Política

La máquina de rayos X y el ‘caso Koldo’

"La sensación de deterioro de los derechos básicos, la desatención de los problemas cotidianos, los bucles en torno a la Ley de Amnistía y, ahora, los nuevos casos de corrupción sobre las mascarillas, dibujan un panorama desastroso, de estancamiento, de día de la marmota, que agranda el malestar y el desánimo entre la población".

José Luis Ábalos, en una intervención en Moncloa durante la pandemia. Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa

Hay varios vasos de cristal con café hirviendo y unos roscos de azúcar sobre la mesa de una sala de estar de una casa cualquiera de España. Es domingo, 25 de febrero de 2024. Alrededor de un brasero de butano se sienta una familia de clase trabajadora. Han pasado casi cuatro años de aquella comparecencia en directo en la que el presidente del Gobierno anunció la declaración del estado de alarma por la pandemia. Llueve. El más mayor de la casa, de 80 años, presiona levemente una manta eléctrica sobre su costado izquierdo. Dice que el calor le calma algo el dolor que tiene desde hace días, cuando se cayó mientras andaba por el campo. El médico le ha dicho que puede tener alguna costilla rota. Pero no le han podido hacer una radiografía porque la máquina de rayos X no funciona. 

De fondo, en la tele, en la misma pantalla por la que esta familia vio al presidente del Gobierno anunciar el inicio oficial de la pandemia, hablan del caso Koldo, la trama fraguada cuando esa familia y toda España andaba encerrada con miedo. Y cuando, además, una parte de la población daba gracias a dios, incluso sin ser creyente, por tener a la izquierda al frente del Gobierno. 

La escena puede servir de ejemplo –y de metáfora– de lo que está ocurriendo en este país, donde apenas faltan tres meses para que se cumpla un año desde que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral del pasado 23-J. La sensación de deterioro de los derechos básicos, la desatención de los problemas cotidianos, los bucles en torno a ETA, la Ley de Amnistía y, ahora, los nuevos casos de corrupción sobre las mascarillas, terminan de dibujar un panorama desastroso, de estancamiento, de día de la marmota, que agranda el malestar y el desánimo entre la población. 

Así no se puede gobernar”, dijo Yolanda Díaz cuando Podemos –que se pasó al Grupo Mixto– rechazó la reforma del subsidio por desempleo para mayores de 52 años. Visto ahora, aquello –aunque nadie negaba desde el minuto cero que la legislatura del nuevo gobierno de coalición entre PSOE y Sumar iba a ser complicada–, se quedó corto con lo que estaba por venir. “Esto es una equivocación”, le espetó Feijóo a Sánchez en el apretón de manos tras ser investido presidente del Gobierno.

Tan corto se quedó que incluso la Ley de Amnistía, clave de bóveda de esa investidura –punto de mira del juez García Castellón–, fue rechazada por los mismos diputados de Junts que la impulsaron. Este 29 de febrero, la particular fecha en la que Sánchez cumple años, las portadas seguían recogiendo las negociaciones, a una semana de que termine el plazo para aprobar la medida, entre los independentistas y el PSOE. Y otro capítulo más: el Supremo ha abierto una causa penal a Puigdemont por terrorismo en el caso Tsunami. Dicho de otra manera: por no aprobarse, no se ha aprobado ni la Ley de Amnistía.

De la Ley de Amnistía al ‘caso Koldo

En todo este tiempo, calificado por algunos analistas como un tiempo muy similar al de un gobierno en funciones, el hemiciclo ha pasado de pista de lanzamiento de ataques en torno a Puigdemont a pista de lanzamiento de ataques hacia Ábalos –ya en el Grupo Mixto–, su entorno en el Ministerio de Transportes y el propio Sánchez. Quien ahora dirige esta cartera, el ministro Óscar Puente, que ya adelantó el tono de lo que sería la legislatura de Sánchez en la investidura fallida de Feijóo, empleó unas palabras esta semana que pueden resumir la situación: “Esto no es una pregunta, es un bumerán”, le dijo en la sesión de control al Gobierno a la diputada del PP por León Ester Muñoz. El caso Koldo promete.

Mientras tanto, el Gobierno intenta desde sus diferentes foros –principalmente desde los Consejos de Ministros– trasladar a la población que está haciendo cosas. ¿Qué cosas? En efecto, ha habido una nueva subida del salario mínimo interprofesional, en contra de la patronal. Y se han reactivado también algunas medidas de calado tras el parón por el adelanto electoral. El anteproyecto de la Ley de Familias, impulsado por la entonces ministra Ione Belarra, ha sido uno de ellos, con nuevos permisos y mayor conciliación. O los avales del Gobierno para poder comprar una vivienda a quien no pueda pagar una entrada. O el proyecto de Ley de Servicios de Atención a la Clientela, que, entre otros avances, garantizará que el consumidor pueda decidir en cualquier punto de la comunicación si quiere ser atendido por una persona en lugar de por una máquina. O, también, la reforma de la Constitución para eliminar el término “disminuido” del artículo 49 en referencia a las personas con discapacidad.

Todas estas cuestiones, hasta el momento, están siendo insuficientes en un país que intenta ser gobernado por la izquierda en territorios conquistados por la derecha –en ocasiones, con ayuda de la ultraderecha–; en un país donde, por ejemplo la vivienda, aun con nueva ley, sigue siendo un problema que no está resuelto; en un país donde la salud mental sigue esperando recursos, o donde las listas de espera en la sanidad pública son inabarcables. “Habría que salir a la calle en masa por lo que están haciendo con la sanidad”, dice una mujer de 47 años en una mesa de un Burger King cualquiera de España, donde cuenta a sus acompañantes las horas perdidas, el periplo que está pasando para que operen a su padre. 

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Comentarios
  1. Angelito! ACEBES (Fonsi Loaiza)
    Mintió a todo el país el 11M.
    Estaba detrás de la estafa de Bankia y según los papeles de Bárcenas cobró 300.000€ de la caja B del PP.
    Consiguió puerta giratoria en Iberdrola y ha ganado más de tres millones de euros en la empresa energética.
    Nadie lo critica y mucho menos su partido que cuando se trata del rival pide la guillotina.
    Corruptos, malévolos y mendaces.

  2. Billones en juego.
    Europa desvía fondos de Sanidad y Educación que destina a apoyar militarmente al gobierno nazi de Ucrania.
    Este apoyo supera los veintiocho mil millones de euros. Europa no tiene autonomía. Está vendida a EEUU.

  3. Vamos, que estamos a las puertas del apocalipsis.
    Efectivamente el Gobierno no ha hecho todo lo que prometió y debería, pero tampoco puede ir mucho más lejos en las circunstancias actuales.
    La articulista debería ver, si no la ha visto, la serie «Los mil días de Allende» porque obvia algo tan evidente como la cuasi parálisis de la acción de gobierno: los que quieren dejarle tetrapléjico.
    País del todo o nada representado en in artículo que poco aporta a solucionar el dislate nacional.

  4. una parte de la población daba gracias a dios, incluso sin ser creyente, por tener a la izquierda al frente del Gobierno.
    ¿a la izquierda? Yo casi diría que es centroderecha. Tambien tengo que decir que lo que podríamos tener es infinitamente peor y también doy gracias a dios, incluso sin ser creyente, de que nos haya preservado de lo que ahora mismo podríamos tener. Porque mientras unos obedecen fielmente al amo otros lo superan, aún van más lejos que él.
    Si los amos del mundo son peor que ladrones, son genocidas, arrasan pueblos y naturaleza para saquear por las buenas o por las malas sus recursos, ¿podemos esperar que los criados que les sirven sean santos?. «Por donde fueres haz lo que vieres» y bien que lo hacen. ¿quien tiene autoridad moral para penalizarles?
    Lo bueno es que toda la mierda está saliendo a la superficie.
    La judicatura española al servicio de los mencionados amos, que junto con la manipulación informativa, son la gran losa que no nos deja avanzar hacia el entendimiento y el progreso bien entendido del pueblo.
    Habría que salir a la calle por tantas causas justas y cada vez sale menos gente hasta que ya no sale nadie.
    «Para que el mal triunfe solo se necesita que la gente buena no haga nada», dijo un pensador.

  5. LA DERECHA DESATADA, José AntºLuque.
    …Durante la triste pandemia de COVID están contabilizadas 7291 muertes de ancianos en condiciones de abandono en Madrid, sin asistencia hospitalaria.
    Ello es presuntamente atribuible –como así está denunciado por los familiares– a los cuestionables protocolos de actuación dictados desde el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid presidido por esa fruta de temporada llamada Isabel Díaz Ayuso.
    Durante una sesión en la Asamblea de Madrid “la fruta de moda madrileña” manifestó que, los ancianos de la comunidad de Madrid no fueron derivados a centros hospitalarios porque iban a morir de todas formas ¡Para qué gastar inútilmente!
    La certeza de la muerte debe de ser una de las razones del desmantelamiento de la sanidad pública que se está llevando a cabo en Madrid. Si de todas formas vamos a morir, mejor que suponga una ganancia para los amigos que gestionan la sanidad privada ¡Ellos saben apreciar los placeres de la vida!
    Y ya puestos, si alguien tiene que beneficiarse del negocio en época de alarma mejor la familia que así todo queda en casa. Después la fiscalía te lo afina y la moralidad la escondes bajo los resultados de las urnas que para eso existe el libre mercado.

    Estos días se ha conocido la trama para forrarse, urdida por un tal Koldo García, asesor del ex ministro Ábalos. Los voceros de siempre han salido en tromba a pedir la cabeza de Pedro Sánchez como máximo responsable del contubernio corrupto. Los radiofónicos, televisivos y amanuenses han estado alentados por “la fruta de Madrid” y “el defenestrado Bendodo”.
    Si el PSOE hubiera cumplido con su presunta vocación de partido de izquierdas, probablemente no hubiera caído en la tentación de ocultar los enriquecimientos rápidos de algunos de sus parásitos.
    Las rotativas y micrófonos que echaban humo defendiendo el derecho de Tomás Díaz Ayuso a realizar encajes comerciales en su condición de emprendedor, hoy descuartizan a Ábalos y por elevación a Sánchez, porque en sus inmediaciones huele a podrido.
    No como en el caso de Madrid, que la pobre fruta no estaba madura y no influyó para que su “hermanísimo” vendiera las mascarillas con un incremento de precio abusivo. El comprador (la Comunidad de Madrid) ni siquiera sabía que Tomás Díaz Ayuso era hermano de la fruta. Además ella no se enteraba de nada.
    O sea que Isabel utilizó el comodín de la lerdez tipo infanta Cristina. La monarquía siempre marcando tendencia.
    Naturalmente todo en nombre de la otorgada libertad para tomar cañas que durante la pandemia trajo la fruta.
    https://arainfo.org/la-derecha-desatada/

  6. Tendrían que haberse gastado menos dinero en mascarillas y más en manifestaciones. Así no se habría contagiado nadie.

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