Opinión
Tu cuerpo como pasaporte: la pesadilla biométrica en el corazón del sistema de asilo de la UE
El uso de la vigilancia biométrica con EURODAC tiene un único propósito: aumentar el poder y control sobre las personas migrantes
La Unión Europea votará a favor de un nuevo conjunto de reformas de asilo y migración el próximo 10 de abril. Entre los numerosos cambios controvertidos propuestos en el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, uno pasó desapercibido: la reforma aparentemente inocente del EURODAC, la Base de Datos Dactiloscópicos Europea de Asilo. Aunque presentados como meros ajustes técnicos, la realidad es mucho más peligrosa, ya que los cambios en EURODAC agravarán a gran escala la violencia ya existente contra las personas en movimiento.
La reforma convertirá esta base de datos, con 20 años de antigüedad, en la espada tecnológica de las políticas de asilo y fronteras extremadamente hostiles de la UE. Se servirá de las tecnologías de vigilancia más perversas que existen hasta la fecha -la captura, procesamiento y análisis de datos biométricos-, y pondrá en bandeja que los Estados de la UE ejerzan un control total sobre el cuerpo y movimientos de las personas migrantes.
Herramientas biométricas para controlar a personas racializadas
Una consecuencia de la recopilación de datos biométricos es que el cuerpo se ha convertido desde hace años en el pasaporte de muchos. La biometría es el proceso de obtener datos a partir de las características biológicas o fisiológicas de una persona. Las huellas dactilares, las imágenes faciales y los escaneos de iris se cuentan entre las formas de biometría más ampliamente utilizadas por los Estados para identificar inequivocamente a una persona.
Desde un punto de vista histórico, la identificación del individuo ha resultado esencial para organizar el control y la dominación que el Estado ejerce sobre la población. Muy particularmente, permite a las autoridades rastrear, monitorear y restringir los movimientos de las personas.
No sorprende a nadie que la biometría esté convirtiéndose en la piedra angular de los sistemas de vigilancia tecnológica en expansión a cargo de los Estados. Aún menos sorprendente es que hoy sea parte integral de las políticas de control migratorio. El origen mismo de la vigilancia biométrica deriva de prácticas coloniales de abuso y discriminación contra ciertos grupos de personas.
El comercio transatlántico de esclavos desarrolló a escala global tecnologías para marcar, identificar y rastrear a personas africanas como seres cautivos y propiedad privada. Los métodos de identificación forense desarrollados en la década de 1880 por Alphonse Bertillon, que incluyen descripciones detalladas de características faciales y corporales, así como huellas dactilares entintadas y fotografías de sospechosos criminales, fueron principalmente aplicados en las colonias del Imperio francés para garantizar el orden y la continuidad del régimen colonial.
Del mismo modo, los colonizadores británicos pusieron en marcha el primer programa de identidad biométrica a gran escala, que implicaba la toma de huellas dactilares para controlar a la población en la India. Se invirtieron esfuerzos similares para definir las identidades de las personas migrantes y extender la vigilancia sobre los trabajadores migrantes y viajeros, como el seguimiento de los trabajadores chinos en Indochina y los peregrinos en la India. Es así que el registro biométrico como relevo de documentos y pruebas de identidad se convirtió primero en una realidad para los cuerpos racializados, especialmente aquellos que se encontraban en movimiento.
Las políticas de la UE representan solo un capítulo más de esta evolución draconiana. La primera base de datos biométrica centralizada de la Unión es precisamente EURODAC, y fue creada para controlar los movimientos secundarios de aquellos solicitantes de asilo dentro de la UE que se trasladan desde su primer país de entrada al núcleo del continente europeo, y para registrar a personas que cruzan “irregularmente” las fronteras exteriores.
Con la reforma en curso de EURODAC, la identificación masiva y rutinaria de solicitantes de asilo, personas refugiadas y migrantes a través del procesamiento de datos biométricos se convertirá en un pilar del inhumano sistema de asilo de la UE.
El daño de las violentas políticas migratorias de la UE
La reforma se presenta como una «mera cuestión técnica». Sin embargo, esta deriva no es en realidad sino una decisión política: codificará en el recurso a herramientas tecnológicas el trato violento que se da a las personas migrantes a lo largo y ancho de la UE, muy particularmente en países como España. Esto conllevará para estas personas la criminalización sistemática, la detención en condiciones parecidas a las de una prisión y mayores posibilidades de deportaciones acelerada. Las funcionalidades de vigilancia de EURODAC serán potenciadas para implementar con mayor intensidad este sistema hostil y dañino.
Una de las reformas propuestas que amplía el alcance de EURODAC se basa en la captura de imágenes faciales de las personas. Hasta ahora, la base de datos se centraba únicamente en las huellas dactilares. Los responsables políticos han justificado la recopilación de datos biométricos adicionales mencionando noticias sobre cómo algunos solicitantes de asilo voluntariamente se queman o dañan los dedos para alterar sus huellas dactilares y evitar la identificación.
Es importante señalar que para las personas en movimiento, la identificación implica un riesgo inminente de ser detenidas, enviadas de vuelta a otro Estado de la UE que abandonaron – generalmente debido a las terribles condiciones de recepción y a las limitadas oportunidades de integración digna – o deportadas a los llamados «terceros países seguros», donde corren el riesgo de persecución y tortura. En lugar de ver a las personas obligadas a hacerse daño a sí mismas para evitar la identificación como una señal de que las políticas migratorias deben ser más humanas, la UE ha decidido optar por una vía que las vigile y aterrorice en aún mayor medida.
A todo esto se añade que las autoridades policiales podrán acceder a los datos de EURODAC sin tener que cumplir casi ninguna condición, tratando así a todos los solicitantes de asilo y refugiados como presuntos delincuentes.
Los dobles estándares racistas de la UE
El uso de la vigilancia biométrica con EURODAC tiene un único propósito: aumentar el poder y control sobre las personas migrantes, quienes se han vuelto vulnerables como resultado de políticas y prácticas migratorias injustas. Es intrusivo, desproporcionado y contradice los alabados estándares de protección de datos de la UE. La realidad es que la UE está diseñando en la actualidad un régimen de excepción dentro de su propio marco legal de privacidad y protección de datos, uno en el que las personas en movimiento reciben un tratamiento diferenciado.
La reforma de EURODAC también pone de manifiesto una tendencia más amplia en Europa, consistente en intensificar la criminalización y las lógicas relacionadas con la policía. La UE confunde la gestión de la migración y la lucha contra el crimen al equiparar a las personas que buscan seguridad con amenazas a la seguridad. Este enfoque basado en la criminalización conduce a figuraciones y asociaciones discriminatorias, lo que resulta en que las personas racializadas y las personas migrantes sean vigiladas y señaladas en exceso.
A través de la expansión masiva de bases de datos centralizadas, con EURODAC como ejemplo destacado, la UE ya no puede ocultar sus dobles estándares racistas.
*Chloé Berthélémy es asesora principal de Políticas en European Digital Rights (EDRi), una red de más de 50 organizaciones de la sociedad civil que defienden y promueven los derechos humanos en la era digital en toda Europa y más allá.
*Laurence Meyer es la Líder de Justicia Racial y Social en la organización Digital Freedom Fund (DFF) y codirectora de Weaving Liberation. Laurence fue la coordinora del plan de acción para descolonizar el campo de los derechos digitales en Europa.
Una vez concedido el asilo, este es el trato que reciben algunos:
Fonsiloaiza: Terrorismo patronal.
Empresarios agrícolas incendian una nave con 25 trabajadores dentro.
9 empresarios agrícolas ultraderechistas han sido detenidos por incendiar una nave con 25 trabajadores dentro, la mayoría inmigrantes, en El Ejido (Almería)