Economía

Las cuentas de ‘The Objective’: inyecciones de capital periódicas y más de cinco millones de euros de pérdidas en siete años

Tras años de ingresos mínimos, la compañía editora recibió 1,3 millones de euros de una sociedad panameña presidida por el empresario venezolano Pedro Manuel Mezquita Arcaya.

La periodista Paula Quinteros, editora de 'The Objetive'. GUSTAVO VALIENTE / EUROPA PRESS

Más de cinco millones de euros de pérdidas en siete años. Es el balance económico de The Objective entre 2017 y 2023, primer y último año para los cuales tiene depositadas sus cuentas en el Registro Mercantil la empresa editora, The Objective Media S.L. El tabloide, que acaba de registrar las cuentas del año pasado, con un saldo negativo de 1,2 millones de euros, ha sido un sumidero de dinero desde su creación. 

Durante varios ejercicios, la sociedad ha estado incursa “en causa de disolución”, y ha logrado sobrevivir a base de inyecciones de capital continuas, la mayor parte de ellas procedentes del bolsillo de su editora y propietaria, la periodista argentina Paula Quinteros, también fundadora del diario venezolano El Estímulo.

Entre estas aportaciones destaca la efectuada en 2019 por la sociedad panameña Lexhia International Corp., creada con el fin de participar en el accionariado de The Objective, tal como ha confirmado a lamarea.com uno de sus fundadores, el empresario venezolano Pedro Manuel Mezquita Arcaya. La compañía inyectó al digital 1,3 millones de euros. 

En los últimos años, The Objective se ha situado en el centro de varias polémicas por sus supuestas informaciones. El ex ministro de Transportes José Luis Ábalos lo demandó en 2021 por presuntas injurias y calumnias tras la publicación de varias noticias en las que se le acusaba, sin pruebas, de tener una oscura doble vida. Recientemente, el tabloide ha sido condenado a rectificar una falsa información sobre Begoña Gómez, la esposa del presidente, Pedro Sánchez. 

Ingresos irrelevantes hasta 2019

Su crecimiento en relevancia pública, sin embargo, no ha venido acompañado de beneficios económicos, ya que la empresa editora arroja pérdidas desde 2017. Y, hasta el año 2022, las cuentas de resultados de The Objective también destacan por sus exiguos ingresos. En 2017 y 2018, primeros años de los que hay registro, la cifra de negocio generada por la empresa fue de solo 3.800 y 6.132 euros, respectivamente. 

Dichas cantidades sorprenden a los especialistas consultados ya que contrastan con los gastos de personal, que en 2017 alcanzaron los 245.800 euros. Estos, sumados a pagos por aprovisionamientos y a otros gastos de explotación, arrojaron unas pérdidas de 717.000 euros en ese ejercicio. Un año después, en 2018, la partida destinada a personal ascendió hasta los 365.000 euros y las pérdidas alcanzaron los 576.000 euros.

Desde su fundación en 2013, por parte de Miguel Castellví Pérez-Reus y Joel Dalmau Burn, la sociedad editora del tabloide ha conseguido mantenerse en pie gracias a sucesivas ampliaciones de capital, la mayor parte de ellas llevadas a cabo por Paula Quinteros, quien en 2016  se convirtió en la administradora única de la empresa.

Necesidad de liquidez

Con la compañía incursa en causa de disolución y con una deuda superior a un millón de euros con su administradora única, la empresa anunció en 2019 un acuerdo con la sociedad panameña Lhexia International Corp. “para realizar una ampliación de capital que solvente la situación de causa de disolución y liquidez”. 

La compañía de Panamá aportó casi 1,3 millones de euros, una cantidad a la que se sumó más de un millón de euros procedentes de la socia preferente, es decir, Paula Quinteros (en concepto de compensación de los créditos pendientes). Ese año, la cifra de negocio se multiplicó por más de 20, alcanzando los 130.000 euros de ingresos. A pesar de ello, la sociedad obtuvo unas pérdidas que superaron los 840.000 euros

Lhexia International Corp. fue constituida en Panamá un mes y medio antes de la inyección de capital a The Objective. Su primer objeto social era “aportar, reunir, o suscribir el capital necesario para promover, establecer o desarrollar empresas o negocios”. El presidente y tesorero era el productor venezolano Pedro Manuel Mezquita Aracaya, amigo personal de Quinteros, además de socio, ya que ambos coinciden en otra empresa panameña, Iguana Capital Blue Corp., fundada en 2012. De acuerdo con la información publicada por Diario Red, el empresario fue cuñado de la principal opositora venezolana, María Corina Machado, ya que estuvo casado con su hermana, Mariona Machado.

Mezquita Arcaya, en respuesta a lamarea.com, ha asegurado que la sociedad fue creada específicamente para realizar dicha operación: “Teníamos mucho tiempo pensando en cómo realizar esa inversión con el objeto de emprender conjuntamente con The Objective la coproducción hispano venezolana […] de películas y series aprovechando la plataforma cultural que The Objective estaba creando”. 

Preguntado sobre los motivos por los que la sociedad fue constituida en Panamá, el empresario asegura que los “distintos tipos de control de cambio y restricciones a la disponibilidad de moneda extranjera desde hace casi 20 años”, sumados al “sobrecumplimiento” de las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Venezuela, “hacen muy difícil realizar cualquier transacción” desde el país, por lo que muchos venezolanos recurren a compañías constituidas en terceros países. Fuentes conocedoras de la situación empresarial en Venezuela confirman que la práctica de crear sociedades en Panamá para evitar la inestabilidad económica del país es muy habitual.

Una nueva etapa

A pesar de la liquidez aportada desde la empresa panameña, 2020 fue un año muy negativo para la sociedad editora de The Objective: la cifra de negocio volvió a reducirse hasta los 30.000 euros y las pérdidas superaron los 930.000 euros, las mayores de todas las disponibles en las cuentas del Registro Mercantil, a pesar de la apertura de “una nueva línea de negocio impartiendo seminarios” con “muy buena acogida”, según se especifica en los documentos registrados. Los gastos laborales ascendieron a 440.000 euros ese ejercicio. Al cierre del año, la sociedad seguía incursa en causa de disolución y con créditos por valor de 524.000 euros con Paula Quinteros y Lhexia International Corp.

Conseguir aumentar el número de visitas para acceder a ingresos por publicidad fue siempre el principal objetivo de The Objective, como reflejan sus cuentas. Y 2021 fue el año en el que se pusieron las bases para lograrlo. Quinteros recompró el capital social adquirido por la sociedad panameña hasta hacerse de nuevo con el 100% del mismo. Según explica Pedro Manuel Mezquita, la llegada de la pandemia, sumada a que The Objective “se estaba volviendo cada vez más un periódico de informaciones (distintas a las culturales)” le llevó a abandonar el proyecto.

En septiembre, el tabloide anunció el fichaje de Álvaro Nieto, exdirector de VozPópuli, quien duplicó la plantilla con la llegada de 16 nuevos periodistas, que se sumaron a los 18 trabajadores con los que ya contaba la empresa.

Los esfuerzos conllevaron un tímido aumento de los ingresos (140.000 euros de cifra de negocio en 2021, además de otros 337.000 por “trabajos realizados por la empresa para su activo”). Sin embargo, las pérdidas siguieron siendo elevadas: 665.000 euros. El pseudomedio tuvo que esperar a 2022 para mejorar resultados. Ese año, los ingresos se multiplicaron por diez respecto al anterior, alcanzando 1,2 millones de euros. 

Esta cantidad, muy alejada de los apenas 3.800 euros que había ingresado la sociedad seis años antes, procedía, principalmente, de la “prestación de servicios de publicidad”, tal y como recogen las cuentas. A pesar de todo ello, la empresa volvió a tener pérdidas valoradas en 260.000 euros.

En 2023, los ingresos volvieron a crecer hasta los 2,2 millones de euros. Sin embargo, los gastos en personal también lo hicieron, y la sociedad editora acabó perdiendo 1,2 millones de euros, sumando así un ejercicio más en números rojos. Las cuentas del año pasado reflejan también una nueva ampliación de capital por parte de “socios minoritarios” que han provocado que Quinteros deje de tener el 100% de las acciones y pase a tener un 92,07%. En abril de 2024, la sociedad ha vuelto a ampliar su capital y ha logrado un crédito valorado en dos millones de euros “para la ejecución de su plan de negocio”.

lamarea.com ha tratado de contactar con la propietaria de The Objective, Paula Quintero, que no ha respondido a los mensajes enviados.Tampoco ha contestado a las preguntas enviadas el director del medio, Álvaro Nieto.

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Comentarios
  1. AVISO PARA NAVEGANTES.
    El 1 de agosto quedaba en libertad PABLO GONZALEZ YAGÜE.
    Desde ese día la máquina del fango de la comunicación se puso a trabajar para acusar a Pablo de espía, pocos hablaron de derechos humanos, del derecho a la información, de la persona que estuvo recluída 886 días en régimen de semiaislamiento.
    De repente, infinidad de medios nacionales e internacionales hablaban de Pablo. Antes del 1 de agosto, en cambio, las noticias e informaciones sobre Pablo salían con cuentagotas.
    En lo que llevamos de més se ha ido creando una bola informativa en torno a Pablo en la que todo lo que se sabe de él -y lo que no- ha sido utilizado para acusarle, cualquier nimio detalle lo han convertido en argumento incriminatorio.
    Algunos medios han vuelto a propagar las manipuladas informaciones de AGENTSTVO (Proyect Media) de la que ya hablamos en su día.
    La máquina del fango empieza a funcionar, una agencia de noticias financiada por EEUU dedicada en exclusiva al ataque constante a la política rusa (no lo digo yo, lo declaran ellos mismos sin pudor en el apartado “Quiénes somos” de su web). La rumorología, la intoxicación o la desinformación son propias de servicios de información y prensa al dictado, estamos viviendo la “Edad de oro” del periodismo basura….
    …….Los artículos con especulaciones se multiplican. Es verdad que se está vertiendo este fango ante el silencio, totalmente legítimo, de Pablo, que se está recuperando de un problema pulmonar contraído en prisión cuya gravedad médica desconocemos aún, está ahora mismo en un hospital. Hay que recordar que, a pesar de su aparente buen aspecto, ha perdido 20 kg. Su silencio se deriva también de su recuperación anímica de la experiencia que ha vivido, extremadamente dura a nivel psicológico.
    Ese silencio da alas a todos los tenderos de la comunicación para esparcir bulos. Pero también es verdad que cabe hacerse la pregunta de porqué tener que justificarse ante la calumnia y el embuste.
    Juan Teixeira: “De momento la única prueba que tiene la derecha mediática o los grandes medios y demás, para culpabilizar a Pablo es que Putin le ha dado la mano, lo cual me parece un absurdo absoluto. Es una muestra de la situación complicada en la que se encuentra el periodismo, y de la podredumbre de gran parte del periodismo de masas, que se han lanzado contra Pablo con todo, desde El Mundo, El Español, El País, por citar a Xavier Colás o a María Sahuquillo, por poner dos ejemplos evidentes de falta de profesionalidad total y absoluta por su parte, y de falta de compañerismo y humanidad”….
    … No esta de más sacar alguna conclusión de todo esto y es la inseguridad y vulnerabilidad en la que viven las personas que defienden y practican el derecho a la información, comprometidos con la verdad. Aviso a navegantes: cuidado con lo que informas, lo que dices, lo que opinas, te podemos meter preso de inmediato y hacer que caigas en el agujero del olvido, vivimos en una democracia vigilada y con unos niveles de manipulación que pueden dar a tu vida un giro de 180 grados; no importa que no hayas cometido ningún delito, lo importante es seguir la dirección de la corriente que marca el estado, no disentir, no cuestionar, y preguntas las justas. Cada vez tenemos más ejemplos de represión y castigo en la Europa de las “libertades”. Recuerden “solo los peces muertos nadan a favor de la corriente”.
    Pablo González tiene mucho que decirnos, y lo hará, ahora lo importante es su recuperación, dejémosle el tiempo que necesite para hacerlo. Y sobre todo, no caigamos, como pretenden los mass media, en condenarle de antemano. La defensa de Pablo González ha sido una batalla en defensa de los Derechos Humanos, y eso es para todas y todos sin excepción, porque estaríamos cuestionando el derecho a ser inocente mientras no se demuestre lo contrario.
    (Iñaki Alrui, LoQueSomos)
    https://loquesomos.org/pablo-gonzalez-y-la-edad-de-oro-del-periodismo-basura/

  2. No creo que La Marea tenga muchas subvenciones, como toda la prensa independiente que malvive de las cuotas de lxs socixs.
    Y mientras haya personas despiertas y honestas qué apostamos por la prensa independiente así será.
    El País desde luego que no es un periódico independiente.
    A la prensa la mantienen los amos a los que sirven y, claro, todos se apuntan a servir a los más ricos. Está bien cebada esa prensa, se siente bien protegida y la manipulación que emite, infundios, calumnias, juego sucio, no tiene límites.
    Si te picas, ajos comes.
    ——————-
    El Salto:
    Esto es lo que Almeida inyectó a OKDiario, The Objetive, El Debate, Javier Negre o Jiménez Losantos en 2023….
    La publicidad institucional del ayuntamiento de Madrid vuelve a mostrar cómo se infla con dinero público a medios afines al PP mientras se discrimina a los molestos….

  3. Hombre, hacer este análisis a The Objective y por ejemplo, no hacerlo a El País, que hace años que debiera estar cerrado por muchísimos más millones de euros que los que se citan en este pasquín de la rojambre mediática, es cuanto menos hilarante. A la prensa la mantiene esencialmente el Gobierno, aunque eventualmente tengan otras fuentes de financiación. Por eso, hacer un artículo justamente contra el periódico que más pone en cuestión la actitud bastante delictiva del cortijero de nuestro Presidente, huele a subvenciones. Hablar bien del gobierno y cargar contra sus críticos se paga bien en España. Y es la propaganda que mejor consumen los mamertos que creen que el Gobierno está arreglando sus problemas. Basta leer algunos comentarios al pié de este pasquín. Además, en el propio artículo se piden donativos para «el buen periodismo». El buen periodismo era un contrapeso del poder, no como ahora que comen ustedes en la mano del mismo. Aciago destino les espera en el medio plazo, pues mientras nos maquillan la realidad caminamos hacia la mayor crisis de los últimos 100 años. Cuando el Estado, hiperendeudado hasta el tuétano, no tenga euros, bye bye medios de propaganda gubernamental. Suerte para los ingenuos.

  4. «Tabloide», llaman ustedes tabloide a lo que no es, para ver un tabloide lo mejor es que, por ejemplo, «El País» se mire al espejo o «La Sexta» haga lo mismo. Periodismo no es repetir o loar lacayunanente las «noticias» qué fabrican PSOE, PODEMOS, SUMAR, o la patulea nacionalista.

  5. «Siempre los ricos fueron extranjeros que se vayan a Miami con su melodía», así cantaba Víctor Jara, sabía lo que cantaba.
    «Los partidos, organizaciones y el coro mediático del régimen capitalista occidental se han volcado antes, en y después en apoyo a la oposición bolivariana. Lo que quieren es que las empresas a las que obedecen y que practican el ultraje, el expolio y el robo se hagan de una vez con Venezuela.
    Y para ello no escatiman poner sus enormes poderes mediáticos al servicio de la causa.
    Los mullidores de este operativo lo hacen desde Miami, nido de ratas desde tiempo inmemorial y desde Madrid donde conocidos millonarios venezolanos se «asilaron» y al amparo de los Ayusos manejan, entre otros, buena parte del negocio especulativo inmobiliario»

  6. Amigo, Alfonso, entendemos tu frustración, pero inventar bulos sobre la familia de Pedro Sánchez y repetirlos un millón de veces no los va a convertir en verdades, incluso aunque os busquéis un juez afín para echaros una mano en vuestro indecente hacer.
    Un saludo y otro día nos comentas los chanchullos del novio de la faraona madrileña, que esos sí que están confirmados.

  7. Lo de las cuentas económicas es un poco aburrido y, tampoco es que aportéis ninguna prueba.

    ¿No podríais hablar de la investigación de la Vergoña y la universidad, o de los pisos del hermano del presidente?

    ¿Cómo se enteraron de esos chanchullos?

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