Internacional

La cumbre conservadora internacional que se ha convertido en el ‘Trumpfest’

La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) echa el cierre en Washington con la presencia de varios líderes de la extrema derecha internacional. Sin embargo, el eje del encuentro en realidad han sido las políticas y las decisiones del expresidente estadounidense.

Donald Trump durante su discurso en la CPAC. ELIZABETH FRANTZ / REUTERS

Trump jugaba en casa. Ninguno de los líderes de la extrema derecha internacional que ha pasado estos días por el escenario de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), celebrada en las afueras de Washington (EE.UU.), le ha opacado. Ni siquiera Javier Milei, la última estrella de la derecha radical global que ha conseguido llegar al poder.

Este evento, que históricamente había sido un espacio de debate de los conservadores estadounidenses, se ha entregado al trumpismo. No sólo en la agenda ideológica, también en la parte más lúdica y comercial. El variado merchandising con el lema ‘Make America Great Again’ (MAGA) o con el rostro del expresidente ha sido uno de los reclamos de esta conferencia. Centenares de seguidores han acudido a verle con esa frase estampada en camisetas, gorras, pines, bolsos, vestidos… dejando claro quién es su favorito para la nominación republicana.

La CPAC arrancó el jueves y por su escenario han pasado agitadores de la extrema derecha estadounidense, antiguos miembros de la Administración Trump, activistas de las guerras culturales impulsadas por el expresidente y cargos públicos republicanos. “Me parece que soy el único que no se está postulando a vicepresidente”, bromeaba Tom Fitton, uno de los intervinientes que ha tomado la palabra este sábado, sobre la defensa que habían hecho del expresidente los oradores que le habían precedido.

Un público entregado a Trump

Centenares de seguidores de Donald Trump han madrugado este sábado para ver en directo al expresidente. Antes de las 8 de la mañana, las primeras filas ya estaban copadas. El último día de CPAC ha arrancado con un rezo colectivo y con el público en pie para escuchar el himno nacional. El discurso del expresidente estaba programado para la una de la tarde, aunque finalmente se ha retrasado algo más de una hora.

Conforme transcurrían intervenciones y conferencias en las que se afirmaba que Estados Unidos debía dejar de formar parte de la OMS y de la ONU, se reivindicaba el papel de la Biblia, se defendían los derechos de los padres para decidir la educación de sus hijos o se afirmaba que Biden “es un presidente ilegítimo» –según Lou Dobbs, un líder de opinión en la extrema derecha de EE.UU.–, encontrar una silla libre en el auditorio se iba convirtiendo en misión imposible.

Hace solo un año, la imagen del mitin que dio Trump en la CPAC era totalmente diferente. Las crónicas periodísticas publicadas recuerdan que en aquel acto, el auditorio estaba a medio llenar y se cuestionaba la capacidad del líder republicano para volver a ilusionar a su electorado. Este sábado, el expresidente ha conseguido desbordar la asistencia y sus seguidores se han entregado a su argumentario: se han reído con sus bravuconadas, han aplaudido sus comentarios racistas en contra de los migrantes que han cruzado recientemente la frontera sur del país y han abucheado a los periodistas cuando el expresidente ha criticado la actuación de los medios de comunicación.

La CPAC ejemplifica la política espectáculo que ha impulsado Trump. Por los pasillos de la conferencia, los asistentes se han podido cruzar con Steven Bannon, con Herman Terstch, con los activistas ultraconservadores que iban a intervenir ese mismo día en el evento, con un grupo de monjas que han acudido vestidas con hábitos a escuchar al expresidente o con otras seguidoras que han optado por asistir disfrazadas de estatua de la libertad, de animadora o embutidas en la bandera de Estados Unidos.

Trump se presenta como “un disidente político”

En el interior del salón que ha acogido las conferencias, una mujer que se presentaba como madre de uno de los condenados por participar en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 ha aprovechado los descansos entre intervenciones para acercarse a los asistentes, explicarles las bondades de su hijo y celebrar que Donald Trump pueda llegar a indultarle. Esta ha sido una reivindicación repetida en la CPAC. De hecho, en una de las salas que han facilitado a colectivos afines, una asociación pedía apoyo para financiar la ayuda legal de los que denomina “patriotas del 6 de enero”, apostando por una teoría revisionista y conspiranoica –como explica CNN– del suceso que ocurrió hace más tres años en el parlamento estadounidense.

Tras hacerse esperar, el líder republicano ha salido al escenario con un discurso con el que se ha extendido durante más de una hora, presentándose como un “orgulloso disidente político” y bromeando por los cuatro juicios civiles que tiene pendientes. “Ni Al Capone ha sido imputado tantas veces”, apuntó, entre las risas de sus seguidores. En su intervención ha vuelto a repetir la falsa afirmación de que los comicios que perdió frente a Joe Biden estuvieron «amañados».

“Nuestro país está siendo destruido y lo único que se interpone entre vosotros y su destrucción soy yo», aseveró el líder republicano ante un auditorio que ha disfrutado de escuchar cómo Trump hacía comentarios despectivos sobre la salud y el estado físico del presidente del país. “Nosotros queremos a Trump”, respondían los miles de seguidores que se han desplazado a verle en directo.

Encuentro entre Trump y Abascal

Aprovechando que en estos años de Administración Biden la frontera sur de Estados Unidos ha alcanzado cifras récords de entradas irregulares, el líder republicano ha insistido en su retórica centrada en criminalizar a los migrantes que están llegando al país norteamericano través de México. Ante sus eufóricos seguidores, ha asegurado que si vuelve a la Casa Blanca llevará a cabo “la deportación más grande de la historia”, expulsando del país a 18 millones de personas, según ha añadido.

Nada más arrancar su discurso, Trump ha dirigido unas palabras a Santiago Abascal. El líder de Vox se estrenó este viernes como interviniente en la CPAC y ha salido del evento con su primera foto con el magnate ultraconservador. «Por lo que leo, creo que pronto serás el número uno», ha explicado el millonario norteamericano a sus seguidores al agradecer a Abascal su presencia este sábado en la conferencia. Previamente a esas palabras, según afirman desde la formación española de extrema derecha, los dos políticos han estado hablando 15 minutos.

“Para Abascal es una victoria internacional haber sido invitado a hablar en la CPAC, aunque, obviamente, es un invitado muy muy segundón”, explica Jaime Caro, doctor en Historia Contemporánea e investigador sobre la Alt-Right, que considera que a Vox le ha llegado tarde la invitación. Y añade: “Cuando estaban en los 50 escaños, sí que hubiese supuesto un victoria importantísima para el partido porque se habría instalado en la Internacional Reaccionaria, siendo más relevante internacionalmente”.

Presencia de líderes latinos

En esta edición de la CPAC, los organizadores han apostado por participantes hispanos. Con estas invitaciones los ultraconservadores estadounidenses buscan captar el voto de la comunidad latina en Estados Unidos. Además de Abascal, han tomado la palabra los presidentes de Argentina y El Salvador, Javier Milei y Nayib Bukele, así como los activistas ultracatólicos Eduardo Verástegui y Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño y diputado federal del país suramericano.

Milei ha intervenido después de Trump. El retraso del político republicano ha provocado que el presidente de Argentina arrancase su discurso una hora después de lo que estaba previsto. El público tenía pocas ganas de encadenar dos intervenciones seguidas y más de la mitad ha abandonado la sala de conferencias cuando el líder latinoamericano ha tomado la palabra.

Caro considera que en la carrera de estos dos políticos hay ciertos paralelismos. Sobre todo, por el perfil de Milei: “Un outsider televisivo que acaba siendo presidente con un discurso anti establishment”. El argentino ha cargado en la CPAC contra el socialismo. Y se ha acercado a los ultracatólicos estadounidenses al referirse a la interrupción voluntaria del embarazo como la “agenda asesina del aborto”. “Es un gran caballero, es MAGA, Make Argentina Great Again”, replicó Trump, que ha celebrado la simpatía y la afinidad que existe entre ellos. El líder republicano, que acaba de ganar las primarias en Carolina del Sur, espera seguir la estela de Milei en las elecciones de noviembre.

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Comentarios
  1. Del capitalismo, la exclusión y la miseria en nombre de la libertad.
    ¿De qué libertad hablan? ¿La de las grandes transnacionales para saquear los recursos del mundo? ¿La que permite la concentración del 80 % de las riquezas en manos del 1 % de los más poderosos?
    Mientras en las grandes bolsas de valores se especula con el valor de los alimentos, cada día, 24 000 personas mueren de hambre en el mundo. De ellas, 18 000 son niños y niñas de entre uno y cuatro años, según datos de ONU.
    Aludamos a algunas referencias más del exitoso sistema: en lo que las grandes farmacéuticas y hospitales privados acumulan caudales, unos 4 500 millones de personas no están cubiertas por los servicios de Salud esenciales.
    Por otro lado, en cifras absolutas, la OIT estima que, la cifra de desempleados llegará a 190,8 millones en 2024.
    El capitalismo es responsable de dos grandes guerras mundiales y de miles de conflictos regionales, causantes de cientos de millones de muertes; en su afán por controlar los mercados y repartirse los recursos del mundo, es culpable del agotamiento del planeta y de la destrucción de la naturaleza.
    De su seno nació el fascismo, el supremacismo, el sionismo, el colonialismo y su legado de esclavitud y saqueo. Son hijos pródigos de la libertad concebida como derecho de unos pocos, en nombre de la riqueza, de la superioridad racial y de la fuerza bruta.
    -Granma, Raul A.Capote-

  2. Están locos….. Necesitan tratamiento psiquiátrico.
    Milei criticó al socialismo y la aberración de la justicia social.
    Occidente está en peligro por el avance de las ideas socialistas.
    Pidió a Estados Unidos no dejar avanzar el socialismo, no permitan el avance de la agenda asesina (del aborto) y no se dejen llevar por los cantos de sirena de la justicia social.
    (La Jornada)

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