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El Congreso aprueba la Ley de Amnistía tras meses de polémica y el veto del PP en el Senado
El Congreso ha levantado el veto del Senado a la Ley de Amnistía. Ahora los jueces deberán aplicarla. La presidenta madrileña ya ha anunciado varios recursos. Miembros de Vox han gritado “traidor” en numerosas ocasiones
El Congreso de los Diputados ha aprobado de manera definitiva la Ley de Amnistía con 177 votos a favor y 172 en contra. La norma ha salido adelante con los votos a favor del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, Podemos y BNG. En contra votaron el PP, Vox, Coalición Canaria y UPN. Así, desde hoy queda levantado el veto del Senado, que salió adelante gracias a la mayoría absoluta del PP.
El siguiente paso para hacerla efectiva es su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y la posterior aplicación por parte de los jueces, que debe hacerse en un plazo máximo de dos meses.
A partir de ahora también se plantearán recursos contra la norma tanto al Tribunal Constitucional como, muy probablemente, al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya ha anunciado que todas las autonomías gobernadas por el PP recurrirán la ley.
“Rendirle pleitesía al carnicero de Rafah”
En un ambiente muy caldeado desde el principio de la sesión (de la que se ha ausentado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta el inicio de las votaciones), el momento más caliente ha llegado tras la intervención del presidente de Vox, Santiago Abascal. Éste, entre otras cosas, ha dicho que el diputado de Sumar Gerardo Pisarello (que había hablado con anterioridad) “odia profundamente a España”.
Al finalizar el discurso del líder de la extrema derecha, Pisarello ha pedido la palabra para decir lo siguiente: “Soy nieto de republicanos andaluces, me siento orgullosamente catalán y latinoamericano. Pero, aunque fuera de Senegal o de Donosti, le diría al señor Abascal que los que trabajamos o vivimos aquí no aceptamos ninguna lección de los señoritos que siempre han vivido del cuento, que forman parte de organizaciones históricamente islamófobas y antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah”.
“Tucumano, sudaca, txapote”
Por alusiones personales a miembros del Grupo Parlamentario Vox, pidió la palabra José María Figaredo. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, no se la concedió, y eso puso a hervir (aún más si cabe) los ánimos de las señorías de la ultraderecha.
Desde esta bancada, como ha apuntado la periodista de La Sexta María Llapart, se escucharon insultos hacia Pisarello como “traidor, corrupto, cobarde, calaña, vendido, cínico, txapote o sudaca”.
La bronca ha continuado al inicio de la intervención del diputado del PSOE Artemi Rallo, al que los diputados y diputadas de Vox han interrumpido en varias ocasiones con gritos de “traidor”.
Ese ha sido también el calificativo que le han dedicado a Pedro Sánchez, a Yolanda Díaz y a los ministros Félix Bolaños y Óscar Puente, en el momento de la votación final de la Ley de Amnistía.
A través de la red social X, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha señalado que “es evidente que Vox ha venido con la consigna de reventar el Pleno, forzar alguna expulsión de sus diputados e intentar que no se vote la amnistía. Y en campaña electoral. Esto estaba organizado”.
Muy acertados Pisarello y Aitor Esteban.
Lo mismo que ningún nazi forma parte del gobierno alemán, si en este país se hubiera hecho Verdad, Justicia y Reparación de todos los hechos ocurridos desde el golpe de estado del 36 hasta la posdictadura, hoy los herederos de aquellos genocidas impunes que siguen de amos del cortijo no nos estarían dando lecciones morales y de patriotismo en el Congreso.
No conocen la honestidad ni la vergüenza.