Política
Galicia o un posible ‘déjà vu’ para Feijóo
El PP se lanza con todo contra el BNG: recupera la amnistía y desempolva a ETA para tratar de minar a Ana Pontón en las elecciones gallegas.
Como es habitual en los últimos años, la campaña electoral del Partido Popular para las elecciones autonómicas de Galicia del próximo 18 de febrero se ha caracterizado por la falta de coherencia y los bandazos estratégicos. Solo ha habido una máxima por parte del candidato, Alfonso Rueda: evitar hablar de Galicia. “Mi gran rival en las urnas no es el BNG ni el PSdeG, es Pedro Sánchez, lo tengo clarísimo”, aseguraba en enero. Acorralado por la crisis de los pellets, en el PP han picoteado de la amnistía, del independentismo y, en última instancia, hasta de la ya desparecida ETA.
Se le hacen las campañas demasiado largas al PP en los últimos tiempos.
Comenzaba Rueda la precampaña extasiado de gloria ante unas encuestas que aseguraban una mayoría absoluta holgada. La burbuja demoscópica, como le sucedió a Alberto Núñez Feijóo en las pasadas generales, se ha ido desinflando con el paso del tiempo y, lejos de aprender de los errores de su mentor, el candidato popular a la Xunta ha repetido sus pasos: del “yo no quiero ir a Televisión Española” de Feijóo en junio al “candidato ausente” en el debate de la televisión pública el pasado martes. Es como si se escondiera para ver si así el tiempo pasa más rápido.
El PP llega desfondado al final de la campaña, con la certeza de que ganará las elecciones pero sin la seguridad de si podrá gobernar o no. Otro deja déjà vu para Feijóo, que planteó estas elecciones como una especie de referéndum contra el gobierno de Pedro Sánchez y que ve que puede perderlo nuevamente. Incluso jugando en campo propio. El adelanto electoral, que buscaba encontrar a una izquierda destruida por la amnistía, puede hacerla resurgir. Otra vez.
Y para tratar de evitarlo, ahora intenta pescar entre los votantes de Vox, para lo que ha recurrido a Isabel Díaz Ayuso con el objetivo de atraer a los más radicales. La presidenta madrileña ha sido la encargada de arrementer sin cuartel contra el BNG y agitar el miedo a los nacionalistas con afirmaciones como que “no hay un nacionalismo sin su sicario al lado” o acusando a la izquierda de promover “la falsa división entre hombres y mujeres, entre el rico y el pobre o entre el campo y la ciudad”. Frases incendiarias y sin contenido con el único objetivo de enfangar la campaña en sus últimos estertores.
Porque, aunque muy alejada del PP en términos reales, Ana Pontón, del BNG, podría tener posibilidades de gobernar si los números permiten sumar con los socialistas. Por ello, Rueda ha puesto en marcha todo el aparato propagandístico afín al Partido Popular y construido durante años gracias al regadío de dinero público desde la Xunta de Galicia a medios cercanos. Unos ataques que parecen no estar afectando a los nacionalistas gallegos que ven un crecimiento paulatino en las encuestas que podrían desembocar en un desalojo a los conservadores del Pazo de Raxoi tras 15 años de gobierno.
La obtención de algún diputado por parte de Sumar, Vox o Podemos se antoja complicado y las encuestas auguran un parlamento tricolor y los resultados más ajustados de las últimas elecciones. En mitad de todo ello, un partido podría encontrarse con la llave de la gobernabilidad de la Xunta. Se trata de Democracia Ourensana (DO), una formación cuasi personalista liderada por el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que podría entrar en el parlamento de la mano de Armando Ojea, el cabeza de lista de la formación en estas elecciones. Sin embargo, es Pérez Jácome su cara más visible gracias a una receta que mezcla el populismo trumpista con el cutrismo cañí de Jesús Gil, pero en Galicia.
DO parece tener una preferencia clara por el Partido Popular, por lo que, en caso de ser decisivos para formar gobierno, Rueda contaría con la mayor parte de las papeletas para volver a sentarse al frente de la Xunta, ya que el propio Pérez Jácome ha definido al BNG como «un partido soviético» y a Pontón como «una radical que defendía a los terroristas». A ello hay que añadirle que la alcaldía de Ourense depende de los apoyos del Partido Popular.
Feijóo no deja de mirar a Galicia mientras, sin quererlo, desvía la mirada momentáneamente hacia la Puerta del Sol a cada rato.
Mucho animalito de costumbres en Galicia, como pasa en Aragón.
Habrá un nacionalismo peor que el monarcofranquista?
Pero como forma parte de la dictadura del capital y de lo que todo quedó bien atado tienen todos los medios para manipular, desinformar y comprar voluntades.
Con los mimbres que tenemos en este reino el independentismo es una buena opción.
Si existiera la democracia, el pueblo catalán hubiera podido llevar a cabo su referéndum sin problemas, ni hubiera sido necesario exiliarse ni amnistiar a nadie.
Si la oligarquía, el caciquismo y la intolerancia no hubieran perpetrado un golpe de estado contra la legalidad de la II República, cometiendo un genocidio de cientos de miles de personas leales a ella y sometiéndonos a 40 años de dictadura no hubieran sido necesarios Movimientos de Liberación como el del Pueblo Vasco (asimismo lo denominaba Aznar cuando detentaba el poder).
A los animalicos de costumbres seguro que
les encantarán los rebuznos de Ayuso.