Sociedad
PorTodas | La historia de María Luisa
Diez años después, este feminicidio evidencia la importancia de combatir los estereotipos hacia la comunidad gitana, también en relación con la violencia de género, para lo que sigue siendo necesarias la formación y la sensibilización.
Cuando se busca en Google “O Vao, Pontevedra”, los resultados conducen a varias informaciones de medios de comunicación encabezadas con las palabras “clan”, “trapicheo” “reyerta” o “problema”. Todas hacen referencia al poblado que acoge en el municipio pontevedrés de Poio, desde 1962, a varias familias que durante años convivieron con completa normalidad, hasta la irrupción del negocio de las drogas. El asentamiento es, o era, el lugar de origen de María Luisa, una mujer que, el 23 de febrero de 2014, con 37 años y estando embarazada de su séptimo hijo, fue asesinada por su marido, José Luis.
El caso fue seguido con atención, más que otros feminicidios, por el origen de María Luisa y el de su entorno. Eran, como destacaron numerosos medios, gitanos. “No es relevante que se mencione la pertenencia étnica en las informaciones, ya sean sobre un caso de violencia de género o cualquier otro. Cuando se produce un asesinato machista, el móvil es que la víctima es una mujer, y da igual que sea gitana, paya o de la cultura que sea”, insisten todavía hoy, diez años después, desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas (Fakali), que incide en la importancia de no desviar el foco del verdadero origen de la violencia: “La violencia machista es fruto de un sistema patriarcal, no de la cultura gitana. Decir ‘es su cultura’ no es cierto, es un sistema que nos oprime, por mujeres, por gitanas y por pobres, en este caso concreto”, afirma la responsable del área de Género de Fakali, Aitana de los Reyes.
María Luisa, no obstante, llevaba años alejada de O Vao. Convivía con José Luis en un piso en Lugo, a 170 kilómetros de la casa de su madre, residente en la localidad de Figueirido, en el municipio pontevedrés de Vilaboa. De acuerdo con lo que aseguraron reiteradas veces varios miembros de su familia, María Luisa tenía intención de volver a Pontevedra. Y así lo hizo. Dos meses antes de que su marido decidiera matarla, se había trasladado, junto con sus hijos menores, a la casa materna.
Allí se presentó su marido, se la llevó en su coche “contra su voluntad” alegando que había ocurrido algo en Lugo. Y, pasadas unas horas, el asesino confeso se puso en contacto con la familia para decirles que, tras una discusión, María Luisa se había marchado. Al no tener noticias, y con la sospecha de que podía haberle pasado algo, la familia decidió denunciar su desaparición. Tras iniciarse la búsqueda, el asesino acabó confesando el crimen a los agentes y les indicó dónde había escondido el cadáver de la víctima, aunque en el primer intento, en plena noche, no fue capaz de encontrarlo.
El cuerpo de María Luisa estaba en una pista forestal del Monte Gonzar, en la localidad coruñesa de O Pino. La Guardia Civil explicó que estaba tapado con maleza y escombros y cubierto con la carcasa de un frigorífico. El asesino fue detenido y enviado de forma preventiva a prisión. Fue condenado a 20 años de cárcel y sigue cumpliendo condena.
Con este feminicidio observamos cómo diez años después se siguen normalizando cuestiones como los celos pero, sobre todo, evidencia la importancia de combatir los estereotipos hacia la comunidad gitana, también en relación con la violencia de género, para lo que sigue siendo necesarias la formación y la sensibilización.
Esta historia ha sido documentada por Cláudia Morán, con fotografías de Brais Lorenzo. Puedes seguir leyendo el reportaje completo en PorTodas.
El negocio de las drogas y el negocio de la viagra.
Detenidos en Don Benito (Badajoz) un cura y su pareja por tráfico de viagra.
Los agentes de la Guardia Civil registraron el domicilio del sacerdote y hallaron ingentes cantidades de afrodisiacos listos para ser vendidos
Particular operación en Don Benito (Badajoz). Un destacamento de la Guardia Civil arrestó este lunes a un sacerdote y a su pareja sentimental en el municipio pacense por tráfico de Viagra y “otros potentes afrodisiacos”.
Los detenidos poseían una gran cantidad de carga activa que distribuían desde la casa sacerdotal. El operativo tuvo lugar por la mañana, en la vivienda que el cura comparte junto a al hombre que también fue arrestado.
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