Política
Víctor Sampedro: “Nadie ha pedido perdón por las mentiras del 11-M porque nadie les ha obligado a ello”
El catedrático de Comunicación Política de la Universidad Juan Carlos I ha publicado 'Voces del 11-M. Víctimas de la mentira' (Editorial Planeta)
Esta entrevista se ha publicado originalmente en Catalunya Plural. Puedes leerla en catalán aquí.
SISCU BAIGES | El 11 de marzo de 2004, 192 personas murieron y más de 2.000 resultaron heridas en cuatro atentados cometidos por terroristas yihadistas en trenes de la red de Cercanías de Madrid. El gobierno de José María Aznar y muchos medios de comunicación pretendieron convencer a la opinión pública de que los atentados los había cometido la banda terrorista ETA. Tres días después debían celebrarse elecciones generales y el Partido Popular temía que el reconocimiento de la autoría yihadista perjudicaría sus expectativas electorales.
Veinte años después el catedrático de Comunicación Política Víctor Sampedro ha publicado recientemente Voces del 11-M. Víctimas de la mentira (Editorial Planeta)
¿Cómo es posible que haya quien siga manteniendo hoy, veinte años después de los atentados, que ETA participó en ellos?
Ese bulo está más vivo que nunca en la medida que lo que hacía era imputar al Partido Socialista haber llegado al poder en convivencia con los terroristas, y en concreto con los terroristas de ETA. De aquello no ha habido jamás evidencia alguna. Es un bulo que no se sostiene en ni un solo testimonio, ni una sola evidencia, ni una sola prueba pericial avalada, no hay absolutamente el más mínimo sustento empírico para ese bulo y, sin embargo, se ha llegado a generalizar como arma electoral, como discurso electoral para criminalizar al enemigo, al adversario político, para ilegalizarlo, para expulsarlo de la esfera del debate legítimo.
Cuando me preguntan si un bulo como este podría asentarse en una sociedad como la actual, yo lo que pregunto es si han leído los titulares del día, porque los titulares están plagados de mentiras manifiestas, y no son sólo de una sola parte del arco parlamentario. Determinadas mentiras lo que hacen es ilegalizar literalmente a tu adversario político. Hay un bloque que se autodenomina conservador-liberal, que en su seno tiene a los neofascistas, que, abrazando el españolismo, el nacionalismo español, reclama un estado unitario. Son unionistas. Hay otro bloque que se autodenomina progresista o de izquierdas que piensa en una España plurinacional. Esos dos proyectos políticos se plantean como irreconciliables incluso en términos de coexistencia, y la gravedad de esto es tal que lleva aparejada la degradación del debate público y el bloqueo institucional para poder hacer frente a los retos que tenemos.
Escribe en el libro que en 2019, 15 años después del 11-M, el 35% de los españoles y el 53% de los votantes del PP aún creían que ETA tuvo que ver con los atentados. ¿Qué explicación tiene eso?
El problema es que ha habido una tolerancia con este bulo que no es acorde a la entidad de este embuste. Este embuste viene a decir que el PSOE llegó al poder en 2004 atentando contra el propio electorado. No existe un embuste de calado mayor y, sin embargo, los desmentidos por parte de la profesión y de los gremios periodísticos no han existido; es más, los mayores conspiradores del reino, Pedro J. Ramírez, Federico Jiménez Losantos, Casimiro García Abadillo, jamás han recibido una sola crítica de las asociaciones de la prensa, de las federaciones de periodistas, de los sindicatos de periodistas. Con una excepción: el Col·legi de Periodistes de Catalunya, que en el año 2007, después de la sentencia del Tribunal Supremo, realiza una mínima crítica de lo que es la prensa madrileña. Es la única instancia que en estos 20 años se ha elevado como una voz discordante. Es más, estas personas que he mencionado dirigen ahora digitales, alguno de ellos de referencia, con la publicidad de todo el IBEX 35. Pedro J. Ramírez es invitado a la televisión pública española. Me parece que no han recibido ningún incentivo para corregir su discurso por parte de la profesión, por parte de la representación gremial, pero luego por parte de los compañeros tampoco. Se ha convivido con este infundio.
¿Porqué las asociaciones de prensa y de periodistas no exigieron poner fin a esa sarta de mentiras?
Lo que está bastante claro es que en el año 2004 el protocolo profesional del periodismo se quebró, se pervirtió hasta unos niveles impresionantes y se convivió con ello. La primera pieza que el periódico El País publica denunciando con nombres y apellidos y detallando la estrategia con la cual los medios conspiranoicos hacían una guerra comercial para situarse en el segundo puesto de la radio de referencia, la COPE desplazando a Onda Cero, y de los periódicos de referencia, El Mundo desplazando al ABC, se ha publicado este domingo.
Entrevista en el libro a tres periodistas que sí que se rebelaron ante ese despropósito.
En el libro lo que hago es recoger los testimonios de tres profesionales que se enfrentaron a la mentira desde el primer momento. Dos de ellos fueron destituidos de sus cargos. José Antonio Zarzalejos fue destituido de la dirección del ABC cuando se niega a secundar la conspiranoia y sus adversarios realizan algo inédito, insólito, no existe otra cosa semejante en el periodismo occidental, que es un boicot. Llaman desde las ondas de la COPE y desde las páginas y las columnas de opinión de El Mundo a boicotear las suscripciones al ABC, y eso le cuesta 20.000 ejemplares y perder el segundo puesto de referencia. El poder de esta gente es muy grande y lo es hasta el día de hoy, porque con este discurso, con estos embustes, se han pertrechado en los think tanks conservadores y han inundado todo lo que es el espectro conservador de un discurso de odio que ya el 13 de marzo de 2004 tuvo una víctima que todo el mundo ignora que se llama Ángel Berrueta, asesinado en Pamplona por negar la autoría de ETA de aquel atentado.
Zarzalejos es conservador y, sin embargo, se negó a secundar la campaña conspiranoica.
Las tres historias que recojo en el libro testimonian que merece la pena enfrentarse al poder, porque las tres trayectorias son sumamente exitosas. La primera es abandonar el ABC, pero te conviertes en referencia en el espectro conservador como libre pensador y te reclaman en todas las tertulias y tienes la facultad de decir a todas que no y a liderar lo que son columnas de opinión de un nuevo centro liberal. Ni más ni menos.
Dos: Gumersindo Lafuente, después de ser destituido de El Mundo, coloca, como había hecho previamente con El Mundo, a la versión web de El País en primera posición, y se convierte en referencia internacional. En Latinoamérica, uno pregunta por periodismo digital y Gumersindo Lafuente es la referencia. También en la Fundación Gabo, etc.
Y, tercero, José Antonio Martínez Soler. Es un periodista que había sido vetado por Aznar para trabajar en España. Era el hombre que hacía las entrevistas presidenciales en TVE. A Aznar y a Felipe González. Pero Aznar, cuando llega al poder, lo expulsa. Era el entrevistador del Reino, como él se autodenomina. Le llamaban siempre para entrevistar a los principales candidatos, pero Aznar le veta. Le dice literalmente a Adolfo Suárez, que es quien media en este caso, que él puede decidir qué caras quiere ver en televisión. Martínez Soler no puede trabajar en ningún medio de comunicación poniendo su nombre y apellidos por ese veto. Entonces, él y otros compañeros de profesión, como Manolo Saco o Arsenio Escolar, buscan empleadores y los mejores que encuentran son unos noruegos. La historia de 20 Minutos, sobre todo el día 14, es una historia de servicio público hecho desde una empresa privada pero con un staff profesional comprometido con el servicio público de informar al electorado, antes de que decida su voto, de la verdad que se conocía desde el momento cero. Desde el momento cero, la prensa de referencia internacional asume que aquello fue un atentado yihadista, mientras que aquí a día de hoy todavía se duda de ello. Sacan un número especial, absolutamente único en todo el panorama, con un titular que ocupa toda la portada: 11-M: Fue Al Qaeda. Lo logran porque su accionariado es noruego.
Aznar y el PP deben tener clavado esa portada del 20 Minutos en el corazón.
El gran problema de esto es que es fruto de la prepotencia de un gobierno que había salido indemne de las mentiras que nos habían llevado a la guerra de Irak, que había salido indemne previamente de las mentiras del Prestige, que había salido indemne previamente del Yak-42. Creyeron que podían aguantar la mentira durante 72 horas. En la manifestación oficial que convocan de manera unilateral, con un lema que es hoy el eje electoral del partido del Partido Popular, se arrogan todas las víctimas –“Con las víctimas”–, identifican a todas las víctimas con ETA, porque lo siguiente es “Con la Constitución” y luego “Por la derrota del terrorismo”. Esto supone un eje electoral que está plenamente vigente ahora. Todas las víctimas son de ETA. Nosotros somos sus únicos valedores. También somos los únicos valedores de la Constitución, los únicos constitucionalistas. Y además estamos en guerra permanente contra los terroristas. Y esos terroristas son también quienes ganan las elecciones pactando con gente que piensa diferente a ti.
Es curioso el papel de Gumersindo Lafuente. Dirigía el portal web del periódico El Mundo y se resistió a publicar los infundios que se publicaban en la edición en papel…
Lo que hay ahí es una estrategia muy interesante en la cual el papel mantiene unas tesis que le hacen muy popular dentro del espectro conservador, y, en cambio, entre el público joven, que es un público digital, obviamente el discurso tiene que ser diferente. Sindo lo cuenta muy bien, igual que lo cuenta Zarzalejos. El protocolo profesional está pervertido y prostituido y lo que hace es encubrir una tarea de relaciones públicas y propaganda encubierta de información. Sindo lo que hace es aplicar una regla que es que no se mienta nunca conscientemente, y mucho menos a favor del mejor postor. Simplemente por eso fueron cesados el responsable del periódico de referencia de la derecha y el de la versión digital del medio emergente, de ponle centro-derecha, hasta incluso centro-izquierda.
¿Centro izquierda?
Bueno, pretendían serlo.
Dolía ver a Pilar Manjón tan maltratada, llorando en el Congreso, la madre de un chico asesinado en Atocha insultada por no ceñirse al discurso del Gobierno.
El discurso de Pilar Manjón como penúltima compareciente en la comisión de investigación parlamentaria es uno de los relatos más estremecedores que yo jamás he escuchado, y lo he intentado recoger de una manera fría. Pilar señala cómo fueron conminados a dar testimonio bajo la amenaza de que, si no lo hacían, tendrían una represalia legal, cuando antes ni siquiera se les había comunicado la puesta en marcha de esa comisión.
¿Ella no quería ir?
El testimonio de Pilar Manjón en el libro es que ellos estaban a punto de no ir precisamente por la falta de información y por la desinformación gubernamental que había sobre los atentados. Pero cuando les amenazaron, por supuesto que se plantaron allí. Y una vez que se plantan allí, la tienen esperando en el pasillo, le exigen saber lo que ella va a leer y esperan a que llegue Francisco José Alcaraz, actual senador de Vox y representante entonces de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, para que dé la última versión, una versión conspiratoria. Pilar, en su intervención, pregunta “¿de qué se ríen señorías?”, porque la acogieron riendo algunos parlamentarios.
Es chocante también que las asociaciones de víctimas del terrorismo de ETA se apunten a esa conspiración.
Todos los aniversarios de los 11 de marzo ha habido una contraprogramación en el bosque que primero llamaron de Los Ausentes y que la asociación de Pilar Manjón reclamó que por lo menos se llamase de La Memoria. También reclamaron, y no lo consiguieron hasta hace muy pocos años, que pusiesen una placa en ese bosque que reconociera que eran atentados yihadistas, porque antes se dedicaba a todas las víctimas del terrorismo. Ahí, en ese escenario, se reúnen las autoridades de la comunidad de Madrid, las autoridades del ayuntamiento de Madrid y, cuando toca también, las autoridades gubernamentales, dan voz a las víctimas de ETA, se perpetra la suplantación de la identidad de las víctimas porque se manipula la identidad de sus verdugos, y se realizan ataques directos a lo que son los proyectos de gobierno progresista plurinacional.
Justo enfrente, todos los años, previamente se reúne la asociación de Pilar Manjón, en la soledad mediática y partidaria más absoluta, acompañados, eso sí, de los dos sindicatos mayoritarios y de la Unión de Actores y Actrices contra la guerra, que son sus únicos sustentos y valedores desde entonces, con un discurso que es muy claro: “Éramos estudiantes, trabajadores y migrantes y no morimos ni por España ni por la Constitución, ni por la Biblia ni por Occidente; morimos porque estábamos desprotegidos antes, durante y después de una guerra ilegal y legítima”. Quien lleva 20 años diciendo esto sufre un acoso mediático y político implacable, sufre crímenes de odio, sufre agresiones físicas, amenazas a su vida y a las de su familia, trastornos profesionales mentales y físicos que llegan al punto del suicidio de la mujer de uno de los policías más calumniados, Rodolfo Ruiz, el que custodió una mochila en Vallecas y al que se le atacó junto a Juan Jesús Sánchez Manzano, que arriesgaron su vida, porque desde el primer momento dijeron que aquello no era ETA basándose tanto en el color de los explosivos como en el modus operandi y en el perfil de víctimas.
A estos dos servidores públicos casi se les inhabilita profesionalmente. A Rodolfo Ruiz se le hace un lawfare por parte de un tal señor Hernando, juez que venía de la brigada político social ni más ni menos, venía de reprimir al movimiento estudiantil en Madrid. A Rodolfo le inhabilita profesionalmente y le hace pagar una multa. Previamente le habían negado una medalla que merecía por haber detenido a las bandas latinas. Es un profesional como la copa de un pino. Tanto a él como a Sánchez Manzano, los conspiranoicos les acusan de un delito de lesa humanidad, de meter explosivos o de alterar las pruebas. En el libro queda muy claro que, si los conspiranoicos hubieran podido inhabilitar el testimonio de Sánchez Manzano y de Rodolfo Ruiz, el mayor atentado jamás producido en suelo europeo no habría tenido culpables.
La impunidad y réditos económicos y electorales obtenidos por los conspiranoicos nos han llevado a la involución democrática actual
Víctor Sampedro
La sentencia judicial no deja lugar a dudas de que los culpables de los atentados fueron yihadistas. No aceptarlo es absurdo.
Por eso insisto en que el artículo de ahora de El País debió de haberse publicado como mínimo en 2007, sin heroísmo ninguno, simple y llanamente por defensa del Estado de derecho. Los únicos que han defendido el Estado de derecho en esta cuestión son la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo, la asociación de Pilar Manjón, que se quieren llamar “afectados” y no “víctimas”. Esta asociación ha defendido a todos, a jueces, a fiscales, a peritos, a policías… En la presentación del libro que hicimos en Madrid estaban todos. Es un proceso cuyas sentencias fueron muy benignas porque entonces no existía precedente legal de yihadismo, no había legislación acorde para ese tipo de atentados. La gente que recibe el golpe del terrorismo, que asume un marco legal que no le es del todo favorable, son los mayores agentes de defensa de ese proceso y de ese Estado de derecho. En la presentación estuvo la fiscal Olga Sánchez, muy emocionada y que se autodefine también como víctima de la mentira. Tuvo trastornos muy serios de salud porque a ella también la acusaban de haber conspirado.
Todos somos víctimas de esa mentira.
Nadie se siente víctima, pero lo que puedo decir es que este día 11, la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo va a estar más sola que nunca, porque es un lunes laborable. Se van a reunir a las 10 y media de la mañana. Ni el Ayuntamiento ni la Comunidad de Madrid ni el Gobierno nacional han sido capaces de decretar un solo día de luto por esta gente en su 20º aniversario. Quisiera recordar que Ayuso decretó tres días de luto por el deceso de una monarca extranjera.
Nadie ha pedido perdón.
Porque nadie les ha obligado a ello. ¿Por qué lo iban a hacer si han sacado tantos réditos, tanto a nivel mercantil como a nivel de visibilidad pública y de influencia? Si mantener un bulo partidariamente te permite eximirte frente a uno de cada dos votantes de tu partido de haber mentido a la ONU por llevarnos a una guerra ilegal e ilegítima, haber mentido al Consejo de Seguridad para que condenase a ETA y no a Al-Qaeda, y haber mentido al pueblo español durante 20 años para seguir manteniéndose en el poder o aspirar a él con opciones de gobernar… si tus compañeros de profesión, el gremio en el que trabajas y los sindicatos y las asociaciones de la prensa no te lo exigen… y, ¡cuidadito, eh!, también los jueces…
No se ganó ningún juicio contra los conspiranoicos. Solo ganó el señor Zarzalejos, pero él es un jurista y una persona con muchos recursos en ese mundo. Ruiz Gallardón ganó también en primera instancia porque los infundios de Losantos llegaban también a gente como él. Losantos estaba trabajando para el sector duro del PP como hace actualmente. No ha cambiado nada. Trabaja para radicalizar al PP, para hacerlo extremo. Apoyaba a Esperanza Aguirre, que es la causante de las dimisiones tanto de Gumersindo Lafuente como de Zarzalejos, y había una guerra interna que se estaba jugando en el PP. Losantos solo es castigado en el proceso del director de ABC, pero Gallardón pierde en el Tribunal Europeo. Es más, los conspiranoicos se aferran a que Sánchez Manzano perdió la querella que les puso y convierten lo que es una sentencia que dice que aquí hay derecho a criticar, hay libertad de expresión, en la confirmación de sus infundios, cuando es todo lo contrario. Cuando Sánchez Manzano acude a los tribunales para querellarse es que no tiene nada que ocultar. En el libro dice que “eso me permitió por lo menos dejarlo claro frente a los míos, a la gente de buena voluntad”. Sánchez Manzano es un técnico de explosivos que comienza su carrera en el cuartel de la Guardia Civil de Inchaurrondo ni más ni menos, que ve morir a muchos compañeros de profesión y que no quiere asumir la propuesta de Rubalcaba que le dijo: “Por favor, cómete el marrón de que te equivocaste en un primer momento”. Al gobierno de Zapatero le interesa llevarse muy bien con los conspiranoicos, por el poder que tienen.
En 2004 se quebró el protocolo profesional del periodismo, se pervirtió hasta niveles impresionantes y se convivió con ello
Víctor Sampedro
El libro es una denuncia contundente de las mentiras del PP y sus voceros, pero también recrimina al PSOE no haber actuado con más convicción contra la conspiración.
En los años 90 se produce y se inventa el término de la crispación. Es cuando el PSOE entra en crisis por su corrupción interna y un PP emergente adopta un discurso muy crítico, y se polariza el debate político. Pero, como he comentado, el Gobierno de mayoría absoluta del Partido Popular de José María Aznar había creado mentiras y bulos masivos previamente sobre otros conflictos, probando y constatando un control enorme sobre los medios de comunicación. Es obvio que todos se plegaban a ellos, menos aquellos que tenían capital extranjero. Además, la estrategia de 20 Minutos resulta ser extremadamente beneficiosa para el periódico, porque se convierte inmediatamente después de eso en el único en España con tiradas millonarias, con una cartera de publicidad y un volumen de negocio desorbitado. ¿Por qué? Porque demuestran que el verdadero capital del periodismo es la confianza de sus lectores. El sistema de medios de comunicación y el sistema de partidos de entonces fue incapaz de decir a los españoles quién había matado a 200 conciudadanos antes de que fuesen a votar. Es una realidad empírica, no una opinión. Eso se constató, y es muy duro que un sistema político-informativo no te sirva ni siquiera para votar, y, voy a ser más claro todavía, ni siquiera para proteger tu propia vida. La manifestación oficial del día 12 era extremadamente peligrosa porque se hizo bajo la constancia de que había un comando yihadista suelto. El yihadismo es masacre indiscriminada. Nada más fácil que colocar a unos cuantos hombres-bomba, que luego demostraron sus intenciones letales intentando atentar contra el AVE e inmolándose antes de ser detenidos, en una manifestación de dos millones y medio de personas.
¿Y por qué el PSOE no es más contundente ante ese estado de cosas?
El PSOE no lo hace porque lo que tiene enfrente es un sistema político-informativo.
¿Tiene miedo?
Exactamente. Zapatero lo primero que hace es escribir una columna en El Mundo.
Usted se fue a la estación de Atocha tras los atentados. Se llevó una cámara pero no se animó a grabar
Yo era un vecino del barrio de Lavapiés. Soy profesor de Opinión Pública y Comunicación Política y tengo una compañera de vida que aquel día salió de casa y podía haber cogido uno de esos trenes. Llamé inmediatamente a su instituto y pregunté si había llegado. Una vez que supe que sí había llegado, me fui a Atocha con una cámara, para intentar grabar algo. Solo tengo una grabación, que es un joven diciendo: “¡Ahora, la próxima bomba, me cago en Dios, en la plaza de Cataluña!”.
¿Y eso?
Creo que olvidas que estaba el caso Carod. Se había organizado una campaña bajo el supuesto de que Carod había firmado una tregua con ETA para que no atentase en Cataluña. La polarización y el enfrentamiento ya estaban presentes entonces. Desde el año 2004 hay dos cuestiones. Primero, un discurso electoral que, ya desde el primer momento, se reveló como un discurso de odio, con una muerte que fue la de Ángel Berrueta, que se ha normalizado y que se ha extendido y que todo el mundo lo utiliza, porque unos se llaman fascistas y otros se llaman terroristas. Se expulsan de la esfera de debate legítimo, de la coexistencia mínima. Y segundo, hay una maquinaria de odio que se instaló entonces, un sistema mediático muy polarizado y polarizante que, desde Madrid. irradia discursos de odio, primero contra el Gobierno de la nación, cuando no es del Partido Popular, y después contra las periferias soberanistas.
Por eso salen jóvenes como ese.
Por eso salen chavales como ese. Hay un testimonio en el libro que dice que, en la última EBAU, los que se examinaban de historia contemporánea, de los mejores colegios de Madrid –es decir, los más próximos a familias votantes del Partido Popular, conservadores, incluso de Vox– señalaban a Miguel Ángel Blanco como un luchador antifranquista. La distorsión de la memoria histórica es total y absoluta. Haber absolutizado todas las víctimas como víctimas de ETA, no haber sido conscientes del nivel de manipulación y de instrumentalización electoral que han sufrido, que lo hayan hecho con tanta impunidad y con tantos réditos económicos y electorales, nos ha llevado a la situación actual, que es de involución democrática. El debate público está completamente degradado, quienes lo representan han criminalizado, han revictimizado a aquellos que tenían más clara la defensa del Estado de derecho. Quisiera recordar que la Asociación del 11-M lleva 19 años pidiendo un funeral de Estado laico, como lo es nuestra Constitución.
A Ángel Berrueta lo mataron porque se negó a poner un cartel de ETA en su panadería. Su muerte ha sido ignorada.
Una vecina fue a recriminarle que no pusiese en su establecimiento un cartel que había sacado de la web de la Asociación de Víctimas de ETA que ponía “ETA no, ETA ez”. Ángel le dijo que, aun a sabiendas de que la autoría no era de ETA, había cerrado su establecimiento y su panadería el día anterior, pero que debía abrirla porque tenía todavía tres hijos en casa. Esa señora subió a su piso, soliviantó a su marido, que era escolta de Jaime Ignacio del Burgo, diputado de UPN, que ha escrito un libro de los más acérrimos conspiranoicos, y entonces el hombre baja acompañado de su hijo menor de edad a buscar a Ángel. Le descerraja varios tiros y su hijo lo apuñala y lo dejan en el suelo sin asistencia médica. Luego, en el tanatorio, la policía le increpa y hay disturbios. A consecuencia de las protestas que se producen en Errenteria, Conchi, una de las manifestantes, sufre un paro cardíaco, una insuficiencia cardíaca, no recibe asistencia médica y muere también. La familia de Ángel, todos los años, reivindica a Conchi como una víctima más. Pilar Manjón habla de Ángel como el muerto, como el asesinado número 193.
La Iglesia tampoco se comportó bien. Su red de emisoras, la COPE, con Losantos al frente, difundió la falsa imputación a ETA.
La Iglesia dio un micro abierto al que es el mayor conspirador del reino, al que más se ha lucrado con los embustes. No hay que olvidar que el señor Federico Jiménez Losantos financió su emporio de Libertad Digital gracias a la caja B del Partido Popular. Estoy hablando del sumario de la Gürtel y de los papeles de Bárcenas, que dicen que se le paga para montar Libertad Digital, precisamente porque mantiene la línea conspirativa del 11-M. Actuó así, primero, para mantener toda su educación concertada. Segundo, para impedir que esa educación concertada se viese obligada a enseñar valores constitucionales y democráticos en una asignatura llamada Educación para la ciudadanía. Y tercero, y quizás más importante, por el matrimonio de gays y lesbianas. Ahí lo que se organiza son unas manifestaciones muy parecidas a las que ahora se han montado sobre la amnistía, en las que el nacionalcatolicismo se une al tardofranquismo, se une a los conservadores del PP y hay todo un ciclo de movilización que coge desde la derecha hasta la extrema derecha para, literalmente, derribar un Gobierno al que le sostiene una mayoría parlamentaria. Esto, en el momento actual, desemboca en lo que son las hordas nazifascistas que acosan al Partido Socialista en la calle Ferraz. Y, además, lo hacen bajo la excusa de que el 13 de marzo del 2004 la gente fue a las sedes del Partido Popular a exigir la verdad antes de votar. Sobre ello quisiera explicar que el 13 de marzo hay un sms de una persona que está muy involucrada en las redes de contrainformación, de defensa informativa, que la ciudadanía había establecido por sí misma. Castells lo llama autocomunicación de masas.
Esas masas estaban convocando por Internet, por los móviles, etc., para luchar contra la desinformación del Yak-42, del Prestige –que movilizó a 100.000 personas– y luego para montar unas manifestaciones multitudinarias contra la guerra en Irak como no se habían visto jamás. Esa es la misma gente que luego se autoconvoca para recibir a Zapatero y decirle “no nos falles y retira las tropas de Irak”. Es la misma cibermultitud, o parte de esa cibermultitud, la que se autoconvoca en sucesivas victorias electorales del Partido Socialista y le dicen a Pedro Sánchez: “con Rivera, no” o “con Casado, no”. Eso es el quincemayismo. El 13-M, la gente se va relativamente pronto de la sede del PP y se dirige a la Puerta del Sol, justo donde nacería el 15-M. De ahí se mueve por la calle Atocha y por la calle Recoletos inundando todas las vías públicas, para hacer una vigilia laica en la noche, en la madrugada electoral. Las manifestaciones de ahora en Ferraz son todo lo contrario. El 13-M era la exigencia de la verdad antes de votar; es decir, asegurar unas elecciones en las que al menos la única fuente de información fiable no fueran los terroristas, porque entonces los únicos que decían la verdad eran ETA y Al Qaeda. A mí no me importa quién gana unas elecciones. Como profesor y catedrático de Opinión Pública lo que me interesa es que esas elecciones sean limpias.
Si esas elecciones en lugar de ser tres días después de los atentados hubiesen sido al cabo de un año ¿se habría producido ese mismo recurso a la mentira y la manipulación?
Si no se hubiera pecado de prepotencia, si no se hubiera pecado de autoritarismo, si no se hubiera pecado de insidia y de cinismo, si no se hubiera pecado de desprecio al electorado y a las instituciones internacionales –estoy hablando de mentir a la ONU dos veces–, si se hubiera sido mínimamente coherente con el Estado de derecho y con las obligaciones y responsabilidades de un Gobierno, se habría convocado a todo el arco parlamentario, se habría hecho un comunicado institucional conjunto, todos los candidatos, todas las candidaturas se habrían comprometido a no decir nada, con un argumento muy sencillo, que se emplea en cualquier sitio después de un atentado como este: “Quietos paraos, chitón, que la policía está trabajando”. Si eso lo hubiera hecho el señor Aznar, el PP habría ganado por muchísimo, por muchísimo.
¿Cree que algún día la historia de España enviará a su papelera a Pedro J. Ramírez, Losantos, Aznar y otros, por las mentiras del 11M?
Si el periodismo diese por fin voz a la sociedad civil que se peleó la llegada de la democracia y se pelea ahora por la calidad de esta democracia, si fuera lo suficiente humilde como para saber que su más alta misión es dar voz a aquellos que son contrapoder y cuya verdad se atestigua por el altísimo precio que han pagado, si el periodismo hace por fin su labor, no me cabe ninguna duda. Los diarios digitales lo han hecho y son los únicos que en los últimos años han denunciado la teoría de la conspiración. Son también esos diarios digitales los únicos que tienen un apoyo fehaciente por los subscritores y no por el IBEX 35. He escrito este libro para que, por ejemplo, la gente que me ha entrevistado me llegue a decir como ha ocurrido con un joven periodista del Huffington Post: “Con este libro le voy a decir a mi jefa que no, que tengo que defender determinadas fuentes”.
Huffington Post es progresista, ¿no?
Son progres pero son de clickbait. ¿Sabes lo que te quiero decir? Que si sale Aznar con su nuevo infundio, le van a dar muchísima más prioridad por enésima vez que a cualquiera de las voces que ha victimizado todos estos años.
¿El problema no es para los jóvenes periodistas que trabajan en El Mundo, ABC, La Razón o Es Radio?
No te creas. Esto no tiene que ver con líneas editoriales. Tiene que ver con llevar los códigos deontológicos hasta las últimas consecuencias, ya sea desde El Mundo, desde el ABC o desde un periódico gratuito.
Chapeau, vaya articulazo!
y que afortunados los alumnos que tienen de profesor a Víctor Sampedro.
La Asociación 11M afectados del terrorismo podrá haber estado sola físicamente; pero no sentimentalmente. Muchas somos las personas que estamos y siempre estaremos con ellos.
Mucho tenemos que agradecer a todas las personas que demostraron su honestidad y sus principios para que la verdad sobre lo sucedido el 11M se impusiera.
Si la Justicia fuera propia de este mundo regido por los más altos capos, sus sirvientes, Aznar, Blair y Bush debieran de pudrirse de por vida y en régimen de incomunicación en una prisión de alta seguridad, en lugar de Julián ASSANGE que su delito fue informar sobre algunas tropelías de esa mafia que invadió a Irak, desdichado país que a día de hoy y desde entonces aún se sigue desangrando.
Losantos de lo más odioso y vomitivo, aunque una vez tuvo la honestidad de confesar que gracias al periodismo (si se puede llamar así) que practicaba había podido llevar a sus hijos a estudiar al extranjero y a los mejores colegios.
Quién les va a obligar si siguen siendo ellos los amos?. Controlan el relato, el gran capital y todos los poderes del estado.
Sólo una ciudadanía despierta podría cambiar las cosas; pero el rebaño sigue soporizado y manipulado.
Totalmente equivocado.
Sánchez Manzano, no es guardia civil, era policía secreta destinado en Guipúzcoa y se jubiló de Comisario Principal.
Ni Rubalcaba que le dijo: “Por favor, cómete el marrón de que te equivocaste en un primer momento”.
TOTALMENTE FALSO.
Sólo hay que leer su libro y el capitulo que ha incluido el autor «Voces del 11-M: victimas de la mentira» y de esta entrevista.