Cultura
‘Los indeseables’: hay un camino a la izquierda
Después de denunciar la violencia policial en ‘Los miserables’, Ladj Ly vuelve a su barrio y a las pantallas con una defensa de la política como actividad noble.
Ladj Ly no sale del barrio. Después del formidable éxito de Los miserables (2019), le han llegado ofertas astronómicas para contar otro tipo de historias, pero él quiere seguir en Montfermeil, narrando las vicisitudes de la gente de la banlieue. De su gente. Si en su primer largometraje (con el que consiguió ser nominado al Oscar) denunciaba la violencia policial, en Los indeseables, la película que llega ahora a las carteleras, se centra en los problemas de vivienda que sufren los habitantes de esta acumulación de bloques ruinosos.
Sesenta años después de su construcción, estas ciudades-dormitorio, inspiradas en los funestos diseños de Le Corbusier, se caen a pedazos. Sirvieron en su momento para reproducir en el Hexágono la segregación impuesta anteriormente en las colonias. La intención nunca fue la mal llamada «integración». Se trataba de crear guetos aislados con mano de obra barata y lo más lejos posible del centro. No hay metro. Las líneas de autobús tienen un funcionamiento deficiente. Los servicios públicos brillan por su ausencia. Para esa población pobre y racializada, la egalité que forma parte de la divisa del país es una broma de mal gusto. Así, la cólera que se ha ido acumulando durante décadas estalla con violencia y es reprimida con mano de hierro. Los medios de comunicación imitan la retórica de las fuerzas del orden y hablan de estos barrios como de un «territorio de guerra». Los altercados y su correspondiente réplica policial se repiten de forma cíclica y trágica.
Cuando a Haby, la protagonista de Los indeseables (interpretada por una luminosa Anta Diaw), le preguntan cómo se definiría, ella responde: «Soy una francesa de hoy». Esto es lo que una gran parte de Francia, a tenor del ascenso de la extrema derecha, parece no querer entender. La multiculturalidad es uno de los caballos de batalla del partido de Marine Le Pen. Otros, más paranoicos si cabe, llegan a hablar del «Gran Reemplazo», esa teoría según la cual se está desarrollando una suerte de nueva ocupación por parte de los migrantes que acabará por islamizar a las poblaciones europeas. El planteamiento es erróneo por cuanto hoy, por suerte, y no hay más que mirar la maravillosa variedad étnica de las selecciones que participan en la Eurocopa, no está claro qué es exactamente eso de «poblaciones europeas». Haby tiene razón. Es una francesa de hoy. Una europea de hoy.
Si bien esta película no contiene la agitación trepidante de Los miserables, sí que abunda en imágenes ciertamente poderosas desde el punto de visa político. Con mayor o menor sutilidad, Ladj Ly despliega un catálogo de símbolos que sintetizan a la perfección la Francia actual. La cinta arranca con el descenso de un ataúd por las escaleras de uno de estos bloques destartalados. El ascensor no funciona desde hace décadas. Los vecinos tienen que realizar escorzos y las más penosas maniobras para sacar al muerto a la calle. En un lugar así, afirma Ly con imágenes, no es que no se pueda vivir, es que tampoco se puede morir con dignidad.
El fotograma elegido para el cartel de Los indeseables es otra brillante alegoría. El alcalde del municipio acciona el detonador para volar uno de esos edificios degradados (el solar resultante se dedicará a la especulación). Un mal cálculo en la cantidad de explosivos hace que una nube de polvo cubra a todos los asistentes a la voladura. La escena, entre cómica y siniestra, es un aviso: volar el sistema entregando el poder a la extrema derecha sólo servirá para enturbiar aún más la convivencia. Esos árabes, esos negros, esos franceses por derecho propio, no van a desaparecer cuando Jordan Bardella sea elegido primer ministro o Le Pen presidenta.
Es reconfortante ver cómo Ladj Ly, contradiciendo el discurso antisistema de derechas que tanto éxito ha tenido en la última década, apuesta por la política como actividad noble. Alexis Manenti (amigo de Ly desde la adolescencia, cuando fundaron el colectivo Kourtrajmé) interpreta al alcalde autoritario que cree que puede solucionar todos los problemas a golpe de porra (el paralelismo con Emmanuel Macron es más que evidente). Para él, la paz social significa que le dejen especular tranquilo con terrenos y edificios. Pero el alcalde, nos recuerda Ly, y también el personaje de Anta Diaw, no estará ahí eternamente. Hay alternativas. Depende de nosotros, de nosotras, en el sentido más plural y colectivo del pronombre, cambiar las cosas.
Francia tiene una oportunidad para empezar a hacerlo el próximo 30 de junio.
‘Los indeseables’ se estrena en cines el miércoles 19 de junio.
Educando en los valores, en la paz y en la convivencia:
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó un nuevo decreto que establece el currículo para Primaria, ESO y Bachillerato, incluyendo formación sobre el Ejército y la Policía en la sociedad actual, a partir de septiembre. Esta formación se adaptará a las diferentes edades dentro de la asignatura de Geografía e Historia, en el bloque «Retos del mundo actual». Además, el nuevo currículo abordará temas como el peligro de la pérdida de libertad, vinculados con la Constitución de 1978.
Tan honda es la alienación a la que han conseguido llevar a lxs madrileños que ya podemos dar por irrecuperable la cordura y el coraje del Madrid del NO PASARAN.