Internacional
Abla Alami, periodista en Gaza: “Cada día nos levantamos temprano y nos despedimos de nuestra familia”
La periodista Abla Alami lleva cinco meses cubriendo la ofensiva israelí contra Gaza. Hace unos días, su hermano fue asesinado cuando buscaba comida. "Toda esta injusticia fortalece mi determinación de seguir explicando al mundo los crímenes de Israel en Gaza".
Abla Alami tiene 21 años, es periodista y lleva cinco meses, con sus días y sus noches, cubriendo la ofensiva israelí contra la Franja. A finales de febrero, su hermano fue asesinado por un bombardeo cuando iba a buscar comida. *Una semana después, el miércoles 6 de marzo, horas después de terminar esta entrevista realizada por mensajes de Whatsapp durante varios días, en los ratos en los que Alami conseguía conexión, volvió a quedarse incomunicada. Cuarenta y ocho horas después, el viernes por la mañana, escribió a esta periodista para contarle que había sido secuestrada, junto a su hermana y sus otros dos hermanos, por los soldados israelíes. Y que ellas dos habían sido liberadas, pero que desconocían qué habían hecho con los muchachos -uno de los cuales, espera un bebé-. Desde entonces, sigue sin tener noticias.
Según el Comité de Protección de Periodistas, los ataques israelíes han acabado con la vida de, al menos, 91 periodistas en Gaza. Conversamos por ella por WhatsApp en los ratos que tiene conexión.
La llamada ‘masacre de la harina’, en la que Israel atacó a una multitud que esperaba el reparto de ayuda humanitaria asesinando al menos a 127 personas, según el Gobierno de Gaza, ha causado conmoción en los medios internacionales. Pero su propio hermano fue asesinado cuando buscaba comida, algo habitual en Gaza.
En el reparto de ayuda humanitaria, las fuerzas ocupantes atacaron directamente a quienes esperaban recoger una bolsa de harina y comida para sus hijos hambrientos. Todos los países condenaron la acción de Israel, pero ninguno ha intentado frenarle y obligarle a respetar los límites. Las leyes internacionales prohíben los ataques contra los civiles que están consiguiendo alimentos. Además, deben obligar a que Israel permita la entrada de la ayuda internacional por los pasos de Rafah y de Kerem Shalom y a que sea distribuida sin sufrir ataques. Y debe ser una ayuda suficiente para todas las personas de la Franja. Pero ningún país hace nada por nosotros, Gaza está sola en el mundo.
«Ningún país hace nada por nosotros, Gaza está sola en el mundo«
¿Cómo es su día a día?
Hasta el comienzo del genocidio, vivíamos en Khan Yunis, pero entonces nos fuimos a los campos de refugiados en Rafah como ordenaron las fuerzas ocupantes. Cuando amenazaron también a Rafah, nos desplazamos a una tienda de campaña de cuatro metros cuadrados en la zona de Al-Mawasi. En ella vivimos diez personas.
Como ciudadana, cuento los meses que faltan para que Israel acabe esta guerra y que dejemos de despedirnos a diario de nuevos muertos. Nos hemos acostumbrado a despertarnos y que lo primero que hagamos sea rezar por nuevos mártires. También tenemos que dedicar gran parte de nuestro tiempo a buscar comida porque no hay apenas, estamos rodeado de hambruna.
¿Y cómo se puede seguir trabajando como periodista en estas circunstancias?
Cada día nos levantamos temprano y nos despedimos de nuestra familia porque sabemos que en cualquier momento ellos o nosotros podemos sufrir un ataque y morir. No hay un solo lugar seguro en Gaza.
Como periodista, hago todo lo posible para mostrar al mundo la verdadera imagen de lo que está sucediendo en Gaza, las masacres y los bombardeos contra el pueblo palestino. Trabajo cada día, pese al dolor, la fatiga y las muertes de familiares, amigos, vecinos… Muchos colegas hemos perdido a varios miembros de nuestras familias y, a la vez, tememos visitar a nuestros seres queridos y ponerles en peligro porque Israel nos ataca a los periodistas de manera sistemática y deliberada.
¿Cómo ha cambiado su trabajo como periodista desde octubre hasta ahora?
La agresión israelí contra la Franja de Gaza y contra toda Palestina comenzó en 1948, no el 7 de octubre de 2023. Solo que ahora, los ataques son más brutales.
En Gaza, vivimos luchando contra la muerte: los bombardeos, la falta de asistencia médica, la escasez de agua y de alimentos. Y si eres periodista, asumes todos los riesgos de una profesión que ya es de por sí peligrosa en una guerra, pero más aún en Gaza porque el Ejército israelí nos considera un objetivo prioritario, por lo que nos ataca, como se ha demostrado, de manera sistemática y deliberada.
«Estamos rodeados de hambruna»
Tras perder a familiares y compañeros, ¿ha pensado en dejar el periodismo?
Todo lo contrario. Toda esta injusticia fortalece mi determinación de seguir explicando al mundo los crímenes de Israel en Gaza.
¿Su familia apoya su decisión de seguir informando?
Sí, totalmente, quieren que siga mi carrera y que informe al máximo número de personas de lo que nos está ocurriendo.
¿Qué tipo de historias cubre?
Historias sobre mujeres con necesidades especiales y su sufrimiento en la guerra, sobre las que están dando a luz en los campos de refugiados, sobre los niños que perdieron a toda su familia, sobre las maestras que han convertido sus tiendas de campaña en aulas para dar clases durante el día y en las que duermen junto a sus familias por la noche …
«En Gaza, vivimos luchando contra la muerte»
¿Alguna vez pensó que viviría una situación así?
No, nunca imaginé que perdería a familiares, amigos y compañeros de la universidad.
¿Cuándo cree que Israel dejará de bombardearles?
Israel quiere destruir totalmente Gaza para controlarla. Solo se contendría si todos los países apoyasen a Gaza y le impidiesen seguir atacándonos y cometiendo todo tipo de violaciones de derechos humanos. Pero Gaza lucha sola.
¿Se siente decepcionada por el abandono de los países árabes?
Sí, todo el pueblo palestino está decepcionado, pero nos abandonaron hace muchos años, mucho antes de este genocidio.
¿Le gustaría que su familia pudiera refugiarse en Egipto?
Quiero que mi familia se sienta segura, pero yo voy a seguir trabajando como periodista en Gaza. De hecho, perdí mi cámara cuando nuestra casa fue bombardeada el 5 de diciembre y no he podido comprar otra por la difícil situación económica que tenemos aquí. Tomo fotografías y vídeos con mi teléfono, que no tiene buena calidad.
¿Por qué se hizo periodista?
Desde pequeña me encantaba ver las noticias, especialmente a Sherine Abu Aqla (asesinada por soldados israelíes en Cisjordania) y a Wael Al-Dahdouh. Empecé muy pronto a leer periódicos y en la escuela presentaba un boletín matinal. Mi sueño como periodista es contar al mundo cómo Palestina es liberada a través de las mejores agencias de noticias internacionales.
¿Cómo le ha cambiado esta cobertura?
Este horrible genocidio me ha hecho madurar, darme cuenta de cómo la ocupación israelí está desangrando a sangre fía la Franja para eliminarnos a los palestinos. Antes de esta guerra, éramos alegres, amábamos la vida. Ahora, me siento agotada y mucho más vieja que mi edad. Perder a varios miembros de mi familia, me hace sentir, por una parte, más indefensa, pero también más determinada a ser mejor periodista.
*Actualización 10 de marzo