Medio ambiente | Sociedad
Los incendios se ceban con España y Portugal
Las llamas consumen los bosques del parque natural de la Sierra de Andújar mientras los bomberos neutralizan el declarado en Zamora. En la isla de Madeira, el fuego ha provocado deslizamientos de tierra.
Como cada verano, los incendios están diezmando grandes áreas de bosque. Estos días están siendo especialmente complicados en España y Portugal. Numerosos focos recorren la geografía de la Península ibérica. El último en declararse ha sido el que afecta a la sierra de Andújar, en Jaén. Se detectó a las 15.00 horas del pasado domingo junto al embalse del Encinarejo. Más de cien personas trabajaron durante toda la noche en su extinción y su propagación se ha visto ralentizada por el descenso nocturno de las temperaturas.
Este incendio está afectando al parque natural de la Sierra de Andújar, un paraje que actúa como refugio de multitud de especies amenazadas. Se trata del lugar más frondoso de Sierra Morena y sus encinas y alcornoques constituyen el hábitat de animales como el lince ibérico y el lobo. En las últimas 24 horas, el dispositivo desplegado por la Junta de Andalucía (a través del plan Infoca) ha llegado a utilizar 16 medios aéreos, entre helicópteros y aviones. El perímetro del incendio alcanza en estos momentos los 20 kilómetros.
Más al norte, en la provincia de Zamora, el incendio declarado el pasado sábado en el municipio de Trabazos ha calcinado 280 hectáreas. Según las autoridades de la Junta de Castilla y León, está controlado y «no ha avanzado ni un centímetro» en las últimas horas. Las llamas provocaron el cierre de una carretera nacional y la evacuación de los habitantes del pueblo de Sejas de Aliste. Más de 140 vecinos tuvieron que trasladarse al pabellón polideportivo de Alcañices en una operación que se saldó con una víctima mortal: durante el traslado un vecino falleció a causa de un paro cardiaco.
La detección de dos focos en el incendio de Trabazos ha llevado a los investigadores de la Junta y del Seprona a sospechar del carácter intencionado del suceso. Lo mismo ocurrió en Almuñécar (Granada) la semana pasada: se detectaron dos focos en un incendio que arrasó con casi 600 hectáreas de cultivos (dedicadas a frutas tropicales como el aguacate, el mango o la chirimoya y principal fuente de ingresos de la comarca junto con el turismo) en los montes de la localidad.
Arde Madeira
En las últimas horas ha habido hasta 16 incendios en Portugal. Los que se produjeron en la Península han sido controlados, pero el más virulento sigue consumiendo hectáreas en la isla de Madeira. Lleva cinco días ardiendo y, según Protección Civil, tiene tres frentes activos. El fuerte viento y el calor están dificultando las labores de extinción y han llevado a las autoridades portuguesas a colocar todas las regiones de la isla en alerta naranja. El fuego ha provocado deslizamientos de tierra que han afectado gravemente al municipio de Serra de Água y cientos de personas han tenido que ser evacuadas por precaución.
Según los datos del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques, en las primeras dos semanas de agosto se quemaron en Portugal el equivalente a 3.000 campos de fútbol. El informe de previsión realizado por esta institución no es halagüeño: anticipa que este mes el país vecino registrará un nuevo máximo en el número de incendios forestales. Hasta el día 15 se registraron 722 incidencias. Con todo, las cifras generales han mejorados respecto a la década anterior.
Turquía, con dos incendios activos en la turística provincia de Mugla, y sobre todo Grecia también han sido pasto de las llamas. El drama del fuego golpea regularmente al país heleno. La semana pasada se quemaron 10.000 hectáreas a las afueras de Atenas y hace un año sufrió el incendió más grande jamás registrado en Europa: 938 kilómetros cuadrados (una superficie superior a la de la ciudad de Nueva York).
Según un estudio publicado en la revista Earth System Science Data, los incendios producidos en 2023 fueron tres veces más probables debido al cambio climático y aumentaron en un 16% las emisiones globales de CO2 a la atmósfera.
Aparte de los incendios provocados, hay muchas Comunidades, entre ellas la aragonesa, que tienen muy descuidados los montes y bosques. Yo veo de un año para otro troncos y ramajes secos que allí están hasta que se pudran o hasta que a la menor incidencia haya un incendio.
Hay otras Comunidades, como Euskadi o nuestra vecina Navarra de las que deberíamos tomar ejemplo.
Creo que se trata de cultura de lo común y de saber valorar y sentir lo nuestro de lo que nosotros adolecemos.