Las últimas lluvias mejoran (algo) la situación de los embalses

Las lluvias de los últimos meses han dado un respiro a los embalses españoles. Desde el inicio de año, sus reservas no han parado de crecer y, según los últimos datos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica, ya se sitúan en el 57,8% de su capacidad, seis puntos más que hace doce meses. Sin embargo, los datos todavía se encuentran por debajo de la media de los últimos diez años en estas mismas fechas, cuando se acercaban al 63%.

En la otra cara de la moneda, Catalunya y la Comunitat Valenciana, están en alerta ante la sequía que vapulea a ambas comunidades. “Es la peor [sequía] desde que existen registros”, aseguró el president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, a principios de febrero de este año tras declarar la emergencia, la cual incluía restricciones que afectaban al 80% de la población. Los embalses se situaban al 15,8% de su capacidad, por debajo del umbral que fija la administración para decretar la alerta.

Dos meses después, las reservas de los pantanos de las cuencas internas de la comunidad se encuentran al 15,5%, de acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica.

En la Comunitat Valenciana, por su parte, el Gobierno regional dictaminó el pasado martes la “sequía extraordinaria” ante la “situación excepcional” que vive la cuenca del río Júcar, aunque no anunció restricciones inmediatas para la población. El Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) sitúa el actual año hidrológico 2023-2024 como “el más seco de los últimos 33”. El sistema se encuentra el 52% de su capacidad, 10 puntos menos que hace solo un año. La cuenca del Segura, por su parte, apenas supera el 20%.

La difusión de los últimos datos de reserva hídrica del país coincide con la publicación del informe Retos de la planificación y gestión del agua en España, elaborado por la Fundación Nueva Cultura del Agua, que recuerda que el año 2023 ha sido el más caluroso en Europa desde que se tienen registros, lo que afecta de manera directa a la escasez de agua.

Asimismo, el documento apunta a la sobredimensión del regadío como una de las causas de la “sobreexplotación del agua en España” y critica la apuesta por la modernización de los sistemas de riego porque asumen que esta conlleva aparejado un ahorro de agua. Una “falsa impresión” que, según explican, en muchos casos va aparejado de un aumento de la superficie cultivable o del número de plantas en un mismo terreno, lo que impide un consumo menor de agua.

Desde hace años, la organización viene advirtiendo de la necesidad de reducir las grandes superficies de regadío intensivo. Frente a esto, el Partido Popular y Vox han prometido aumentar los campos de riego en aquellas autonomías en las que gobiernan desde las pasadas elecciones autonómicas. Así, los cuatro acuerdos firmados por ambos partidos desde el 28 de mayo (en Aragón, Comunitat Valenciana y Extremadura en coalición, mientras que en Baleares gobierna el PP en solitario) recogen menciones explícitas al aumento de las superficies de regadío.