Crónicas | Sociedad
El Ingreso Mínimo Vital o cuando lo vital, primero, es que llegue
Un estudio de Oxfam Intermón y Future Policy Lab calcula que esta prestación sólo es accesible para un 16% de las personas con derecho a ella. Civio denuncia la falta de transparencia del Gobierno en torno a esta ayuda contra la pobreza severa.
El Ingreso Mínimo Vital solo está llegando al 16% de los hogares que cumplen los requisitos económicos para solicitarlo. Es la principal conclusión de un informe que acaban de publicar la ONG Oxfam Intermón y el centro de pensamiento Future Policy Lab. Ambas organizaciones denuncian que la prestación, con capacidad para reducir la tasa de pobreza severa en más de cinco puntos para toda España, está alcanzando solo los dos puntos. O lo que es lo mismo: un 84% de los hogares con derecho a recibirla quedaría fuera de su alcance.
No es la primera vez que se denuncia esta circunstancia en torno a una prestación «vital» –como su propia denominación indica– para numerosas familias. Por lo que debería, con mucha más razón, ser «vital» –y, por tanto, una prioridad para el Gobierno– que ésta llegue a quien le corresponde.
Una investigación de Civio mostró cómo hay personas que aun necesitándola no la reciben: el 42% de las sentencias sobre el Ingreso Mínimo Vital son contrarias al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), lo que significa, como explicaba Civio basándose en los datos judiciales, que el Estado subestimó o denegó la prestación cuando no correspondía.
«¿Cuánta gente está recibiendo el Ingreso Mínimo Vital? No parece una pregunta loca»
La periodista y codirectora de Civio, Eva Belmonte, escribía estos días, además, las dificultades que encuentra para que la Administración, en este caso el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ofrezca los datos.
«¿Cuánta gente está recibiendo el Ingreso Mínimo Vital (IMV)? No parece una pregunta loca. Ni algo que debe ser un secreto de Estado. De hecho, lo lógico sería que esa cifra fuera pública por defecto y no tuviéramos ni que preguntar. Pero lo que publica el ministerio una vez al mes, y aquí está la trampa, es el acumulado, las personas que en algún momento desde su lanzamiento recibieron la ayuda, sin contar las bajas, pero no cuánta gente la está recibiendo ahora mismo. Y, claro, esa cifra que dan, muy superior, luce más. En las notas de prensa titulan así: ‘Los hogares beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital superan los 745.000′», escribe bastante «enfadada» la periodista.
De los requisitos al desconocimiento
El último estudio de Oxfam y Future Policy Lab, que se basa en una simulación a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida, indica que, hasta febrero de 2023, se habían aprobado 578.000 solicitudes, lo que implica 1,63 millones de personas beneficiarias en términos acumulados, sólo un 16%.
Elaborado por los sociólogos José Antonio Noguera, Ález G. de la Prada y Emma Álvarez Cronin, el estudio explica que se debe a problemas de dos tipos. En primer lugar, algunos requisitos y condiciones de acceso impiden una cobertura más amplia, y deja fuera, por tanto, a determinados colectivos. Y, en segundo lugar, el estudio atribuye problemas como el propio desconocimiento de su existencia, las dificultades relativas a la solicitud (brecha digital, burocracia…) o el estigma social asociado a ser beneficiario de este tipo de prestaciones hacen que algunas personas no lleguen a solicitarla.
Los especialistas explican que una estrategia adecuada de combinación de esta prestación con otras rentas mínimas de aplicación autonómica puede mejorar sustancialmente su alcance, según concluyen tras realizar un análisis comparativo de tres comunidades autónomas: País Vasco, Catalunya y Madrid. Es lo que ocurre en Euskadi.
Sin embargo, en sentido opuesto, en comunidades como la de Madrid, se está produciendo «una sustitución prácticamente completa de la renta mínima por el Ingreso Mínimo Vital, sin que esos recursos se reorienten a otras prestaciones similares». «En un punto intermedio, en Catalunya las dos prestaciones se complementan y alcanzan así a más personas», añaden.
Propuestas para ampliar el alcance
Oxfam Intermón y Future Policy Lab plantean en el documento varias propuestas para aumentar el alcance de la prestación. Entre ellas, destacan ideas como incluir a todas las personas de entre 18 y 23 años como potenciales titulares de la ayuda o garantizar que las menores de 30 años puedan acceder con los mismos requisitos de acceso que el resto de población adulta.
Además, proponen modificar el período de cómputo de los ingresos, flexibilizar los requisitos de patrimonio, aumentar cuantías y umbrales, generalizar los incentivos al empleo, y ampliar y homogeneizar la cuantía del complemento a la infancia en todos los tramos de edad, además de medidas relativas a la simplificación de procedimientos y requisitos y a la integración con la fiscalidad.
Hace más de 6 meses que estoy esperando una respuesta para recibir mi IMV tramitado en tiempo y forma además de cumplir todos los requisitos.
En mi expediente se puede ver «En Trámite» sin moverse siquiera, me han informado por teléfono que no tienen suficiente personal para tanta demanda y que espere un año que es lo que están tardando cuando el plazo legal máximo son 6 meses, es un crueldad lo que hacen generando situaciones de extrema vulnerabilidad. Ya hice mis reclamaciones al INSS, Defensor del Pueblo en Madrid y Barcelona tanto presencial como online a ver si realmente hacen algo de verdad para dar soluciones y no más problemas.
Precariedad, represión y hostigamiento al sindicato SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores)
Óscar Reina, secretario general del Sindicato: somos el sindicato más represaliado de Europa. Llevo 8 años siendo portavoz del SAT y esta es la octava vez que me detienen. Una vez por año. Por temas sindicales por temas políticos. Nos hemos encontrado con persecuciones judiciales, políticas, programas contra esta organización por defender causas justas, derechos en los centros de trabajo.
Esto nos reafirma en que tenemos razón. Aquí estamos con la cabeza alta porque tenemos la conciencia tranquila y las manos limpias.
Seguimos luchando, aquí no se rinde nadie.
(Izquierda Diario)
Igual que UGT y CCOO, no?
«Los pobres no reciben ayudas porque no las piden»
Menuda TROLA. Este gobierno lleva 5 años dando más ayudas a los ricos y empresaurios que a gente sin ingresos ni derecho al escudo social.
Lo peor es la delincuencia que va generando el proceso actual de meter a todos esos pobres en los más oscuros y paupérrimos guettos de ciudades-dormitorio. Pero para eso estan los medios, para acusar de todo lo que pasa a la población pobre y embrutecida, como lo de Barbate.
Pedro Gullón: “Las dos grandes amenazas para la salud pública son el cambio climático y la desigualdad social”
El nuevo director general de Salud Pública explica en una entrevista en GM que, en estos primeros meses, espera avanzar en el plan de reducción del tabaquismo y en la creación de la Agencia Española de Salud Pública.
Lo más saludable para mente y cuerpo sería trabajo digno para todxs. Y si esto es mucho pedir en un mundo humano sometido por la tecnología en manos del capital que haya renta mínima o ingreso mínimo vital para todxs lxs españolxs, estoy a mil leguas de Vox/PP; pero me parte el corazón ver pidiendo en la calle a personas de diferentes Comunidades del Estado español que van buscando trabajo de Comunidad en Comunidad. Para ellos no hay ayudas de Cáritas, que en realidad Cáritas las recibe de la UE, ni de las ONGs. de ayuda al inmigrante. Son personas con fortaleza que aceptan la realidad y tratan de mantener el ánimo alto; pero ya no son jóvenes y la edad y la precariedad pasan factura a la salud.
El sistema capitalista y la extrema derecha.
Ya decía Durruti que eran inseparables.
La extrema derecha instrumentaliza las tractoradas del campo con convocatorias paralelas ‘asindicales’ (El Salto)
Se puede trazarse una línea entre el grupo formado por fagocitados por la extrema derecha y el de organizados en sindicatos y cooperativas agrarias.
Los primeros se definen como ‘apolíticos’ y en un enmarañado decálogo de 12 puntos acaban defendiendo las grandes explotaciones que degradan el territorio y envenenan el agua, reniegan del cambio climático y de la UE; los segundos pretenden vivir dignamente trabajando en el sector primario y exigen unas instituciones que regulen mirando al pequeño productor, en vez de al grande y al distribuidor. Todo esto ha convertido a las tractoradas de hoy en un lío y ha desdibujado reclamaciones legítimas.
“Estamos viendo una instrumentalización de Vox del campo”, resume José Manuel de las Heras, de la Unión Campesina de Castilla y León.
Considera que el “detonante” del movimiento que está habiendo en toda Europa es que “se ha juntado todo: la nueva PAC, la guerra de Ucrania que encareció la mayoría de inputs (abonos, fertilizantes, etcétera) y las sequías”. Esto provocó que “la última cosecha se ha afrontado con unos gastos tremendos y, ahora mismo, el cereal, ante las importaciones, no vale nada.
Más de 500 baserritarras (granjeros, en castellano) alaveses han llegado al polígono de Jundiz, en Gasteiz, convocados por la Unión Agroganadera de Álava. El sitio escogido no es baladí: delante de dos grandes cadenas de distribución, Eroski y Mercadona. Entre sus reclamaciones destaca la de “frenar la especulación y la compra de tierra por parte de agentes de fuera del sector agrario y de fondos de inversión”, así como la exigencia de “impedir la instalación de energías renovables en terrenos agrícolas”, no porque no crean que las renovables son necesarias, apuntan desde el sindicato.
Joan Caball, coordinador de la Unió de Pagesos explica sobre la convocatoria catalana que viene del sector primario, no de la extrema derecha y que la Unió de Pagesos es una organización “democrática, con 50 años de existencia, que defiende el país, la cultura y el territorio”.