Política
El Congreso aprueba debatir la ILP sobre la regularización extraordinaria de personas migrantes
Solo Vox ha votado en contra del debate usando argumentos racistas para defender su posición
Casi 700.000 firmas por la regularización de miles de personas extranjeras en España siguen su recorrido parlamentario. El Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado la toma en consideración de esta Iniciativa Legislativa Popular (ILP) gracias al voto a favor de 310 diputados, es decir, de todos los grupos políticos a excepción de Vox, que se ha quedado solo y ha votado en contra.
Esta propuesta pide una modificación de la Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social y solicita que «el Gobierno, mediante Real Decreto, establecerá, en el plazo de 6 meses, un procedimiento para la regularización de los extranjeros que se encuentren en territorio español antes del día 1 de noviembre de 2021«.
Este primer paso dado por el Congreso no implica una aprobación definitiva de la ILP, sino la activación del trámite parlamentario, la propuesta de enmiendas y el debate de las mismas. El recorrido concluirá con una votación en ambas cámaras parlamentarias.
Bajo el lema «Regularización YA«, la propuesta logró sobrepasar el medio millón de firmas que exige la ley y consiguió el apoyo de casi un millar de organizaciones, además de decenas de ayuntamientos. La campaña solicita una regularización extraordinaria que «permitirá visibilizar la totalidad de la población migrante que reside en el país, compensar las desigualdades que presentan como punto de partida, y a la vez, garantizar los derechos laborales en condición de igualdad, reduciendo las situaciones de abuso y explotación». La ILP denuncia que el sistema de acceso a la residencia contemplado en la ley de extranjería es «insuficiente y limitado y no se ajusta a la realidad actual de las personas migrantes que viven y trabajan en el Estado español».
Los promotores de la campaña han celebrado la toma en consideración pero han pedido a la ciudadanía mantenerse alerta «para que la proposición de Ley no se duerma»: «Este proceso colectivo ha sido muy duro y merece todo el respeto SIN manipulación en tiempos electorales», han publicado en redes sociales al tiempo que pedían una concentración frente al Congreso de los Diputados.
En los últimos días, varios grupos políticos se han mostrado reticentes a apoyar el debate de la ILP, entre ellos el Partido Popular e incluso el PSOE. Un comunicado de la Conferencia Episcopal, entre otras muchas iniciativas de otras tantas organizaciones, podrían haber decantado la balanza. La Iglesia española, a través de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Cáritas, el departamento de Migraciones de la CEE y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES) pidió el pasado 5 de abril que los diferentes grupos políticos votasen a favor de la toma en consideración de la propuesta: «Con pleno conocimiento de las consecuencias de la irregularidad administrativa en la vida de las personas migrantes, estas entidades eclesiales llevan desde el año 2021 apoyando el proceso por una regularización extraordinaria de las personas que residen en situación irregular en nuestro país«, rezaba el comunicado, el cual recordaba que la ILP había contado con «un respaldo transversal y diverso de la sociedad civil organizada».
A pesar de esto, la extrema derecha ha decidido votar en contra y ha defendido su posición con argumentos racistas. Según Santiago Abascal, la propuesta apoya «el negocio de las mafias» y amplifica «el efecto llamada».
Error, no son ochenta y ocho mil millones sino cincuenta y siete mil, cifra tampoco nada despreciable con la que muchas cosas positivas se podrían hacer en los países de origen para evitar que la gente tenga que marchar. Y más si cada país destinará el gasto militar a cooperación.
Hay casos en que la acogida es obligatoria: como los refugiados climáticos, ya se han secado ríos y pozos, ya no tienen agua ni para beber y son los menos responsables del cambio climático pues los pobres poco pueden consumir. También los activistas y los defensores de los derechos humanos cuyas vidas, por su activismo, corren grave peligro y, muy a su pesar, se ven obligados a exiliarse. Estas personas merecen asilo en cualquier país dónde aún se valoren y se respeten los derechos humanos. Esta clase de personas son el Porvenir.
Espero que no resulte como la renta mínima o ingreso mínimo vital. En las calles siguen pidiendo españoles, de distintas comunidades que dicen que no lo reciben. Se tienen que empadronar y no tienen para pagarse una pensión. Es lo que me dice la mayoría. También me dicen que Cáritas no les ayuda a ellos.
Con respecto a la inmigración acoger no es la mejor solución. Aunque la gente no lo confiesa, los votos a Vox vienen mayormente de la gente que está en contra de acoger a todo el que venga.
La mejor solución es NO PERMITIR a los gobiernos, a nuestro gobierno, que invierta en armamento y militarización OCHENTA y OCHO MIL MILLONES DE EUROS para atacar a los países que no se someten a los dictados del capital. Por ahí debemos empezar. Por salir de la OTAN, el ejército genocida del capital. La mayoría de las guerras y hambrunas que hay en el mundo son consecuencias del bandidaje capitalista.
Con los millones destinados a matar a personas inocentes que nada nos han hecho, que a bien seguro son mucho más inofensivas que el sistema genocida al que subvencionamos con nuestros impuestos, exijamos que se destinen a proyectos de desarrollo en los países más empobrecidos, en reparar las injusticias de las guerras, del saqueo, de la codicia, en escuelas, en hospitales, en agricultura, en saneamiento, en planificación familiar. En una palabra en cooperación.
En mi opinión, este es el camino más idóneo si queremos contribuir a un mundo más sensato y justo.