Internacional

El negocio armamentístico de la ocupación israelí

El Estado israelí sería inviable económicamente sin este negocio. El 18% de su PIB procede de la industria militar-tecnológica, que prueba sus armas en los territorios palestinos ocupados

El sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro intercepta cohetes lanzados desde la ciudad de Gaza. ATIA DARWISH / REUTERS

Este artículo forma parte parte del dossier ‘Robots asesinos’ de la revista #LaMarea99. Puedes conseguirla aquí.

«La guerra en Gaza supone riesgos, pero también oportunidades para probar tecnologías emergentes en el campo de batalla», explicó a la agencia France Press, a principios de 2024, cuando ya habían sido asesinadas más de 27.000 personas en la Franja, Avi Hasson, director ejecutivo de Startup Nation Central, una empresa de tecnología armamentística israelí.

La apreciación cobra una nueva dimensión cuando se complementa con la que hizo un mes antes Mark Cancian, el asesor principal del Programa de Seguridad Internacional del Centro para la Estrategia y los Estudios Internacionales, uno de los think tanks más influyentes en la Casa Blanca. Fue durante una entrevista para la revista Politico sobre los riesgos de que el Gobierno de Israel utilice las armas que compra a Estados Unidos con usos prohibidos allí. Sin embargo, el influyente consultor solo veía ventajas: «El gran valor para Estados Unidos es que vamos a poder probar en el frente todas estas cosas nuevas».

El Estado israelí sería inviable económicamente sin el negocio que ha creado en torno a la ocupación. El 18% de su PIB procede directamente de la industria militar-tecnológica, que prueba en los territorios ocupados palestinos su armamento y sus sistemas de vigilancia antes de exportarlos. En palabras de Antony Loewenstein, autor de El laboratorio palestino (Capitán Swing, 2024), «durante más de cincuenta años, la ocupación de Cisjordania y Gaza ha proporcionado al Estado israelí una experiencia inestimable en el control de una población no deseada, que le ha permitido perfeccionar cada vez más la arquitectura del control y exportar sus conocimientos probados en combate».
Esta industria se ha especializado en el desarrollo de Armas Autónomas Letales y en la aplicación de la Inteligencia Artificial a la guerra y al control social gracias a la relación híbrida con el mismo Ejército, que ficha y forma militarmente a estudiantes de ingeniería para que desarrollen nuevos prototipos.

En Gaza, como desvelaron los medios israelíes +972 y Local Call, el Ejército está utilizando un programa de IA, al que llamaron El Evangelio, para identificar los objetivos a bombardear. Según varios altos mandos, citados de manera anónima, se trata de «una fábrica de asesinatos en masa» en la que «el énfasis está en la cantidad y no en la calidad». El sistema llega a identificar qué número de víctimas civiles es asumible en cada bombardeo sugerido, aunque las informaciones no especifican la cifra que tiene que validar una persona.

Pero hace ya tiempo que Israel excluyó la validación humana de parte de su entramado militar. El escudo antimisiles israelí, llamado Cúpula de Hierro, que costó 200 millones de dólares pagados por Estados Unidos, tiene capacidad para abrir fuego de manera automática, aunque según el Gobierno está supervisado por una persona, por si se equivoca de objetivo. Israel lleva años produciendo drones merodeadores que son empleados por regímenes como el de Marruecos para bombardear territorio saharaui. También ha puesto en el mercado otros modelos con capacidad para lanzar misiles guiados con precisión.

Sin embargo, sigue comprando algunos de los más sofisticados para diezmar la población palestina. Es el caso de los drones autoconducidos Nova b, de la empresa estadounidense Shield IA. Su cofundador, Brandon Tseng, confirmó a la revista Político que sus clientes pueden ajustar los software para atacar de manera autónoma y a determinados perfiles. E, incluso, pueden programarlos para que su funcionamiento sea inescrutable. Hay que recordar que la IA son cajas negras cuyos algoritmos están diseñados para aprender de todos los datos acumulados por el software y que, por tanto, alcanzan conclusiones imprevisibles y, a menudo, incomprensibles. Estamos hablando de sistemas automatizados opacos a los que estamos dando la capacidad de acabar con vidas humanas.

Matt Mahmoudi, autor del informe de Amnistía Internacional Apartheid automatizado, publicado en 2023 y dedicado a los softwares de reconocimiento facial que usa Israel en los territorios ocupados, explica en el mismo que raramente han tenido conocimiento de lo que hacen con sus productos las empresas estadounidenses de tecnología que contrata el Ejército israelí.

En 2022, Israel instaló armas robóticas en el campamento de refugiados de Al-Aroub, en Cisjordania, y en Hebrón, una de las ciudades más afectadas por la ocupación y donde viven algunos de los colonos israelíes más violentos. Se trata de una especie de cañones rodeados de cámaras y controlados a distancia diseñados para lanzar gases lacrimógenos, granadas paralizantes y balas con punta de esponja contra los palestinos. Según el Ejército, emplean inteligencia artificial para rastrear objetivos y no utilizan munición letal porque están en pruebas, aunque lo cierto es que pueden causar daños mortales. Las armas están producidas por la empresa israelí Smart Shooter, que cuenta con contratos con decenas de ejércitos de todo el mundo, incluido el de EE.UU.

Omar Shakir, director para Israel y Palestina de la ONG Human Rights Watch, declaró a Associated Press en 2022 que todas estas estas armas con sistemas de identificación de IA promueven que Israel esté en un «deslizamiento hacia la deshumanización digital de los sistemas de armas». Loewenstein, en El laboratorio palestino, explica que el negocio de la ocupación solamente funciona si se ha deshumanizado a la población palestina y, por tanto, pueden experimentar sus inventos con ellos.

Tras la instalación de nuevas armas en Cisjordania, el defensor de los derechos humanos palestino Issa Amro declaró también a la agencia AP: «No somos un entrenamiento y una simulación para empresas israelíes».

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Comentarios
  1. Y quieren liderar el mundo en base a que son el pais donde reina la democracia( EEUU) y el otro país( Israel), que no consienten que le llamen genocidas.
    Que nos expliquen como van a conseguir que cambiemos de opinión sobre sus prácticas. Viva la ética, la moral y la decencia, cada vez más desaparecida y la EU, mirando para otro lado.
    ¿Como vamos a confiar en los politicos y sus politicas?
    Ahora,las personas somos » conejillos de indias». ¿Cuando despertaremos?

  2. Ahora ya sabemos cómo se financian los hospitales y carreteras en Israel. Tan lejos geográficamente hablando y tan cerca en ideología…

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