si todos los agresores que han lanzado numerosas guerras en las últimas décadas bajo pretextos espurios y con millones de víctimas civiles hubieran recibido alguna vez siquiera una décima parte de la condena, las sanciones y el boicot cultural que se aplican hoy contra Rusia, este mundo se habría convertido hace tiempo en un paraíso terrenal. Obviamente, esto implicaría también un suicidio colectivo de asesinos económicos y otras mil maravillas.
    Llamar ‘democracia’ a los procesos electorales que se basan enteramente en el ‘marketing’, la manipulación y la ignorancia es no querer aceptar el significado ni el espíritu de esta palabra. Tampoco nadie explica que el modelo occidental de democracia no es el único ni que está lejos de ser el mejor.
    Las elecciones ‘directas y generales’ de una población manipulada que no entiende nada de política no pueden elegir nada en absoluto. Justamente por eso existe una mayoría de edad para votar, porque se supone que el infante no tiene la capacidad para la toma de decisiones, una población enajenada y manipulada es exactamente como el menor de edad. Presidentes como Milei o Zelenski son la prueba de ello.
    Abusando descaradamente de esta realidad, el poder nos anuncia que debe ser tutor, el curador de los pueblos que, manipulados por la ‘desinformación’, no se saben dirigir (como ellos querrían), así como lo dijo Klaus Schwab, en su discurso en el Foro de Davos 2024.
    Otros modelos de participación democrática han existido y existen. Desde los sóviets (consejos) en la Revolución rusa, hasta los Comités de Defensa de la Revolución cubanos o en los territorios autónomos indígenas en varios estados de México, inspirados por el zapatismo. Es decir, diferentes formas del poder popular, normalmente menospreciadas por los países occidentales, que se autodenominan democráticos, aunque algunos incluso por elección divina sean también monarquías.
    El concepto de democracia se ha convertido en una categoría moral absoluta, al igual que antes lo fue la práctica religiosa. No ser demócrata es una herejía. Nuestro mundo es tan grande y diverso que nadie puede exigir que en todos sus rincones, culturas, historias y sensibilidades sean reducidos a un solo esquema social que, además, no funciona en ninguna parte, porque es una farsa.
    Sin educación, sin cultura y sin valores colectivos universales en la sociedad, cualquier votación no será una elección. En otras palabras, para que una democracia sea realmente democrática debe convertirse en un poder popular, con valores totalmente opuestos a los que nos impone el decadente sistema neoliberal capitalista.
    https://insurgente.org/oleg-yasinsky-poder-popular-o-democracia/

  2. La SOLUCION de nuestros problemas reclama que quienes nos han conducido al borde del abismo social y ecológico pierdan ALGO/MUCHO/TODO de lo que hasta ahora han disfrutado.
    –Carlos Taibo–

    Kamala Harris, la «comunista»
    Harris se autodenomina una “fiscal progresista”, aunque su historial profesional parece contradecir esta afirmación. Durante su tiempo como fiscal, Harris jugó un papel importante en la perpetuación de las injusticias del sistema judicial estadounidense. A menudo ignoró las demandas de reforma de un sistema penal que encarcela a más personas por delitos menores que cualquier otro país del mundo.
    En su desempeño, Harris hizo esfuerzos significativos para mantener sentencias basadas en pruebas manipuladas, testimonios falsos y la ocultación de información crucial. Se negó a realizar una prueba de ADN a un condenado a muerte que podría haber sido inocente. Además, en 2014, apeló una decisión judicial destinada a reformar la pena capital en California, lo que ha llevado a la continua aplicación de ejecuciones inhumanas.
    Harris, que podría ser apodada «Kémala», tuvo un impacto especialmente negativo en la comunidad negra y en los pobres, a quienes encarceló de manera desproporcionada. Este comportamiento la ha convertido en lo que se conoce en Estados Unidos como una “demócrata negra corporativa”, alguien que defiende los intereses de la élite dominante, sin importar la raza o el género.
    La «empoderada» Harris también se opuso a una ley que hubiera permitido investigaciones independientes sobre los asesinatos cometidos por la policía y a que los agentes llevaran cámaras corporales. Su afinidad con los sindicatos policiales le valió el apodo de CopMala.
    Harris apoyó políticas que penalizaban a los padres de niños que faltaban a la escuela y abogó por aumentar las fianzas, manteniendo a los acusados en la cárcel debido a su incapacidad para pagarlas, lo que permitía utilizarlos como mano de obra barata en trabajos forzados. Recientemente, se ha visto a presos combatiendo incendios forestales por un salario de 2 dólares al día.
    Como vicepresidenta «progresista», Harris propuso que se informara a la Policía de Fronteras (ICE) cuando se arrestara a jóvenes indocumentados. En cuanto a relaciones internacionales, Harris ha mostrado una lealtad inquebrantable hacia Israel. En 2018, se filtraron sus comentarios ante la AIPAC, donde comparaba la lucha por el supremacismo sionista en Palestina con la lucha contra el Ku Klux Klan y el supremacismo blanco en Estados Unidos.
    Biden eligió a Kamala Harris porque su supuesto progresismo y su identidad como mujer «de color» ocultan su lealtad al sistema capitalista de explotación que causa miseria y destrucción tanto dentro como fuera de sus fronteras. Harris ejemplifica los peligros de la trampa de la diversidad mejor que cualquier otro candidato.
    https://canarias-semanal.org/art/36536/kamala-harris-la-verdad-sobre-la-candidata-de-biden-promovida-como-mujer-afroamericana

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.