Política

Caos y sufrimiento en las fronteras europeas

Un informe de la Fundación porCausa denuncia un sistema de control fronterizo "tan cruel como incapaz" para frenar los intentos de acceso irregular a la Unión Europea

Un migrante en la valle de Melilla. JESÚS BLASCO DE AVELLANEDA / MELILLA

«Si existe una palabra que describe de manera fiel nuestro modelo migratorio, esa palabra es caos». Así define la Fundación porCausa el actual sistema de control fronterizo en su informe Externalización, que lleva como subtítulo Caos, corrupción y control migratorio bajo la apariencia de cooperación europea. En él, la organización dedicada al periodismo de migraciones asegura que las fronteras de la UE «se han convertido en espacios de desorden que cumplen a duras penas, y con consecuencias indeseables, algunas de las funciones para la que fueron creadas».

Este «desorden» tiene unas consecuencias distintas para los diferentes grupos de población. Para la opinión pública de los diferentes países europeos, el caos se convierte en «una frustrante sensación de pérdida de control y constante emergencia fronteriza», una narrativa alentada por medios de comunicación y determinadas ideologías políticas contrarias a la inmigración. Para las personas que migran, sin embargo, «el desorden es vulnerabilidad, muerte, sufrimiento y gastos desproporcionados».

Un tercer grupo, sin embargo, sí se beneficia del sistema: «Para la industria de las migraciones, legal e ilegal, el caos es la fuente de un fabuloso negocio al que no están dispuestos a renunciar», sostiene el informe, elaborado por los investigadores Cristina Fuentes Lara y Gonzalo Fanjul, y que hace un repaso por la historia del control migratorio, cuya fecha de inicio sitúan en la firma del Acuerdo Schengen, en 1985: «Las siguientes cuatro décadas han sido solo el perfeccionamiento de un sistema que trataba de poner el jardín a salvo de la jungla», aseguran en referencia a las palabras del alto representante para Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, quien en 2022 definió Europa como «un jardín» rodeado de «una jungla bastante poco habitable».

Estos 40 años de control fronterizo han desembocado en la firma del nuevo Pacto de Migraciones y Asilo, aprobado por el Parlamento Europeo este mes de abril de 2024. PorCausa define el tratado como «una batería de iniciativas legislativas que recogen el consenso principal de la impermeabilización, a toda costa, de las fronteras exteriores de la UE». El acuerdo también consolida la militarización de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), un organismo creado hace dos décadas y acusado de abordar las migraciones desde una perspectiva violenta en lugar de humanitaria. Un reciente informe elaborado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau e Irídia – Centro por la Defensa de Derechos Humanos acusa a Frontex de derivar hacia «la orbanización [en referencia al primer ministro húngaro, Viktor Orbán] del derecho de asilo en la UE».

PorCausa ha cifrado en no menos de 9.344 millones de euros el presupuesto destinado a la externalización de fronteras de la UE entre 2004 y 2024, si bien aseguran tener la certeza «de que la cantidad real destinada a estas partidas es mucho más alta», puesto que la «opacidad» es una de las principales características del sistema: «No se publica qué cantidad presupuestaria se destina a cada país, ni se desglosa por las correspondientes partidas. Esto dificulta sobremanera conocer cuánto dinero público se está utilizando para mantener el caótico e ineficiente sistema de externalización de fronteras de la UE», denuncia la fundación.

Sin embargo, la paradoja es que la militarización de las fronteras no ha logrado un descenso de los flujos migratorios, más bien lo contrario: las llegadas y los intentos de acceso irregular a los países de la Unión han aumentado en los últimos años. De acuerdo con los propios datos de Frontex, «“2023 ha registrado un aumento significativo del número de cruces irregulares de fronteras, que se incrementó un 17 % en los once primeros meses hasta superar los 355.300. Esta cifra ya ha superado todo el total de 2022, marcando el valor más alto registrado desde 2016”, en los estertores de la crisis de acogida por el conflicto sirio», explica el informe.

Entonces, ¿por qué se sigue apostando por un sistema tan costoso que no logra sus objetivos mientras somete a miles de personas a un sufrimiento innecesario? El estudio apunta varias razones. Por un lado, a la lógica policial y securitaria que impregna a las políticas fronterizas de la UE, donde la migración es vista como una amenaza. Una visión que deriva en un lucrativo negocio para todos aquellos entes que participan de la denominada «industria del control migratorio»: «El caos permite la intervención mal controlada de un grupo amplio de actores económicos que encuentran en el estado permanente de emergencia una fuente fabulosa de recursos públicos», apunta porCausa.

Asimismo, la externalización de las fronteras ha generado «una relación difícil de revertir» con determinados países de origen. En esta relación tóxica, las personas migrantes se han convertido en una especie de arma arrojadiza utilizada por algunos países para chantajear a Europa, abriendo o cerrando la mano para lograr concesiones económicas y políticas: «Este juego no solo consolida regímenes autocráticos o democracias iliberales, sino que perjudica a sus propios ciudadanos y debilita la posición de los movimientos democratizadores y por los derechos humanos en el continente africano o de Oriente Próximo».

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Comentarios
  1. Infelizmente, la xenofobia y el racismo son parte de la cultura humana y, por consiguiente, es delirante soñar de que disminuiran al aumentar el flujo de imigrantes. Y los paises europeos no son la exepcion a esa rdgla, aunque, claro, hay gobiernos y paises mucho mas xenofobos que los europeos. Racismo y xenofobia no son , por otra parte, caracteristicas exclusivas del capitalismo, de modo tal que, con la instauracion del comunismo, desaparecerian, eso no ocurre. Yo he estudiado en Rumania, cuando gobernaba Ceaucescu, o sea, el pais era socialista. Pues bien, estando unos 3.000 estudiantes extranjeros, venidoa a invitacion de Ceaucescu, el Partido Comunista Rumano, monto una campaña xenofobica masiva: se prohibia a los rumanos tener amistad con nosotros, se prohibian los matrimonios con extranjeros y se nos denostaba por la television. Como consecuencia, la gente nos miraba con odio y desprecio, en los otros paises era casi igual.
    Por tanto, la apertura total a la imigracion de personas de paises no europeos, no occidentales, lo unico que conseguiria seria un gran aumento de las tensiones xenofobicas en todos los paises europeos y, ni que decir en aquellos que ya son muy xenofobos, como Alemania, Noruega y otros.
    Decia que la xenofobia existe en todas partes y, efectivamente, es asi. Por ejemplo, nadie creeria que el gobierno de Bolivia, hoy todavia en manos de un indigena: Evo Morales, es uno de los mas xenofobos del mundo. El señor Morales cuando fue presidente, establecio el regimen mas discriminatorio y racista del mundo, no solo contra todos los imigrantes, sino incluso contra turistas y latinoamericanos. En efecto, para empezar, el señor Evo Morales, decreto un Apartheid criollo; es decir, establecio que en Bolivia tiene que haber dos clases de leyes: una en favor de los indigenas exclusivamente y otra destinada los no indigenas de cualquier etnia y origen. Ademas, en la Bolivia del señor Morales, las leyes para indigenas tienen absoluta prioridad. Ejemplos de lo que, en la practica, significan las leyes discriminatorias de Morales: a los turistas extranjeros no se les debe vender combustible para sus vehiculos, en caso de accidentes, no pueden ser atendidos en hospitales publicos , sino solo en clinicas privadad, donde deberan pagar en dolares y al triple del precio normal, no se puede emplear a extranjeros, aunque sean nacionalisados, etc. Cualquier semejanza con el Apattheid Sud Africano no es casualidad.
    La unica manera de resolver la imigracion masiva de personas del sur global, es invirtiendo masivamente en su crecimiento economico , en condiciones aceptables de justicia social. Los unicos que estan haciendo, algo, asi, son los chinos y, en el Africa, los rusos. A los europeos , que viven en una nube de pedos , ni se les ocurre seguir las lineas trazadas por chinos y rusos.

  2. Exijamos 0 gastos militares. Que se destinen a cooperación y desarrollo en los países más necesitados. Exijamos que los amos del mundo no les expolien sus recursos. Salgamos de la OTAN y del vasallaje a los amos del mundo. Pongámonos del lado de las víctimas, de los más débiles. Vayamos a las causas de los problemas no a poner parches en los efectos de los problemas.
    —————————————
    Un problema más por si teníamos pocos en el mundo:

    El acceso a la salud es un derecho universal.
    Es hora de priorizar la salud de las personas sobre los beneficios desmedidos de la industria farmacéutica.
    En la actualidad, un tercio de la población mundial está infectada por tuberculosis, y 1,3 millones de personas murieron por esta causa en 2022, según la Organización Mundial de la Salud.
    Se trata, así, de la segunda enfermedad infecciosa más mortífera, después de la COVID-19. Presente en todos los países y grupos de edad, la tuberculosis se puede curar y prevenir. Para ello, la prueba de diagnóstico es clave: es el primer paso para acceder a un tratamiento que salve vidas y evite la propagación de la enfermedad.
    En concreto, la empresa Cepheid y su matriz, Danaher, venden la prueba GeneXpert, la principal prueba de diagnóstico de la tuberculosis -también del VIH, la hepatitis B y C, la COVID-19 y el ébola- a 7 euros, pero les cuesta menos de 5 euros producirla. En algunos países incluso cobran el doble, el triple o el cuádruple para el resto de las enfermedades, y convierten así la prueba diagnóstica en?un lujo solo al alcance de unos pocos.
    Es hora de priorizar la salud de las personas sobre los beneficios desmedidos de la industria farmacéutica. Los altos precios de las medicinas han restringido, durante mucho tiempo, el acceso a tratamientos asequibles vitales para millones de personas en países en desarrollo. Una cínica contradicción, sabiendo que sendas farmacéuticas proclaman que hay “un modo mejor de hacer las cosas” y aseguran velar por “mejorar la salud humana”. Entonces, ¿por qué negocian con los medicamentos y las pruebas de diagnóstico como si fueran un lujo? El acceso a la salud es un derecho universal.
    Por eso mismo, pedimos alto y claro que las pruebas de diagnóstico de enfermedades como la tuberculosis se vendan urgentemente a no más de 5 euros.
    Más vidas, menos beneficios.
    Ayúdanos a recoger el máximo de firmas posibles para entregárselas al CEO de Danaher, Rainer Blair y, al presidente de Cepheid, Vitor Rocha.
    https://www.msf.es/tuberculosis-no-mas-de-5?sfmc_activity_id=fd91c0ca-f414-47dc-ae22-fbf6e83faa67&sfmc_activity_name=mEia%20liFmrsaT%20bureucolis%20sSEP&sfmc_activityid=fd91c0ca-f414-47dc-ae22-fbf6e83f
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