Medio ambiente

Casi 500 millones de niños y niñas soportan el doble de días de calor extremo que los que experimentaron sus abuelos

Según un nuevo estudio de UNICEF, los niños de África Central y Occidental son los más expuestos al calor extremo. En España, las olas de calor se han triplicado y su duración ha pasado de 4,4 a 5,5 días.

Los niños de África Central y Occidental son los que más se exponen al calor extremo. UNICEF.

Uno de cada cinco niños y niñas -466 millones- vive en zonas que experimentan cada año al menos el doble de días de calor extremo que hace seis décadas, según un nuevo análisis de UNICEF.

Para realizar el informe, explican desde la organización, han comparado la media de la década de 1960 y los años 2020-2024, tomando como referencia los días extremadamente calurosos, aquellos que hayan superado los 35º C.

La principal conclusión es que, en toda la región de Europa y Asia Central, la frecuencia de las olas de calor anuales se ha duplicado, pasando de cinco en la década de los 60 del siglo pasado a 11,5 en 2020-24.

Por añadidura, estos episodios duran más (5,3 días, frente a los 4,4 de la década de los 1960) y son más graves. “Unos 55 millones de niños y niñas de la región viven en zonas donde la frecuencia de olas de calor se ha duplicado (7 millones en lugares donde se ha triplicado)”, alertan en UNICEF.

Las olas de calor en España se han triplicado

El análisis también examina datos nacionales y constata que en 16 países los niños experimentan ahora cada año más de un mes de días extremadamente calurosos adicionales en comparación con hace seis décadas. En Sudán del Sur, por ejemplo, viven una media anual de 165 días de calor extremo en esta década, frente a los 110 días de los años 1960; en Paraguay el aumento ha ido de 36 a 71 días.

En España se ha pasado de las cinco olas de calor que se sufrieron en los años 1960 a cerca de 14 en 2020-24, casi el triple. El 85% de las niñas y niño españoles -6,4 millones- vive en zonas donde se ha duplicado el número de olas de calor, y el 44% -3,3 millones- en lugares donde se han triplicado. Además, la duración de las olas de calor ha aumentado de 4,4 a 5,5 días.

Los niños y niñas de África Occidental y Central son los más expuestos al calor extremo

Desde UNICEF señalan que los niños y niñas de África Occidental y Central son los más expuestos a días extremadamente calurosos y los que experimentan los aumentos más significativos a lo largo del tiempo.

123 millones de niños -o el 39% del total de la región- experimentan ahora una media de más de un tercio del año -o al menos 95 días- con temperaturas superiores a 35º C, alcanzando hasta 212 días en Malí, 202 días en Níger, 198 días en Senegal y 195 días en Sudán. En América Latina y el Caribe, casi 48 millones de niños y niñas viven en zonas que experimentan el doble de días de calor extremo.

En la región de Europa y Asia Central, el número absoluto de días de calor extremo ha aumentado de 5,8 a 9,7. 37 millones de niños y niñas viven en zonas donde los días de calor extremo se han duplicado, y 28 millones en lugares donde se han cuadruplicado.

Los peligros para la salud del calor extremo

“El estrés térmico en el organismo, causado por la exposición al calor extremo, conlleva amenazas para la salud y el bienestar de los niños, las niñas y las mujeres embarazadas, sobre todo si no se dispone de intervenciones de enfriamiento. Se ha relacionado con complicaciones en el embarazo, como enfermedades crónicas gestacionales, y con resultados adversos en el parto, como mortinatalidad, bajo peso al nacer y parto prematuro”, apuntan en el informe.

Y añade que “los niveles excesivos de estrés térmico también contribuyen a la desnutrición infantil o a enfermedades no transmisibles como las relacionadas con el calor, y aumentan la vulnerabilidad de niños y niñas frente a enfermedades infecciosas que se propagan a altas temperaturas, como la malaria y el dengue. Está demostrado que también afecta al desarrollo neurológico, la salud mental y el bienestar”.

El impacto de los peligros relacionados con el clima en la salud infantil, agregan en UNICEF, “se multiplica por la forma en que afectan a la seguridad y la contaminación de los alimentos y el agua, dañan las infraestructuras, interrumpen los servicios para los niños, incluida la educación, y provocan desplazamientos. Además, la gravedad de estos impactos viene determinada por las vulnerabilidades y desigualdades subyacentes a las que se enfrentan los niños y las niñas en función de su situación socioeconómica, género, ubicación, estado de salud existente y contexto del país”.

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Comentarios
  1. Niños y niñas, ancianos, enfermos, naturalezas frágiles, sumado al aplastamiento que da el calor, que te quita las fuerzas, muchos no lo pueden resistir, fallecen.
    La mayoría de los países que lo sufren y sobre todo los que tienen que desplazarse de lugar hay que decir una vez más que son los que menos culpa tienen.
    Los países de la órbita del capital, del «eje del bien» siguen depredando a nivel global a una agonizante Madre Naturaleza y las masas despreocupadas, inconscientes y manipuladas del «eje del bien» siguen engordando al monstruo consumiendo innecesariamente. Las que pueden hacerlo, claro. Las que no, que se vayan al carajo, yo a lo mío, a consumir y a pasármelo bien.

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